viernes, diciembre 01, 2006

Paradise

Recién me doy cuenta de lo útil y bonito que es este calzador de Camper. El mango largo permite que nos calcemos sin necesidad de agacharnos o nos veamos obligados a hacer extrañas y peligrosas contorsiones y, lo más importante, sin estropear para nada el contrafuerte del zapato. Casi podría jurar que es de bambú. Duro y elástico a la vez, de un imperturbable color amarillo claro y con una tira gruesa de hilo de algodón en color rojo que permite tenerlo colgado en la puerta del vestidor, al alcance de la mano. Hace dos años que vive conmigo y nunca había agradecido su útil y callada presencia.
Me dirijo hacia la galería y veo cómo la luz del sol entra por los ventanales, robustece el verde de las plantas y se dedica a hacer extraños malabares con todos los objetos que encuentra a su paso: dora aún más las naranjas y pomelos, aleopardea el sillón y las butacas de gamuza beige y se demora abrillantando la suavísima piel de mi gato Federico.
Muevo la cucharilla dentro del mug blanco y es como si sonaran campanillas llamando al recreo. ¡Qué bueno es el kukicha tea, bien caliente y con una pequeña cucharada de miel!
Toda la casa parece hecha a mi medida; todo parece ajustarse sabiamente a mis necesidades. Jorge mueve cacharros en la cocina y hay música de Mahler sonando en la radio de mi estudio. La vida es esto, finalmente, y hace mucho tiempo que pude descubrirlo. Sin embargo hacía falta una cifra disparada en un examen médico de rutina para que la infravalorada cotidianeidad adquiera rasgos de infalible, e inefable, paraíso.

(pintura : Christina's World de Andrew Wyeth)

15 comentarios:

La Muniequera dijo...

Me tomo un te de kukicha
en cuclillas,
mucho no lo soporto,
me muero de las cosquillas.

1Besón.

eleniop dijo...

mi papa tenia un calzador negri que tenia en el mango un espantoso gallo de plastico...aun lo recuerdo, mi mama dominada por la gordura destrozaba zapatos intentando todo tipo de malabares con los pies por no poder llegar hasta ellos...yo trabajo mis zapatos con el dedo...uso un par de zapatos al año...todos los dias del año y aunque al principio siempre amenaza una dosis de sufrimiento el resto de su vida util es como vivir sobre dos botes.

gracias dante

Anónimo dijo...

Yo es que ya sabes...nunca he tocado un calzador, pero la unica vez que tuve uno cerca me casé son un príncipe. Así que...aunque ciertamente desconocidos, siempre les tendré mucho cariño.

mr.ed dijo...

hermosa postal de palabras

Anónimo dijo...

Hola, para decirte mi gusto por tus letras, agradecer la visita y aclarar que no soy alcòholico. (diràs, el primer sìntoma es la negaciòn, pero en este caso no). Tambièn, mi duda, la pintura ¿no es màs bien de Edward Hooper? el nombre del cuadro se me escapa, pero creo que el autor es Hooper.

Dante Bertini dijo...

querido pollo: lo de alcohólico lo saqué de tus textos, leídos tal vez con excesiva ligereza...el cuadro, con nombres y apellidos es tal como lo pongo allí: el mundo de cristina, de wyeth, un gran pintor muy estadounidense...
gracias por la visita a todos...

Anónimo dijo...

No entiendo que los comentarios anteriores no se fijen en lo que dices al final. El calzador no es lo más importante, ¿no es cierto?
Me preocupa tu salud. ¿Estás con problemas o todo ha sido una excusa literaria? Marité.

Miss Neumann dijo...

no te queda màs que disfrutar tu paraiso!!!

Anónimo dijo...

Me quedo preocupado, me parece que no menciono alcohol en alguna otra parte del blog, si escribo como borracho y pienso como borracho, será porque asi soy, y no tanto que esté alcoholizado.
Con lo de la pintura muy bien. Es casi el mismo estilo de Hooper que también es estadounidense y me parece que alguna de esos dos influyó al otro

3'14 dijo...

Gracias por tu visita cachodepan, ahora me voy a chafardear por los otros dos blogs que enlazas, y veo, que pones entre tus preferidas La dolce vita Una de mis preferidas también. Por mi blog hay una entrada que hablo sobre ella.

Me sumo a la inquietud del usuario anónimo. Espero que ese desfase númerico no sea de gravedad. Y que tan sólo sea un aviso para que tal vez frenes un poco el ritmo de vida y prestes más atención al cuidado de tu salud. Soy de la opinión que, cuando el cuerpo muestra síntomas de enfermedad, obligándonos a hacer un parón en el camino, es porque algo no estamos haciendo bien. Me refiero a esas pequeñas molestias que se acusan si no se atienden en su momento. No tanto a la aparición de enfermedades más complejas y que por más que nos cuidemos, el puñetero y caprichoso azar nos cuelga. No se si me explico... Vamos, que no sea nada. Cuídate.
Saludos!

Dante Bertini dijo...

"pollo", por favor, dejemos en este mismo momento lo del alcohol...te dije que mi lectura había sido algo superficial: juro que volveré a tu sitio apenas el médico me diga que no terminaré el año bajo tierra...lo que une a Hooper y Wyeth, dos bien amados por mí, es esa soledad inmensa, personal y geográfica, de USA y algunos de sus habitantes...
"3/14": bueno, es comprensible: no solo yo voy a ser ligero leyendo...gracias, de verdad espero que este malestar sea pasajero (una rima espontánea!!!)

Seoman dijo...

Que bonito lo que escribes, merecible, muy merecible la lectura

Anónimo dijo...

Hola Cacho, soy Laura Fru, me encanta tu oda al calzador.Tal vez esos sustos ayudan a valorar las pequeñas vivencias cotidianas, claro, siempre y cuando uno sea capaz de ponerse metafísico y no volverse loco. Igual estoy segura de que no irá más allá del susto,aunque la espera es lo más difícil, no? Pero vos te la arreglás para sacarle algún buen gustito. Te admiro por eso. Besos

Anónimo dijo...

Hola Cacho, soy Laura Fru, me encanta tu oda al calzador.Tal vez esos sustos ayudan a valorar las pequeñas vivencias cotidianas, claro, siempre y cuando uno sea capaz de ponerse metafísico y no volverse loco. Igual estoy segura de que no irá más allá del susto,aunque la espera es lo más difícil, no? Pero vos te la arreglás para sacarle algún buen gustito. Te admiro por eso. Besos

Dante Bertini dijo...

es que metafísico nací, mi querida laurafrú, y la locura tampoco me es ajena: siempre he sabido que es un componente de nuestras ajetreadas almas, tan barrocas como mestizas...
gracias por entrar