Chou vivía muy feliz en su país oriental, pero un día conoció a un extranjero que entre tango y mates la alzó de Pekín.
Chou aprendió otro idioma, otras costumbres.
Su boca, pequeña como una cereza, resultaba poco sensual en su nuevo país.
El Doctor Amílcar Aníbal Thordo-Bistourí, eminente cirujano plástico, tuvo a bien recomponerla de acuerdo a los cánones glamourosos actuales.
Ahora Chou se llama Chuchi y trabaja de azafata en un programa de televisión.
No sabemos si seguirá siendo feliz, pero al menos sonríe unas cuantas horas al día.
photo : retrato de Chuchi por Dante Bertini
15 comentarios:
Muy Brossiano este post, me ha gustado la metáfora y la imagen, es como un poema visual en sus dos versiones. Un haiku en versión occidental.
vivan las máscaras, chuchi!
La música, por supuesto, es de Puccini. Bueno, la parte de Pekin. La de Buenos Aires es de Pocho la Pantera.
Abrazo
Tiene razón Impromptu. Y el humor!
yo me dormiría una siesta entre sus nuevos labios!
en mi universidad en pekin apareció una china-china que se había criado en buenos aires y hablaba porteña y era la mezcla más interesante del mundo... por eso, mezclando acentos y bellas imágenes de Happy Together del maestro Wan Karwei, fantaseo con Chou paseando las avenidas con esos labios extremos y complicados que nada acompañan al resto del cuerpo. Precioso poema visual
Adivina quién soy?
me gusta tu Chou.
Chuchi me pide que les diga:
"desde Buenos Aires, Capital de las Américas, ¡Muchas, muchas gracias, queridísimos amigos!"
Has visto Time de Kim ki Duk? Una mujer cambia su cara (cirujano mediante) solo para reconqistar a su chico y que la desee de nuevo. Un círuclo vicioso alrededor del deseo.
me quedé sin verla, Time, y aunque dijeron que no pudo superar a la interesante 3Hierro (buenísima), seguro que todo este juego cirúrgico en korea tenía su punto
La historia de Chuchi ¡es genial!
besos
tamar
¡un coup de coeur!
G.
No supera a hierro 3 pero si a El arco. Aún así Time es una interesante espiral que debes ver.
Qué fuerte!!!!
La imagen es perfecta y la historia muy real
qué mamarrachada!!!
Jajajajajajajaja.
Pues quedó hecha una máscara la pobre.
Ultimamente todas las mujeres se parecen (todas las que visitan al cirujano, claro)
Un abrazo,
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