Viendo a las estrellas del cine internacional haciendo cola como si fueran vulgares ciudadanos en trámite -banco, super o mini mercado, hospital, iglesia o cementerio, ministerio de hacienda, restaurante de moda o boutique en rebajas, siempre hay una cola en la que se hace necesario plantarse a esperar- me preguntaba si tanto esfuerzo para llegar hasta esa supuesta cima del mundo, finalmente vulgar, cotidiana, muy poco estelar, merecerá realmente la pena.
Años de escuela, cástings, entrevistas y manoseos diversos; días de trabajo duro en horarios incómodos y/o intempestivamente desagradables; horas de gimnasio, maquillador, joyeros, modistos, peinadores y zapateros, para luego encontrarse en una situación tan poco agradecida, esperando su turno -por favor,¿quién es la última?- hasta que un personaje al que nadie conoce pero que detenta el fálico poder del micrófono en mano, les haga un puñado de preguntas tan estúpidas como él mismo.
No importa que hayan interpretado con sutileza, creatividad y vigor a
una bailarina en trance, a una niña perdida en el desierto o a una curiosa reina en gestación, finalmente se verán de pie sobre una alfombra tan roja como barata, esperando el momento de exhibir todos los detalles de su cuidado look, alertas para hacerse con los segundos oportunos en los que poder nombrar la mayor cantidad de veces posible al emporio económico responsable de los muchos lujos que llevan encima.
Es como si todas las actrices tuvieran finalmente un costado
Frances Farmer, sean o no alcohólicas, acaben o no lobotomizadas. ¿Destino de mujer o simple destino humano?
Creo que no puedo, o en realidad no me interesa, darle contestación a esta pregunta.
Me gustan los actores porque siempre me han gustado de una forma especial los artistas. Me conmueve su fragilidad cuando la muestran, me divierten sus motivaciones cuando las descubro. Seres sensibles, y por tanto inestables, esconden tras la vanidad sus innúmeras inseguridades y sus constantes dudas. Son pocos los que se conforman con unos minutos de aplausos: quieren que un batir continuado de palmas sea la única banda sonora de sus vidas.
Esta misma semana, mientras algunas de estas luminosas y no siempre iluminadas estrellas se exhibían sonriendo en la pasarela de Hollywood, otras escapaban para siempre de la escena. Por distintas razones, al menos tres de ellas no me resultan ajenas:
Jane Russell, por su calidad de ícono secundario. Ni tan rubia para ser Marilyn, ni tan étnica para ocupar el lugar de Kathy Jurado, Dolores del Río o María Félix. Su última aparición sobre un escenario fue hace años, para presentar un Oscar al mejor maquillaje. Muy mayor, aunque nada ausente, comentó la ironía de los que la habían elegido para ese papel de meritoria tan poco afortunado.
Annie Girardot, porque, inmensa actriz, en
Rocco y sus hermanos supo morir como nadie a manos de un hombre-actor, Renato Salvatori, que se convertiría después en su esposo, padre también de su única hija. Y además, actriz de la vida, mujer de bandera, habló mucho y escribió algo más sobre ese mal que la llevaría, desmemoriada, a la muerte.
Al final, aunque no última, una malagueña salerosa,
Amparo Muñoz, la que, convertida en Miss España primero, en Miss Universo después, supo ser también Miss Decadencia sin perder casi orgullo ni belleza.
Ilustran: Jane Russell por George Hurrell. Frances Farmer con su perro, Girardot con Salvatori (los días felices) y Amparo Muñoz sin sostén alguno, en fotos promocionales sin pie de autoría.
19 comentarios:
Cuanta belleza se ha ido no??? Me dejaste con la intriga que le preguntaron a la Portman que haces ese comentario???? estaba esplendida y radiante me encanta esa chica, transmite mucha dulzura!!!!
Las tres que no estan ya de este lado del escenario, seguiran disfrutando de los Oscars desde el mas alla.... quien sabe se lleven el proximo año algun premio postumo....
muchos besitos para los 4!!!!!!!!
La femme faux cils de Annie Girardot es un temazo. ME gusta su parte cantante. Y de Jane Russle, pues que era divertidisima en la comedia. Los hombres las prefieren....es una de mis pelis favoritas.
Gise,
cariño, por lo que pude ver antes de caer dormido, todas las preguntas eran casi la misma:
"¿estás nerviosa?"
Como si no hubiera más temas...¡son tan ignorantes!¡tan poco imaginativos!
Los 4 te devolvemos los besos, con y sin bigotes.
Qué descansen en paz. El cielo se llena de verdaderas bellezas y almas sensibles.
Besitos a todos
Naia
Suscribo tus palabras una por una. Tu apreciación inicial me parece para enmarcar. Estos días hemos visto a tanto cretino hablar de "cine" (esto es, alfombra roja, modelitos, poses y demás idioteces) que sarpullidos me han salido, de verdad.
Abrazos.
Fanma:
la Russell ponía un toque de realismo en todas sus películas.
Parecía decir "soy demasiado mujer para andar con ñoñerías". Es que finalmente los hombres se casan siempre con las morenas...
Naia:
la tristeza es que aquí nos quedamos más solos...
aunque la cosecha de bellezas, angélicas o no, tampoco se acaba.
¡Besos desde todos!
Alfredo:
gracias a la corrupción y tontería de los medios todo se convierte en
una Primavera del Corte Inglés.
Nadie habla de calidades interpretativas ni estéticas, solamente importa el modelito, las joyas o el peinado.
Es divertido como compañía pero agobiante como plato único...
Abrazos
y gracias por la compañía.
Bellezas y momentos que nos dieron! Qué bonita y alegre esa foto de Annie Girardot con su partner del canotier frente a los barcos!!!! Ah, todo se desvanece y al mismo tiempo está ahí... y yo, ya menos Frankenstein sin puntos, más desatada y a la espera, pero misteriosamente fortalecida...
Belnu:
a la espera?
no está mal, ya me gustaría...
Ya hablaremos.
Me voy a dormir muy relajada, luego de haber leído tan fluída y bien escrita entrada.
Coincido con tus apreciaciones, Dante.
Abrazos de las Erres :)
Raquel y Renata:
rimante rima rimada
tan redonda y relajada
rotunda, rica y
para colmo
regalada
merece reales abrazos y ronroneantes caricias
(el final no rima, pero acaricia)
Qué lindo...
Me encantó el poema para mí y Renata.
¡Gracias!
Muchos besos, Dante :)
Me quedo con la Russell, tal vez porque su busto era de mármol fino.
Roberto
¡Bravo!
Raquel,
merecido es!
Roberto,
Perdita:
are you welcome.
Más que mal de mujeres es un mal de industria en el peor sentido de la palabra industria. Preguntas estúpidas tanto para el cupo femenino como el masculino. Lo lamentable es que tanto actores como actrices tengan que plegarse a estas publicidades.
Ni una sola palabra falta,ni una sola sobra.
Toda la razón ,y encima,bien escrita y descrita.
Saludicos,Cachito.
Carmen,
gracias
tan cariñosa y cercana como siempre
un abracico para ti
Alma:
Tienen que hacerlo?
Podrían elegir, verdad?
Aunque supongo que los halaga y está bien gozar de nuestra belleza si la tenemos, pero, ¿es necesario hacer cola, prestarse a tanta estupidez sin decir nada que la combata un poco?
Un abrazo, alma fiel.
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