domingo, marzo 28, 2010

el Gran Forrester


Un día atroz empieza desde el mismísimo momento en que te levantas y sabes que media hora después estás citado con el dentista, tu dentista. Si además tienes que pasar antes por el banco para cubrir algunos descubiertos imprevistos, no puedes postergar los farragosos, tan repetitivos como innecesarios trámites telefónicos para la colocación de una antena comunitaria en tu condición de -y en este punto más de uno se reirá a carcajadas- "Presidente de la escalera", en ejercicio, de un edificio donde por el momento no vives, y a todo esto le sumas que la noche anterior dormiste por capítulos porque te habías acostado de excelente mal humor a raíz de un desencuentro doméstico, estás autorizado a decir en voz alta ¡vaya vida de mierda!, aún sabiendo la privilegiada situación en que te encuentras con sólo comparar -ya sé que no hay que hacerlo, todos me lo dicen- tus ínfimas molestias con el cúmulo de desgracias, catástrofes y pequeños o grandes desastres que asolan a los demás seres vivientes de este mundo.
Y no es que yo esté deslizándome por la vida, altivo y orgulloso como un cisne en el lago artificial de algún noble viscontiano, pero al menos no soy uno de esos toros destinados a la tortura y la carnicería pública en un espectáculo que algunos suponen de valor artístico, cuando sólo es un cruel, desagradable, rebuscado y maloliente negocio; ni tampoco he sido uno de esos tres tigres (3) a los que un desaprensivo con pretensiones humorísticas dejó abierta la jaula de un Zoo de Agüimes, Gran Canaria; esos mismos felinos a los que la policía municipal, seguramente no enterada de otras posibilidades menos cruentas, abatió a tiros en lugar de sedarlos, tal como suele hacerse en países donde llegan los documentales y los informativos de televisión, las películas extranjeras con animales dentro o simplemente las revistas y periódicos que no retacean información zoológica a sus lectores habituales.
Basta ya. No quiero extenderme con ejemplos descorazonadores. Pretendía que este post fuera optimista, amable, amoroso; alejado de quejas, denuncias, muertos y recordatorios.
Sólo quería contarles que ese día que había empezado mostrándome su cara más oscura, terminó dulcemente, y cómo lo hizo, gracias una vez más, a "la magia del cine".
No se qué cosa tan interesante estuve haciendo durante el año 2.000, pero se me pasó por alto una película de Gus Van Sant, director al que estimo a pesar de sus, para mí, notables errores. Se llama Descubriendo a Forrester(Finding Forrester) y tiene las cuotas justas de originalidad, buena narración, profundidad y engaño que me hacen gozar del cine, permitiéndome descansar -en este caso durante dos horas y quince minutos- de mi mundo habitual, no tan luminoso como el de las pantallas.
¿Les gusta Sean Connery? Pues en este filme no tiene licencia para matar y a pesar de ello está magnífico, tanto como para pasearse por New York en bicicleta y hacer creíble hasta en el más mínimo gesto su condición de escritor famoso alejado del mundo: una versión libre de ese gran mito literario evanescente,
J(erome)D(avid)Salinger.

Si la hubiera visto en su momento, recién comenzado el siglo veintiuno, no hubiese encontrado tan original a la no menos encantadora Gran Torino, ocho años posterior a la de Forrester.
Se podría decir que son amigas íntimas o parientes cercanas: cuñadas bien avenidas, sobrinas de un mismo tío, amantes o primas hermanas. ¿Es posible que nadie lo haya dicho antes, que ningún otro se haya percatado de los notables parecidos existentes entre estas dos películas, ambas con un actor duro, y muy maduro, dentro?
Véanla, si pueden. Déjense llevar por la historia, sonrían y lloren dulcemente, vuelvan a creer en la bondad del ser humano y en la capacidad justiciera del no siempre azaroso destino.
¿Que la vida jamás es así?
No era mi intención enredarme en discusiones estériles...¿pero acaso no sería bueno que al menos cada tanto lo fuera?
(En la foto, Gregory Peck, joven y lector.)



POSDATA: Miroslav me escribe un comentario sobre Descubriendo a Forrester. Allí me dice que la vió como yo, en la tele y casi por casualidad. Gus Van Sant nos regaló a ambos una buena noche, aunque él además tuvo tiempo y ganas de enterarse del nombre del intérprete de la canción que cierra la historia y el filme. Un clásico. Seguramente la conocerán en mil versiones diferentes, pero me atrevo a decir que esta es una de más hermosas y personales que he oído.
Israel Bruddah Iz Kamakawiwo‘ole (20 de mayo de 1959–26 de junio de 1997) fue un popular cantante hawaiano también conocido como Iz. En el video clip que cuelgo a continuación podemos ver algunos momentos de su vida; también sus exequias, populosas, alegres y floridas.

28 comentarios:

Liliana dijo...

A mí me gusta mucho Gus Van Sant. Mucho. Muchas veces me deja sin palabras, otras me sorprende y no puedo contenerme de explicar todo lo que descubro en cada plano. No todas sus pelis me matan, pero en conjunto, las veo mejor... unas en relación con las otras, y todas, en función de la filmografía de un mismo autor. Así las disfruto.
Me gusta tu relato amable, lleva de paseo por un día en que estabas contento.

Unknown dijo...

No soy una experta en cine y me encanta leer tus comentarios."Finding Forrester" me parció una obra redondita, tierna, respetuosa y esperanzadora. Todavía me falta ver Gran Torino y ahora quiero hacerlo enseguida.

hugo dijo...

Hola Dante. Soy Hugo de la inmaculada decepción. Recién hoy fui al sistema de comentarios de mi blog y me encontré con un comentario tuyo. Me disculpas. No llegó a mi correo y no fue publicado. Acabo de hacerlo. Un abrazo.

hugo

Lansky dijo...

Es que de hecho la vida a veces es así, aunque hay más probabiblidades, lógicamente, de que sea así si unos es Sean Connery

Dante Bertini dijo...

Liliana:
a mi su morosidad por momentos me crispa. Entiendo su estética, su lenguaje, pero en Last Days me pareció excesivo. El personaje era estúpido, border, pero la película, ¿debe serlo también?


Luz:
si te gustó esta te gustará Gran Torino, creo no equivocarme.
Tiene inclusive momentos de humor que Van Sant habitualmente no prodiga. Ya me dirás si la ves.


Hugo:
entonces ahora está solucionado. Ya no recuerdo mi comentario, pasaré a ver qué dije. Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Hugo,
parece que la comunicación entre nosotros es imposible.
Ahora tu perfil no me permite la entrada. Vaya...



Lansky:
lo digo porque yo nunca tuve esa suerte...la del joven protagonista,
quiero decir

Beatriz dijo...

Disfruté con la película. Con un Sean Connery sin armas ni chicas de cuerpos esculturales, sino con una interpretación magnífica de ese escritor excéntrico (Sallinger) y su amistad con Jamal. Un cine para relajarse.
No he visto Gran Torino.
Pero había escenas que me recordaban a El club de los poetas muertos,¿no lo crees?
Por cierto, me sigue gustando Sean Connery. No le pesan los años.

¡Qué pases tranquilito la Semana Santa! y con buen cine o un buen libro y una grata compañía-
Besos

Dante Bertini dijo...

Beatriz:
hoy vuelvo al dentista, así que de tranquilito, poco...
Sin embargo seguiré tus consejos siempre y cuando me lo permitan los hados...y el inconsciente no me boicotee.
Deberías aprovechar estos días para ver Gran Torino: gran, deliciosa película. Que no te eche para atrás el cartel, con la imagen clásica de Clint con un fusil: es bastante más que eso.
En Forrester, Sean sigue espléndido, aunque han pasado diez años, no son pocos, desde que la hizo.
Abrazos y felices días santos (?).

Fernando García Pañeda dijo...

Se hará lo que se pueda al respecto, Sr. Presidente. ;)

Emma dijo...

Las piedras en los zapatos, discusiones domésticas con seres que amamos y torceduras de tobillos han sido y siempre perteneceran al grupo de las "mayores desgracias" que puede sufrir un ser humano.
Esta mañana, por ejemplo, se me ha corrido el rímmel y- apurando los minutos para intentar arreglar el desaguisado antes de salir de casa- he perdido el autobús y he llegado tarde al trabajo. No es necesario añadir que el resto de la jornada está resultando igual de díficil, terrible, no, dios me libre de decir esa palabra, pero sí díficil, que es casi peor.

" Descubriendo a Forrester" la vi hace mucho, cuando se estrenó en los cines españoles sin pena ni gloria. Y me encantó. La verdad es que me encantaría volverla a ver. Gracias por la sugerencia.

Feliz día!

Marina Judith Landau dijo...

Por qué no comparar nuestros problemas con los que están mucho peor??
Yo siempre lo hago y me sirve para desdramatizar la cosa y dimensionar mejor. Claro que si me pongo a pensar en los pobres toros, lo que consigo es llenarme de indignación bronca y tristeza, y termino peor aún.
Me alegra que la energía se haya dado vuelta y estés bien.
Corro a buscar Descubriendo a Forrester, a ver si la puedo ver hoy.
Un abrazo con buenas ondas.


Presidente de la escalera??? ji ji ji ji

Miroslav Panciutti dijo...

Yo tampoco conocía la peli y, como tú imagino, me la encontré de casualidad haciendo zapping por la noche en los breves momentos en que veo la tele. La cogí un poquito empezada, pero me enganchó enseguida y esa noche rompí mi rutina de mirar la caja tonta sólo el tiempo que tardo en cenar.

Por cierto, a raíz de ver la peli, y dada la evidente inspiración en la misantropía de Salinger, quise investigar en internet si el escritor había vivido alguna relación similar a la que Connery mantiene con Jamal (lo que me extrañaba) y de lo que me enteré es que el pasado mes de enero había muerto.

También me llamó la atención la versión de Over the rainbow con que se cierra la peli y así descubrí a un cantante hawaiano (Israel Kamakawiwo Ole') ya muerto del que nunca había oído hablar.

En fin, que aunque mi día no fuera tan malo como el tuyo, lo acabé con igual satisfacción.

Dante Bertini dijo...

Fernando:
me complace su trato tan respetuoso, estimado ciudadano.


Emma:
te quedas conmigo?
El rimmel ya no se corre, según tengo entendido.
Mi hermana, campeona de natación descompensada, usa siempre rimmel, hasta en las pestañas, para sus presentaciones acuáticas en estadios de todo el mundo. Jamás perdió el autobús ni la lancha, o al menos jamás me dijo que le haya pasado cosa semejante.
Ahora en serio. Creo que hay grandes desgracias, muchas e incontables, como perder seres queridos, quedarse inválido por algún accidente o explotar junto a una desgraciada kamikaze en un metro de Moscú cuando ibas como cada día al trabajo.
Las que cuento aquí son tonterías de esas que molestan mucho cuando tu vida no tiene, por suerte, grandes sobresaltos.
Jamás me enteré del estreno de Forrester...Vuelvo a preguntarme en qué estaría pensando aquel año.
Felices días para tí también, todos los que vengan.

Dante Bertini dijo...

Marina:
el otro día pasé por ese matadero con aires moriscos y me encontré la sorpresa de la foto. A todo esto se suponía que estaban discutiendo si toros o no toros en la comunidad catalana a raíz de los miles de firmas que pedimos la supresión.
¡Esto es democracia!
Decir una cosa y hacer la contraria, por lo visto.

Me dirás si la ves y te gusta? Para mi fue una sorpresa muy agradable. Besotes

Estoy nada orgulloso de mi cargo...pero alguien tiene que hacer ese papel o se nos cae la casa encima.

Dante Bertini dijo...

Miroslav:
nos llegó por caminos parecidos, aunque yo, seguidor de Van Sant, la vi desde el principio, algo molesto por anticipado porque supuse los largos cortes comerciales que por supuesto hicieron. A veces comienzo a verlas para saber si vale la pena alquilarlas luego. En este caso me enganché a pesar de esos saltos de tiempo y espacio que nos rompen el clima en el que nos mete la película.
Sabía de la muerte de Salinger, silenciosa como su vida. El filme usa el mito del escritor que huye de los medios, aunque supongo que poco más que eso. No creo que en la vida de Salinger, tan esquivo como era, hubiera algún Jamal auténtico.
Gracias por el nombre del cantante hawaiano (también muerto, ¡demasiado terminal todo!)
La versión es preciosa. Veré de hacerme con ella.

Naia Marlo dijo...

Hola Dante,
He sonreído mucho al leer tu entrada. Todo lo que te sucedió ese día. También le tengo pánico al dentista, a los bancos...Cuando te levantas con el pie izquierdo dicen que te pasan cosas al revés... al maltrato de los animales. Me duele muchisímo y me indigna. ¡Vaya... serás el presidente de escalera más divertido del mundo mundial! Llegué tarde el otro día, daban "El Gran Forrester" en la tv. Lo poco que ví me ha entusiasmado, con tu post intentaré verla completa.. Sí he visto el Gran Torino, bueno soy una fan de Clint, ¡excepcional!
A pesar de todo lo que ocurre en el mundo, sí creo en la bondad del ser humano, en la generosidad y en la compasión. ¡Unamos nuestros corazones!
Preciosa versión de "somewhere over the rainbow"

Te dejo un abrazo muy sereno y un beso que lo acompaña,

Naia

Unknown dijo...

No imagino peor modo de empezar un día que saludando al dentista

Dante Bertini dijo...

Naya:
tengo unos ciudadanos rasos (los otros propietarios) que ni asoman la nariz jamás. Cuando algo está bien no lo dicen y si está mal se quejan por teléfono; a mí por supuesto, aunque la culpa sea de otro(s).
Llego de un agradable espectáculo de canciones y danzas (menos) turcas en el Auditorium: regalo de no se quién. Caminé unas 25 calles hasta casa. Estoy agotado.
Te recomiendo Forrester completa. Vale la pena.
Yo también creo en la bondad de los extraños...
y, con excepciones, nunca me ha ido mal.
Abrazos y buenos sueños.


Fanma:
categórico amigo, te hacia de viaje como casi siempre...
Mañana, sin dentista, visitaré tu casa-blog.

Lansky dijo...

Ayer casualmente descubrí la interpretación/papel más subrealista de Sean Connery, haciendo de malo en una peli de Tarzán ya sin Weistmuller (Gordon Scott) y en color y producción inglesa (de ahí el reparto, también está el gran Anthony Quayle). Tarzán mata a 007 de un flechazo, qué locura

Dante Bertini dijo...

Lansky:
gracias, veré si la encuentro.
Tu hallazgo es equivalente a cuando me encontré a Rocky Stallone de secundario en una peli porno...Fue en Ibiza y nunca volví a hacerme con ella.
Después de verla entendí porque está tan obsesionado con el endurecimiento de sus músculos.

Liliana dijo...

Dante... entonces no veas Gerry (¿dónde se ha visto una crítica que recomienda no ver una peli que le gustó?, mira lo que me haces hacer...). Es su película más morosa. Algo así como Esperando a Godot, pero con 5 líneas de diálogos, y dura más de una hora y media. Yo la disfruté muchísimo, porque mientras la ves, te pone a pensar... y a perderte, como le pasa a los personajes.

Seudónimo dijo...

Liliana:
firmaré con seudónimo para que no te sientas obligada a desmentirte...
Creo que esa es una capacidad femenina. Mis amigas pueden ver películas lentísimas sin inmutarse. Les daría igual un solo fotograma repetido eternamente. Supuse lo que me dices de "Gerry", pero como siento devoción por la nariz de Matt Damon (casado con una argentina), tal vez me arriesgue a verla.

Liliana dijo...

Lo verás a lo lejos, quizá dos planos cercanos... Y quizá sea una capacidad femenina (o todo lo contrario), pero no me pasó lo mismo con Madre e hijo de Sokurov, que me hubiera levantado a pegarle al director por poner en cine una exposición de cuadros (bellísimos, eso sí). No hay derecho, diez planos casi estáticos de diez minutos cada uno. Allí la femenidad se me fue al diablo.
Besote.

Diana H. dijo...

A propósito de los contratiempos domésticos, yo vengo zafando del dentista,pero ando a contramano de las máquinas. La lista de los artefactos que se me han descompuesto en las últimas dos semanas ha alcanzado cifra récord. Esto incluye un inconveniente bancario que por asociación personalísima incluiré en la misma lista. Lo peor es mi laptop,y la incertidumbre de cuándo la tendré arreglada. Imaginate.
Menos mal que está el cine,los buenoslibros, el fin de semana largo y tus posteos imperdibles.
Besos que no sobran, y para vos nunca me faltan.

Dante Bertini dijo...

Liliana:
como soy de una época en la que no nos obligaban a ser correctos, lo éramos, puedo permitirme ese pequeño resbalón y decirte que divido las pelis entre buenas femeninas o masculinas y casi nunca me equivoco. Las mujeres tiene un ritmo interno más pausado, de allí que no les gusta tanto el fútbol, y se detienen con placer en los detalles.
Alguien me demostrará lo contrario, pero hasta el momento lo veo así. Un beso


Diana:
me gusta tu cariñosa solidaridad en la desgracia. Te digo que prefiero el dentista a la falta del bicho personal este, sin embargo me recordó la escena de Notting Hill en la que todos cuentan algo terrible de su vida, y la Roberts, de puro solidaria confiesa algo que resulta poco desgraciado al resto. Una mentirijilla encantadora para sentirse cercana a los demás.
Preferiría, por vos, que esto fuera igual, pero me parece que en este caso ganaste por un pelo...o casi por un flequillo.
Acepto todos tus besos, los retribuyo y mando ondas electrónicas de curación para la Top máquina enferma.

pepa mas gisbert dijo...

Un día tonto lo tiene cualquiera. Es el día de todos los semáforos en rojo, de llegar a la parada del autobús justo cuando acabar de irse, de que el ascensor del trabajo no funcione y trabajes en el piso ocho, es ese día. Quizás no lo sea la noche.

Un abrazo

Liliana dijo...

Puede ser, Cachito... puede ser.
Quise decir "feminidad".
Besote.

Lansky dijo...

La peli se llama La gran aventura de Tarzán, la producción es inglesa