jueves, agosto 23, 2007

le pendu

Paseando por la red con el refrescante sonido de la lluvia como música de fondo, me encuentro con una página que se llama El Arte del Tarot. En mi ahora ya muy lejano exilio de Argentina, viajé desde Buenos Aires a Madrid junto a mi amiga Leonor Alazraki. Experta en ángeles y sensible tiradora de cartas, es hoy la quiromántica más seria y reconocida de todas las de este país, por aquella época, mediado de los setenta, tan poco afecto a los usos y doctrinas esotéricas. Fue ella, Leonor, la que consiguió unos pasajes a precio de liquidación -un charter, se decía por entonces- en una compañía de viajes que se llamaba, con descarada redundancia, Longueira y Longueira. El vuelo era para gallegos emigrados que volvían a su tierra, y aunque a un Bertini y a una Alazraki se les hace harto difícil legitimar raíces celtibéricas, Leonor nos deslumbró una vez más con sus capacidades mágicas consiguiendo cuatro pasajes de ida y vuelta al precio de uno solo de línea regular. Resultaban tan baratos que pensábamos que nos estaba haciendo una broma. Como además de maga era, es, bastante testaruda, se tomó el trabajo de convencernos de que los tiempos por venir serían muy crueles y era mejor emprender el vuelo hacia estaciones más acogedoras. No hacía falta ser bruja para pronosticar al horror instalado en tierras argentinas, pero a veces, cuando las (e)videncias son demasiado dolorosas, elegimos la ceguera como forma de escape. Nosotros optamos por creerle y dijimos que sí, que viajábamos con ella. Recién cuando estuve arriba del avión caí en la cuenta: llegaríamos a Madrid un 28 de diciembre, el mismísimo dia de los Santos Inocentes. Aquella inocentada, si es que en realidad lo fue, ha durado un buen montón de años, aunque contarla entera me llevaría mucho más espacio.
Tal vez por todo esto, cuando esta misma mañana tropecé -¿es que acaso no se pueden tener tropiezos virtuales?- con la página del Arte del Tarot, pensé "¡vaya, qué divertido!". Era una forma como cualquier otra de quitarle trascendencia al asunto, aunque de inmediato me puse a buscar con cierta irreprimible ansiedad un espacio para tiradas personales. Lo encontré por supuesto, aunque con un cartel que anunciaba: este apartado permanecerá cerrado por vacaciones desde el 20 de agosto hasta el 18 de septiembre. ¿Es que los oráculos también pueden/quieren tomarse vacaciones? ¿Durante un mes entero nuestro destino derivará a su antojo, sin nadie dispuesto a predecirlo? Recordé de inmediato un mensaje de los teléfonos públicos argentinos, propiedad de la ubicua Telefónica Española, allá por el año 93 del siglo pasado. Cuando el número al que llamabas estaba comunicando, una voz de mujer cálida, sensual, casi empalagosa, te decía muy ufana: El destino que usted quiere alcanzar permanece inaccesible. Reconozco haber dado un respingo. ¿Había viajado otra vez hasta allí para que una señora desconocida me soltara semejante oráculo sin que yo se lo pidiera? ¿Cómo se atrevía a darme una noticia tan desalentadora sin ningún preaviso, en medio de una plaza desolada y a cambio de un infame cospel de vaya a saber qué bastarda aleación metálica? Seamos serios. Jamás podré aceptar que una compañía telefónica me lea el futuro. Mi amiga Leonor hacía, y todavía sigue haciendo, sus inspiradoras, poéticas, certeras tiradas, exclusivamente a pedido, en un despacho de lo más acogedor y sirviéndose de cartas marsellesas con ilustraciones medievales. Y en ellas un colgado no es un desagradable ruido en la oreja, sino un señor con colorido traje de bufón que pende por sus pies de la rama de un árbol.

18 comentarios:

iluminaciones dijo...

pero, es cierto eso de adivinar el futuro a través de las cartas?

Anónimo dijo...

y tú crees que el futuro existe?

nomesploraria dijo...

destino inaccesible, que desfachatez.
Sólo dos veces he tenido encuentros con magos que no den risa. La primera vez en Agra en 1984 y la segunda, al poco tiempo, con una hermosa gitana sueca en Cadaqués. Fueron momentos no sé si mágicos pero sí inspiradores. El primero me anunció la fecha de mi muerte, la segunda me leyó el pasado con precisión. Un día os los cuento.

Liliana dijo...

Por una costumbre de coleccionar cosas bonitas, me compraría las cartas de Tarot de Jodorowski. Las has visto? No son hermosas?

el nombre... dijo...

cacho!
qué recuerdos tan bonitos tenés!
me hiciste emocionar...hasta las lágrimas!
recordando Longueira y Longueira...
el evidente vaticinio de tu amiga Leonor...
tu llegada el día de los inocentes...

todo lo tenés tan guardado (y bien guardado) en tu memoria!

y me dió, además mucha gracia, porque mis épocas de mayor angustia coincidieron con ese mensaje patético que, cuando llamaba desconsoladamente, a alguien, para conectarme (re-conectarme) con alguien, esa vocecita me sorprendía y me ponía verde de furia: "El destino que intenta alcanzar está momentáneamente bloqueado" ¿COMO SABÍA ESA HIJA DE PUTA QUE YO NO PODÍA LLEGAR A DESTINO? ¿alguien se lo habría dicho? te juro que en esos momentos sentía que el mensaje de Telecom o Telefónica (qué se yo) era una alucinación auditiva, y yo estaba YA totalmente desquiciada!!!!!!!


Te felicito, más allá de que te hayas ido de Argentina (que buena falta nos hace más gente como vos) por la valentía de llegar a otro país, tratando de vivir con dignidad.

BESOSOSOSOSOSSOOSOSSSSSS

el nombre... dijo...

AH!
¿me pasarías el teléfono de Leonor?

La Gata Insomne dijo...

Qué bueno y divertido este recuerdo revivido.

En el oráculo de Delfos, regido pr Apolo, el dios se tomaba sus vacaciones anuales, dejando en su lugar, nada menos que a Dionisos, casi su opuesto, un "colgado".

saludos vacacionales

Dante Bertini dijo...

lil: no conozco las de jodorowski
tengo las de james bond, años 70, algo sicodélicas.

nombre: si picas sobre su nombre salen los datos de su librería-tienda en madrid

gata: de vuelta! y el resultado del concurso?

civisliberum dijo...

La primera y única vez que me echaron las cartas fué hace 20 años en el Abraxas de BCN, hoy ya cerrado. El echador era un calido argentino, que no se si acertó en sus predicciones, pero me abrió una puerta hacia el oraculo de lo desconocido.

el objeto a dijo...

Creo que como decía Jodorovski, el futuro no existe, sólo existe el presente, y las cartas sí que pueden ser una buena herramienta para reflexionar sobre el presente. Cacho, querido, yo llevo dos semanas retomando las cartas e imaginándome poner una carta marsellesa en un post! leyendo el tarot de jodorovski y preguntando por arriba, por abajo, al derecho y al revés... el destino puede ser inaccesible??

vessos

Dante Bertini dijo...

civis: no tenemos futuro ni destino, sí palabras.

pequeña a: parece que estoy de acuerdo con jodorowski por esta vez. fue lo que le contesté aquí mismo a impromptu casi sin pensarlo. después, oyéndome, caí en la cuenta: nunca he creído en otra cosa que el inasible y cambiante presente, empeñado siempre en convertirse en ayer.

Lena yau dijo...

Una delicia, Bertini...

Javier Menéndez Llamazares dijo...

Chico, para decirte que el destino que quieres alcanzar es inaccesible no hace falta ni tarot ni na... Si ya lo gritaban los Sex Pistols hace 30 años:
«There is no future for you»

Saludos

Waiting for Godot dijo...

El mensaje de la operadora telefónica es digno de un post. Besos.

Belnu dijo...

No sabía que te interesaras por estas cosas. Bonita ilustración de Le pendu... ¿Sabes que en la cena de anoche yo llevaba las cartas porque una de los comensales me había pedido que le hiciera una tirada? Pero yo llegué tarde, lenta con mis pobres pies erizados y me figuré que era mejor dejarlo para otro día...

Dante Bertini dijo...

gracias, mil, y bienvenida.
gracias waiting, no inventé nada.
saludos javier, aunque más que hablar del tarot yo recordaba a una amiga.
y sí, bel, me interesan, pero prefiero el Iching.

Belnu dijo...

El I Ching también me gusta. Los oráculos, como dice V, sirven para pensar... ese tembloroso presente que no existe, atrapado entre pasados y futuros. Como todos los sistemas cerrados, como la metafísica, cada uno tiene su lógica interna, que no funciona al abrirlos, al relacionarlos, al pasarlos por leyes de causa-efecto, qué barbaridad! Son sólo retazos de las viejas leyes de la simetría. O formas simbólicas que ayudan a ver en qué está uno...
Yo uso el I Ching y las cartas y los mapas de estrellas...

Dante Bertini dijo...

bel: alberto cousté, autor argentino residente en barcelona, tiene escrito un libro muy difundido sobre el tarot, al que llama "la máquina de imaginar".