viernes, enero 27, 2012

Vaca que cambia e' querencia...


...se atrasa en la parición...
Lo dice el gaucho Martín Fierro en algún momento de su historia, contada toda ella en verso por el escritor argentino José Hernández.
Es viernes, maldito viernes otra vez, y yo, sumido en mil tareas, tan acalambrado por el frío como aterido de pavor por el futuro que predicen radios, televisiones, diarios y políticos, los dejo con una vaca loca que cambió de querencia y hasta intentó cambiar de lengua: la Lupe.



No es ningún descubrimiento, ya lo sé, pero me asombró oírla cantar en un idioma ajeno -al que parece odiar por la forma en que lo trata- sin perder esa emoción caliente, desespegarrada, que le da vuelta el alma y le empequeñece el cuerpo, convirtiéndoselo en un estuche estrecho del que pareciera querer deshacerse a puñetazos y rasguños.

sábado, enero 21, 2012

Lazos de Amor

Vengo de un país donde a los plumbagos se los llama jazmines del cielo y a las vulgares cintas de jardín, esas plantas de largas hojas verdes y blancas que lanzan hijitos al mundo sosteniéndolos con un fuerte a la vez que flexible cordón umbilical hasta que tocan tierra, desarrollan raíces y se convierten a su vez en plantas adultas, capaces de conservar y difundir la especie, se las ha rebautizado como lazos de amor.
Fáciles de propagar -"llevate un gajito querida, siempre prenden"-y tanto o más fáciles de cuidar, podríamos pensar que estos lazos de amor son indestructibles. Sin embargo no es así. No les gusta el sol directo, pero necesitan de él para que sus hojas adquieran el aspecto bicolor que las caracteriza. Precisan agua, pero el exceso de riego las llena de pulgones y cochinillas y además pudre sus raíces.
Fuertes y a la vez sensibles estos lazos de amor vegetales, verdes, botánicos...y aquí me callo.
Las coincidencias son demasiadas, por lo que resulta casi estúpido hablar de metáforas.

Es viernes y llevo un día muy ajetreado: traslados, mudanzas y cambios; tantos, que hasta la almohada donde apoyaré esta noche mi cabeza es nueva. La otra se fue anoche con el camión de la basura, atiborrada de sueños ya viejos y, deseo, espero, de algunas reiterativas, angustiosas, infantiles pesadillas.
Que este fin de semana los encuentre felices.
Para ayudar a que esto sea posible, los dejo con una antigua ilustración animada. Se trata de una canción pegadiza y tontorrona que me persigue desde la niñez, unida a los dibujos de Max Fleischer (1883-1972), padre de Betty Boop, Koko y muchos otros personajes anteriores a los más exitosos y popularizados del clan Disney. Una estimable bonaerense afincada en Madrid, Noemí Vázquez Rosselli, la colgó hace unos días en su exquisita página de facebook: gracias a ella por recordármela.
A Fleischer me lo hizo conocer mi inolvidable amigo Daniel Melgarejo, personaje irrepetible, dibujante inquieto, buscador insaciable de imágenes y sensaciones; otro lazo de amor indestructible en lo que ya parece el producto de una vida anterior, de tan lejana en el tiempo y la distancia.

domingo, enero 15, 2012

Corto y sigo


(Imagen desenfocada de luces navideñas.)
Como fondo sonoro suenan varios villancicos superpuestos, entremezclándose con voces, ladridos y ruidos callejeros de radios y gritos. La imagen va abriéndose lentamente sobre un charco de agua donde se reflejan las bombillas intermitentes de un abeto festivo, desgajado de pronto por unos zapatos de hombre de buena hechura, negros y no demasiado lustrosos.
La cámara, caprichosa, salta sobre ellos para trepar como una sanguijuela por las piernas del que los conduce con ritmo desmañado, para muy poco, en realidad poquísimo después, deslizarse como una yarará correntina por sus caderas, por su torso y por su cuello, hasta detenerse, azul un ala el águila aún guerrera, en lo alto de la despeinada y no demasiado frondosa cabellera.
Es como un pájaro curioso en la cumbre misma de una torre humana; la improbable visión panorámica de una gorra provista de ojos, observando la escena circunDante desde el punto más alto de la más lógica, definitiva ubicación posible.
El personaje principal, al que llamaremos Simplemente Tipo, acaba de perder un sueño y está desesperado por la vana espera de aquella misma noche, ciega que no aciaga, que lo devolverá, según él ensueña, al sueño perdido.
"No tengo más tiempo", se dice, y enseguida repite una y hasta dos veces más: "No tengo más tiempo, no tengo más tiempo".
Un río turbio de personas lo persigue sin propósito alguno; otro lo enfrenta, pasa por su lado, se abre a su paso sin siquiera salpicarlo.
El pobre tipo lleva gafas negras; camisa, pantalón, reloj, cartera y abrigo negros.
Es una sombra oscura de lo que alguna vez, tiempo ¡AH! fuera.
"Sombras nada más, entre tu amor y mi amor...", susurra.
"¡Tango!", le grita la vieja loca que fuma cigarrillos de color en la esquina más Roma del mercado, mientras gira que gira sobre si misma, siguiendo el ritmo caracoleante de la danza del fuego que brilla furiosa, y furioso, en su mente.
Ciego de impotencia, sordo de dolor, el hombre oscuro vestido de negro vuelve la cabeza y le contesta, aunque probablemente no debiera hacerlo:
"¡Te equivocas, mujer! ¡No tengo ni tango! ¡Acaso no entiendes que lo he perdido todo!"
Confundida, gaseosa, la mujer fumadora se traga un pucho-colilla color de frutilla y, ¡dios!, por pura vanidad, por vulgares celos y tan descomunal altanería, comienza a difundir infundios.
"¡Ese libro sucio no sirve para nada...! Todo lo que está escrito allí lo tengo ya en mi cabeza, en mis alacenas, en mis anaqueles...Es una sucia copia de mis pensamientos mágicos, de mis malignas invenciones, de mis latinfundios más extendidos...¡Atrapa el trapo que te lanzo con la precisión de un lancero arrojando su lanza y cúbrete el rostro, bonito! ¡O lanza tu tropa, lancero bonito, y atrapa preciso el rostro que cubres con tanto arrojo!"
El hombre de negro la mira asombrado y, por no saber qué hacer frente a tamaña infamia, se cala el sombrero.
"No cuela, no cuela", dice por lo bajo, y un señor petiso que pasa a su lado responde; sin que haya pregunta, con voz de responso:
"¡Ya te gustaría que cuele mi cola entre esas tus nalguitas cochinas, mimosas, sanas y sabrosas, de carne sedosa y piel de mariposa!"
Avisado, -avispado, avieso-, un hombre de vientre macizo y tono cobrizo se asoma al barullo desde el conventillo. Es Don Leonardo Ángel Pirulero, profeta, catador y almacenero:
"¡Me importa un comino tu sucio pepino, enano ladino! ¿No ves que es enero, el mes de la cuesta? Sigue tu camino y atiende tu juego, que, lo juro, apesta. ¿Lo demás? ¡Molesta!"


ilustran obras de Saul Steinberg
A no perderse la exposición de su obra en la Galería A/34, calle Aribau 34, Barcelona. Tel 934 515 579

sábado, enero 07, 2012

TR3S REYES MAGROS


Después del cada día más creciente auge de las dietas de adelgazamiento y los críticos recortes y reajustes económicos de todo tipo, era lógico que a la festiva Barcelona llegaran los Tres Reyes ¡MAGROS!
Es que el Ayuntamiento de la ciudad decidió repartir este año menos caramelos entre los niños y adultos que asisten entusiasmados a la tradicional Cabalgata de los operísticos y muy oropelados Magos de Oriente, para, con esta medida, contribuir a los recortes presupuestarios exigidos por la señora MerKel y el señor SarKozy (alguien tendrá que estudiar este repentino estrellato global de la letra K) ahorrándose 20.000 dulcísimos euritos, una cifra que es posible gasten en publicidades para incentivar el ahorro ciudadano y la supresión de los gastos superfluos.
Por el contrario yo, dado que los visitantes de esta página suelen ser siempre pacientes, amables y generosos, he decidido colgar un post sin recortes, acercándoles la imagen y el hacer de otros tres Reyes nada magros -por lo menos en lo que a talento se refiere- dejando constancia al mismo tiempo de que el rey negro lo es de verdad y no teñido a fuerza de corcho quemado, como los que podemos ver en las fiestas habituales de estas tierras donde, vaya paradoja, abundan pobladores de piel oscura sin trabajo a los que nos les vendría nada mal vestirse de monarcas por un día...
De los reyes que muestro aquí, muy conocidos todos ellos, el primero,(P)Elvis Presley, fue, además del padre natural del rock n'roll masivo, realmente POP-ular, el primer blanco que imitó con gracia y desenfado la soltura sensual de los cantantes y bailarines negros, por lo que quizás lo deberíamos considerar meztizo, mulato, interracial, REALMENTE MODERNO.
Los otros dos, de reinado tan indiscutible como el de (P)Elvis, cantan canciones que, juntas, componen un mensaje añadido a esta botella virtual y tienen un destinatario muy preciso.
Al final se cuela una reina, bonus o regalo añadido. Es la cuarta mosquetera maga de los tres espadachines canoros. La he dejado entrar por puro placer, pero también para equilibrar los colores, los géneros y la cautivadora magritud de Frankie S., pura sonrisa, melodioso cantar e inimitable charming.





Ilustra la entrada una foto con aire vintage de Jean Dujardin, un auténtico hallazgo cinematográfico, que junto al perro Uggie, o Uggy, ha sido capaz de convertir una película agradable, bien intencionada, simpática -The Artist- en un film casi insoslayable.
Ahora mismo, entregado George Clooney a los efluvios masturbativos del café en cápsulas, domesticado el otrora sauvage Brad Pitt por la multimaternal, nada angélica Jolie, ahítas muchas pupilas de tanto astro hiper-hormonado de carrera fugaz, es probable que este muchacho de sonrisa generosa a la vez que irónica, se convierta en un galán-actor todo terreno, capaz de bailar a la manera de Gene Kelly y seducir matando, como un nuevo modelo de Connery 007.
Pdta: Mary Pop-pins, visita habitual de esta página, me comenta que la coprotagonista, Bérénice Bejo, es argentina. La busco en la red y lo compruebo: nacida en Buenos Aires hace 35 años, se trasladó a París con sus padres en 1977 y está casada con el director del film, Michel Hazanavicius.