domingo, febrero 18, 2007

Domingueros


-¡Qué duro es vivir!
-Y sí, sobre todo porque estar muerto no es ni siquiera semiblando... ¡Como no te enteras! Aunque te diré: si piensas en los detalles y te imaginas -un absoluto delirio, por supuesto-, que como finado podrías darte cuenta de todo lo que está pasando a tu alrededor, ¡vaya mal rollo!
-No entiendo demasiado bien qué me quieres decir...
-Es que, bueno, tú sabes que yo soy algo agnóstico, bastante poco creyente... Quiero decir que para mí los hombres son como los gatos o los cocodrilos: puede ser que tengan alma, ni siquiera entro a discutir semejante cosa, pero en general no se manifiesta una vez sus dueños, tutores o arrendatarios han estirado la pata. Muerto el perro se acabó la rabia... Y muerto el cuerpo, diría yo, se acabó lo blando y lo duro, lo salado y lo dulce, lo negro y lo blanco...más todos los demás matices.
-Hablando de otra cosa: ¿viste el último episodio de "Anatomía de Grey"?
(ilustración : john baldessari)

5 comentarios:

  1. Anónimo2:04 a. m.

    Pasé por aquí y me encontré tus textos.
    Estoy menos sola.

    ResponderEliminar
  2. tu mensaje me ha dejado algo inquieto
    pasaré a visitarte
    y gracias

    ResponderEliminar
  3. Anónimo12:03 p. m.

    Estoy bien. Gracias.
    Con mono, pero contenta.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo6:02 p. m.

    ¿Un romance de primavera otoñal?
    Aleluya!

    ResponderEliminar
  5. Yo no vi ningún episodio de Anatomía de Grey (aunque sé que mi prima V. sí lo ve) porque las pelis de médicos y hospitales son demasiado escatológicas y obscenas para mí, no me gusta que se hable de los órganos físicos internos ni mucho menos de sus disfunciones, o que se vean rosados y palpitantes... Una vez conocí a un médico hipocondríaco y era terrible. Sabía todas las posibilidades para cada uno de sus síntomas imaginarios y se pasaba el día haciéndose pruebas...

    ResponderEliminar

de tus visitas y comentarios depende la existencia de este blog