martes, agosto 21, 2007

Septiemblo

Los meteorólogos de este país acaban de anunciar que podemos dar por acabado el verano. Mientras tanto, los noticieros de televisión entrevistan a los turistas nacionales en playas semidesiertas por las que se pasean con abrigo y paraguas como si de una calle de la antigua Inglaterra se tratara. Están descontentos. No saben muy bien si debieran echarle la culpa al gobierno, a la iglesia o a su propia suerte. Con los dioses nadie se atreve, no vaya a ser cosa que se ofendan y nos manden una calamidad mucho mayor. Sólo un señor de cara sonrosada y sonriente, madrileño visitante de las tan bellas como ensombrecidas playas gallegas, dice frente a las cámaras de Antena 3 algo que encuentro muy sensato: "Yo vine para remojarme. ¡Qué más da si el agua me llega por abajo o por arriba!". Perú tiembla, Jamaica y México se preparan para recibir vientos demoledores. Asia se inunda, obligando a que más de veinte, ¡20!, millones de personas busquen refugio fuera de sus casas. Por una vez ricos y pobres sufren al mismo tiempo los tan anunciados efectos del cambio climático. Con grandes diferencias, por supuesto. Unos lo pierden todo, incluídas sus vidas o las de sus seres más queridos. Los otros, apenas si se mojan los zapatos de Gucci o las deportivas de Nike, tienen que acortar sus tan anheladas vacaciones en el sudeste asiático o se ven obligados a cambiar Cancún por Miami, Bangkok por New York.
Septiemblo. Cuando se fueron ya estaban nerviosos, y eso que todavía no se habían tambaleado las Bolsas. Hasta antes de sus partidas el verano duraba todo agosto, las medusas no se paseaban por la costa y los tiburones decidían bañarse en playas más lejanas .
Septiemblo. Volverán sin haber descargado gran parte del malhumor que llevaban al irse: lo escupirán sobre tu cara. Harán rugir aún más los escapes de sus motos y automóviles, cerrarán con más fuerza las puertas de sus apartamentos, taconearán con más precisión sobre mi pobre cabeza atormentada de vecino intermedio. Sus hijos adolescentes no soportarán la frustración de un verano con tan poco sol y multiplicarán sus botellones multitudinarios, sus grafittis vandálicos, el volumen de sus modernos aparatos reproductores de sonido.
¿Qué nos espera, Santo Señor de los Poco Creyentes!
De verdad, septiemblo.
photo : Martin Parr

29 comentarios:

  1. yo también septiemblo, CdeP.
    Lo único bueno es que dejarán de rugir los aparatos de aire acondicionado.
    Me alegro de volver a leerte.

    ResponderEliminar
  2. Según lo has puesto me dan ganas de echar a correr.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo2:41 p. m.

    Ay.Me vuelvo corriendo a Mallorca.

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno y convincente, Cacho, y la foto de Martin Parr también.

    ResponderEliminar
  5. Desde el estado veracruzano, estamos entre el sol y la pronta bienvenida al huracán.
    A mi me place que llega el otoño.
    Y más leerte.
    La foto es genial.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. La lluvia y el efecto mariposa. Aleteo leve de la lluvia, cola de pez que genera tsunamis en el insatisfecho paisanaje estival. Todos temblamos contigo, cacho. Algunos, además, nos tapamos los oídos.

    Saludos desde las catacumbas
    (elperdedor afortunado)

    ResponderEliminar
  7. En Buenos Aires este invierno nevó (hacía 60 años desde la última nevada). Otro día amaneció con 1ºC y al mediodía llegó a 27ºC. "Cosas vederes, Sancho; que non crederes" (¿era así?).

    ResponderEliminar
  8. només, lucía, albert, zbelnu, clarice, el perdedor, impromptu,liliana, ¿alguno de ustedes escuchó que yo dijera gracias?

    ResponderEliminar
  9. La culpa, indefectiblemente, es del gobierno; lo de la Iglesia no son las culpas, sino las penitencias. Y la suerte, mejor no tentarla.
    No me extraña que septiembles, pero anímate: quizá este año te libres de la «gota fría».
    Un saludo desde el Cantábrico, donde siempre llueve.

    ResponderEliminar
  10. Y esta Barcelona, mediterránea ella, con una la luz mañanera que parece Navidad...

    Saludos

    ResponderEliminar
  11. dichosos aquellos que al menos pudieron disfrutar de unas pequeñas vacaciones...ya que muchos perderan hasta sus casa y si no la vida...

    ResponderEliminar
  12. Anónimo5:46 p. m.

    Pues sí, dan ganas de huir a todo gas de la venganza de los frustrados veraniegos...
    Por cierto, me gusta mucho el blog.
    Saludos

    ResponderEliminar
  13. Anónimo5:57 p. m.

    le has dado las gracias a Nostalgia x que gracias a ella tienes tu premio.

    ResponderEliminar
  14. perdona, anónimo nostálgico, yo creía que el premio me lo había concedido Mil orillas, pero si Nostalgia tuvo algo que ver con él no tengo porqué negarle un caluroso¡muchas gracias!
    Pasa que un "de nada" sin motivo suena un poquito a burla.

    ResponderEliminar
  15. coincido con Alexis: creo que la diferencia entre perderse las vacaciones, la casa, o la vida de alguien arma una diferencia...

    Aunque cuando de "humanos" se trata, muchas veces, la empatía se ausenta, y sólo nos quejamos de nuestro dedo gordo!!!!!

    es para septemblar!!!

    ResponderEliminar
  16. Yo no septiemblo, pero quiero quedarme a vivir para siempre en agosto.
    En Asturias ya es otoño sin ningún tipo de dudas.
    Buaa.

    ResponderEliminar
  17. Y como no temblar, si sucede lo que sucede, si cada dia hay menos luz.
    Dan ganas de llorar.

    Mi cariño.

    ResponderEliminar
  18. Anónimo8:36 a. m.

    ...y tu comentario más que un poquito sonó bastante a soberbia.

    ResponderEliminar
  19. Yo septiemblo porque llega la primavera, y tanta hormona suelta...me dá terrorrrrr!!!!

    ResponderEliminar
  20. Anónimo7:01 p. m.

    yo también soy otoñal, clarice.
    el verano es para los que tienen velero.
    només, lucía, albert, 39, malena, liliana,el nombre, gwynette, javier, alexis, cayetana: sobreviviremos!
    afortunada letra: tiembla todo lo que quieras. te envidiamos en verde.
    impromptu, el perdedor, nostalgia, todos:
    ahora pasaré por vuestras casas

    ResponderEliminar
  21. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  22. no, no, no me malinterpretes....
    yo he venido a decirte "de nada " por las gracias que me diste en un comentario tuyo en mi post del 13 de agosto.
    así que nada de burla de mi parte.
    yo también te agradezco el detalle ♥

    ResponderEliminar
  23. bueno, nostalgia, algunos amigos se hacen después de una gran bronca. un abrazo

    ResponderEliminar
  24. Creyendo pasar una agostadas vacaciones se encuentran con la venganza del Dios Zeus, padre de Dioses y de Hombres lanzando rayos y truenos. Su hijo Hermes nos conducira a un Septiemblo lleno de cainolofobias.

    ResponderEliminar
  25. "Un grillo temprano canta y luego calla,
    La vela agotada se apaga y aviva.
    Tras la ventana, anunciando la lluvia,
    Suena la primera gota en el banano"

    de Bai Juyi

    yo vuelvo tranquilamente... objeto petit a

    ResponderEliminar
  26. Hola!
    "Yo vine para remojarme. ¡Qué más da si el agua me llega por abajo o por arriba!": Ese señor es too much! :)

    En Amsterdam desde hace días nos estamos muriendo de calor. Ojo, digo Amsterdam, no Holanda, porque aún en este país tan pequeño los climas son MUY variados.

    Besitos, besitos.

    ResponderEliminar

de tus visitas y comentarios depende la existencia de este blog