No parece que los argentinos tengan grandes ideales ni que sean muy distintos de los del resto del mundo moderno, a saber: un desprestigio sobre las relaciones conyugales o de pareja y una exaltación de las individualidades o las colectivizaciones sexistas. O será que solo es un chiste, un tópico, y exagero.
¿Estoy muy criticón? Bueno, supongo que con la sequía de comentarios que se vive en la blogosfera, cualquier comentarista es bien recibido. Yo pienso resistir, que lo sepas, al menos hasta el 21 de diciembre (lo digo por lo de la profecía maya).
Atman: no son, no somos, muy diferentes al resto de esta especie que compartimos; tal vez cambia la forma de decirlo...o a mí me lo parece. Mayas o germanos, la verdad es que las amenazas son demasiadas. Tantas como para pensar que seis meses se parecen a la eternidad. No desaparezcas tú también...¿qué será de mi blogosfera? Un abrazo, amigo.
Alfredo: ¿irónico? Supongo. A pesar de todo, todavía tienen esperanzas, ilusiones, deseos...y algunas ideas que van un poco más allá del compre dos por uno. Para gustos, tú lo sabes bien, no hay nada escrito.
A(y!)nónimo: debes ser de un país o de un barrio donde la disensión se paga con la cárcel o el ostracismo. Sólo así se entiende este anonimato crítico. Quizás no se vean en según qué canales, pero aparecen en festivales internacionales y arrasan con los primeros premios. ¡Salute!
Esta gente está muy apagada, viejo. Intuyo vidas aburridas y con poco humor. A mí me parecen geniales, las recordaba todas y cada una de ellas. Buen post, Dante. Un abrazo
Andrés: pensaba que sus dedos se habían congelado...me alegro que no haya sido así. Le mando un abrazo, y dos, comprobando que el anónimo comentarista anterior se equivoca...o miente.
NO, no, me parecen los maestros absolutos de la publicidad, no tienen rival, en serio. Precisamente porque van mucho más allá que el resto en ingenio, inteligencia y humor (eso tan difícil que es que la gente "se quede" con el anuncio en la mollera, y de paso, con el producto (de hecho, yo hay algunos anuncios que recuerdo, pero nunca recuerdo los productos). En cuanto a la política, en España nos va más el teatro del absurdo. Abrazos
Alfredo, estimado: mi vida está acorde con la crisis, desbarajustada. Soy parte del todo, según parece, y como tal me comporto. Ya no llevo el blog con la misma seriedad que al menos creía ponerle en otros tiempos. Agradezco las opiniones cercanas y cálidas como la tuya...y sabes lo teatreros que solemos ser los argentinos siempre. El absurdo es nuestro pan cotidiano. Abrazos
No parece que los argentinos tengan grandes ideales ni que sean muy distintos de los del resto del mundo moderno, a saber: un desprestigio sobre las relaciones conyugales o de pareja y una exaltación de las individualidades o las colectivizaciones sexistas. O será que solo es un chiste, un tópico, y exagero.
ResponderEliminar¿Estoy muy criticón? Bueno, supongo que con la sequía de comentarios que se vive en la blogosfera, cualquier comentarista es bien recibido. Yo pienso resistir, que lo sepas, al menos hasta el 21 de diciembre (lo digo por lo de la profecía maya).
Un abrazo
Atman:
ResponderEliminarno son, no somos, muy diferentes al resto de esta especie que compartimos; tal vez cambia la forma de decirlo...o a mí me lo parece.
Mayas o germanos, la verdad es que las amenazas son demasiadas. Tantas como para pensar que seis meses se parecen a la eternidad.
No desaparezcas tú también...¿qué será de mi blogosfera?
Un abrazo, amigo.
Los reyes del ingenio publicitario, sin duda, sí señor. No hay más que ver cómo ha sido -y es- la política en Argentina...
ResponderEliminarAbrazos
Largas, aburridas, malísimas. Con razón no se vieron en ningún canal.
ResponderEliminarAlfredo:
ResponderEliminar¿irónico? Supongo.
A pesar de todo, todavía tienen esperanzas, ilusiones, deseos...y algunas ideas que van un poco más allá del compre dos por uno.
Para gustos, tú lo sabes bien, no hay nada escrito.
Un abrazo, y otro.
A(y!)nónimo:
ResponderEliminardebes ser de un país o de un barrio donde la disensión se paga con la cárcel o el ostracismo. Sólo así se entiende este anonimato crítico.
Quizás no se vean en según qué canales, pero aparecen en festivales internacionales y arrasan con los primeros premios.
¡Salute!
Esta gente está muy apagada, viejo. Intuyo vidas aburridas y con poco humor. A mí me parecen geniales, las recordaba todas y cada una de ellas. Buen post, Dante. Un abrazo
ResponderEliminarAndrés:
ResponderEliminarpensaba que sus dedos se habían congelado...me alegro que no haya sido así.
Le mando un abrazo, y dos, comprobando que el anónimo comentarista anterior se equivoca...o miente.
NO, no, me parecen los maestros absolutos de la publicidad, no tienen rival, en serio. Precisamente porque van mucho más allá que el resto en ingenio, inteligencia y humor (eso tan difícil que es que la gente "se quede" con el anuncio en la mollera, y de paso, con el producto (de hecho, yo hay algunos anuncios que recuerdo, pero nunca recuerdo los productos).
ResponderEliminarEn cuanto a la política, en España nos va más el teatro del absurdo.
Abrazos
Alfredo, estimado:
ResponderEliminarmi vida está acorde con la crisis, desbarajustada.
Soy parte del todo, según parece, y como tal me comporto.
Ya no llevo el blog con la misma seriedad que al menos creía ponerle en otros tiempos.
Agradezco las opiniones cercanas y cálidas como la tuya...y sabes lo teatreros que solemos ser los argentinos siempre. El absurdo es nuestro pan cotidiano.
Abrazos