martes, abril 08, 2008

Abril, abriles

En abril, lluvias mil, dice un clásico refrán castellano. Hasta ahora mismo el clima barcelonés desmiente ese aserto y ya han empezado a verse, y a sentirse, los efectos de una sequía que pareciera no tener fin. Los propietarios de las tiendas, temerosos de las posibles multas del gobierno tripartito, han decidido no regar más las plantas que decoran los frentes de sus negocios y éstas languidecen, se amarillean y acartonan, contradiciendo los clásicos, biológicamente regulados, efectos de la primavera, con su explosión de diversos verdores y variados capullos.
También yo, nada vegetal, me seco un poco con ellas. Si no fuera porque ni el tiempo ni la energía alcanzan para tanto, me compraría una regadera bien vistosa, le pintaría una B y una V y, bajo el slogan de Barcelona Verdea, me ofrecería para regar todas las plantas que encuentro muertas de sed por las polvorientas calles de Barcelona.
Tal vez esta labor me entretendría la cabeza en algo diferente a mis pensamientos desbocados de estos días. La primavera altera la sangre y los sentidos, lo sabéis muy bien, pero además a mí el mes de abril me envuelve en un tropel de nostálgicos recuerdos. En este mes nacieron, aunque bajo distintos signos astrológicos, mis muy queridos padres: un ariano Don Giovanni -al cielo pongo por testigo de cuánto honor le hizo a su nombre- y una taurina, colorida, aromática y sentimental Doña Flora. La suya no fue una relación fácil, pero casi podría asegurar que se amaron apasionadamente. Si no fuera así, nada de lo que hicieron durante los últimos años de su vida, su cuidado mutuo sin retaceos, su abnegado sacrificio hasta el desolador final, tendría el más mínimo sentido.
También en abril cumplía años Beba, o Bebita, Ferreyra. Fuimos amigos a pesar de la disparidad de nuestras edades y de las experiencias tan distintas por las que habíamos pasado. Cuando la conocí yo todavía no había cumplido los veinticuatro años. Ella tendría unos cuarenta más. Yo salía bastante maltrecho de mi primer relación de pareja, ella estaba separada hacía años de su primer y único marido.
Como a tantísima otra gente, la vi por primera vez en casa del empresario Felipe del Canto, un anfitrión encantador, afecto a organizar reuniones en las que mezclaba jovencitos prometedores con personalidades más o menos relevantes del famoseo porteño: actores y actrices, músicos y cantantes, directores de cine, teatro y televisión, publicistas, modelos de primera línea, artistas plásticos recién llegados de Europa o Estados Unidos y algún jugador de fútbol con buena pinta y un discurso mínimamente inteligible. Bebita, de clase acomodada y sin profesión conocida, era una señora de porte distinguido con un notable parecido a la cantante italiana Ornella Vanoni, visitante habitual de la capital argentina. Además de la melena rojiza, aleonada, compartían unos rasgos fuertes, definidos, nada feminoides, y una mirada cargada de inteligente intensidad, muy alejada de cualquier pretensión de inocencia. Siempre me gustó bailar y solía ser el primero en empezar a hacerlo en todas las fiestas. Desde un primer momento Bebita demostró interés por mí, y yo, al principio por pura vanidad juvenil, correspondí a su interés con el mío hacia ella. A pesar de sus piernas, ya muy cansadas, en todas las fiestas que compartíamos simulábamos algún baile que otro: yo hacía lo necesario para llenar el espacio con la totalidad de mi cuerpo joven, elástico y rebosante de energía, mientras ella se clavaba en un lugar y como mucho movía un poco los brazos, los hombros o la cabeza, aunque sin perder jamás el ritmo, sino siguiéndolo con la misma elegancia felina que envolvía todas sus acciones. Nunca hablábamos de nuestra vida pasada. Ella creía con verdadero fervor en el lema de aquel pajarraco que sobrevolaba La isla de Aldous Huxley repitiendo "aquí y ahora", para que nadie se olvidara de vivir intensamente cada instante de su vida. Sin embargo en algún momento de despiste me contó acerca de una hija compositora viviendo en París y también de los maltratos psicológicos que había sufrido durante sus años de casada. Era feliz en las calles muy transitadas del centro de Buenos Aires, rodeada de apretujantes multitudes de gente anónima, pero apenas llegaba el otoño huía del frío húmedo que solía enfermarla para perseguir los diferentes veranos del mundo. Despreciaba la droga, la corrupción, la estupidez, y sin duda ni resquemor alguno, dividía a la gente en dos grandes grupos: los que odiaban el sexo y aquellos que intentaban vivirlo en plenitud y libertad.
Unos años antes de morir en Nueva York -una de sus ciudades preferidas- se acercó hasta mi casa de Ibiza. Creo que quería despedirse sin decirlo, con la misma discreta elegancia con la que envolvió toda su vida.
Como cada año, este mes de Abril que recién comienza me la recuerda, de la misma manera que lo hacen Doctor Zhivago, Harold and Maude -una versión más hollywoodense de nuestro nada breve encuentro-, las teorías algo olvidadas de Wilhem Reich y las historias familiarmente zoológicas de otro querido amigo suyo, el escritor británico Gerald Durrell. Todos descubrimientos que le debo y, supongo, seguiré debiéndole para el resto de la eternidad.
fotografía de joseph koudelka

35 comentarios:

Noemí Pastor dijo...

Menos mal que han existido mujeres así. Qué sería, si no, de nosotros.

Idea dijo...

Cacho, ¡qué cálida tu memoria! y ¡qué lúcida su percepción de la línea que separa lo que sí y lo que no!

Dante Bertini dijo...

noemí: no tengo de ella ni siquiera una foto, pero estará en mi memoria mientras mi memoria esté aquí.

idea: ayer, con visitas porteñas en casa, estuve desempolvando recuerdos. Gracias I, últimamente tengo poco tiempo para hacer visitas, aunque iré haciéndolas

Anónimo dijo...

Zbelnu, yo creo que la poesía de Cacho va muy, pero que muy bien para la colección que dirije TM en TE, aunque ya sé que él es muy suyo y no acepta ninguna sugerencia de posibles publicaciones, pero quizá acepte las tuyas y pido perdón por anticipado por meterme donde no me llaman pero yo siempre he creído en la poesía de Cacho y según dicen los expertos tengo muy buen "instinto poético" a mi satélite me refiero. Sigourney

Lilian dijo...

Hermoso relato; me emociona tu lealtad con la mujer, la persona ... eso de nunca olvidarla significa que ella fue uno de los pilares de tu vida asi es que ella trasciende a traves de ti en cierta manera, eh? Lindas, lindas palabras.
Un abrazo...

Dante Bertini dijo...

gracias, sigourney; mejor no digo nada. besitos

lilian: parece que lo fue, si, aunque en aquel momento no lo tenía tan claro. El tiempo ajusta las cosas, les da su exacto lugar.
un abrazo.

39escalones dijo...

Eso se llama dejar huella... Todos estamos más o menos marcados por algo así.
Un abrazo

Margot dijo...

Pues deberías desempolvar recuerdos más a menudo, te surge un estilo calido-nostálgico que me pirra... a eso lo llamo yo regar memorias! jeje.

Un beso!

Gise =) dijo...

Cacho me encanta cuadno cuentas esas historias de vida que has tenido, esos encuentros con gente tan importante y que además como Beba te dejan tan lindos recuerdos y experiencias. Gracias por compartir algo tan tuyo es grato saber algo más del hombre, que me gusta tanto como escribe.
Besikis y disfruta de las visitas!!!

Dante Bertini dijo...

39E, margot, gise: si os gustan las memorias del sujeto que escribe, en este blog hay varios posts que tocan esa melodía nostálgica.
Viene bien recordar, aunque a veces duela. besotes y besitos!

Lucía dijo...

Una historia muy romántica a pesar de la melancolía.

Besos.

PD. Puedo enviarte una botella de agua de lluvia, aquí no deja de caer. Resulta un poco deprimente.

Alicia Abatilli dijo...

La memoria... ¿Qué sería de aquellos que nos dieron tanto sin ella?.
Un recuerdo indeleble.
Un abrazo sin lluvias.
Alicia

Dante Bertini dijo...

lucía: espero esa(s) botella(s)llenas de lluvia.
necesitaremos muchas.
dentro de nada tendremos que pagarlas.
besos.

Alicia: y un abrazo bajo la lluvia?
necesito, necesitamos agua.
aseguro que mis recuerdos no se borrarán con ella. un abrazo

Sweet carolain dijo...

Queres agua de lluvia!!! jaaaaaa te mando toneladas desde cordoba argentina. Saludos muy linda hitoria. Carolaina.

Clarice Baricco dijo...

Supongo que no naciste en abril, sino sería un broche de oro. Sin embargo, estos recuerdos son oro.
Nadando en un abril único.

Un abrazo..

Dante Bertini dijo...

Clarice: soy de otro mes marciano: noviembre. Verdad que cada día lo es? Único, digo. Un beso.

Carolaina: dulce, lo de pedorro es argentino o español? Es que a estas alturas se me confunde todo y ya no sé qué es de dónde(por suerte!) Por aquí cerca también llueve, pero no sobre nuestro pequeño "condado".

Unknown dijo...

Ja ja ja has puesto tu nombre en katakana!!!

Anónimo dijo...

Fanmakimaki:
por qu� te da risa? comet� alg�n despreciable error? As� me lo mand� Sakato y es un homenaje a ella, tan encantadora conmigo.
Soy tan nulo en japon�s que reci�n me entero del katakana!
Lo de poner el nombre en japon�s te lo he copiado a t� que lo tienes desde siempre...Uno va nutri�ndose de todo lo que encuentra en su camino, verdad?

Waiting for Godot dijo...

Yo nací el 7 de abril. Y me encanta haber nacido ese día y en ese mes. Besos.

Dante Bertini dijo...

feliz cumpleaños, waiting!
precioso día, precioso mes...

阪戸みほ Miho Sakato dijo...

hola ダンテ!

i am looking forward to your creative photos! (with new sticker)^^

ps/
my birthday is April 27. jajaja..

Unknown dijo...

Hey...que no era un comment borde. Que está muy bien! :) Está muy bien. Los nombres extranjeros se escriben así. Que me ha hecho gracia solo. He supuesot que fue Sakato que nos está enseñando un poco. A mi me lo escribió otra japonesa que vive en Barna que es cantante.

Lirium*Lilia dijo...

Me encanta tu estilo para contar vivencias, experiencias... he podido "ver" a tus padres, y más aún lo compartido con Beba. Tanto amor y respeto a lo vivido. Hermoso que hayas compartido estos momentos que te marcaron tanto. Un beso.

Dante Bertini dijo...

Miho: I'm jury in the Lleida's Film Festival till april 19...
April, the best month!
Happy birthday!

Dante Bertini dijo...

Fan: genial! mi manejo de idiomas merecería una bajada de puntos con retirada de carnet! menos mal que en castellano logro hacerme entender...Esa japonesa es mi próxima reencarnación, no lo dudes.

阪戸みほ Miho Sakato dijo...

muchas gracias ダンテ!!!!!

your white horse is so beautiful..
http://sakatodesign.blogspot.com/

A ri ga to u(=japanese. thanks)

nomesploraria dijo...

Qué casualidad, tengo un libro de G. Durrell encima de la mesa mientras leía tu entrada. Lo he buscado para mi hija y me ha vuelto a enganchar como la primera vez.
Un saludo enorme, Pedazo de Pan sin Molde (si acaso lo rompieron para vos)

Dante Bertini dijo...

només: un piropo realmente precioso; muchas, muchas gracias.
Durrell tiene uno de sus libros dedicado a mi amiga: The whipering land. Es sobre un largo viaje a Argentina.
http://www.durrell.ru/books/Tierra.pdf

Gise =) dijo...

profe decime como pones los caracteres en chino??? El libro de Durrell es en español o en ingles? me gustaría comparlo por eso te pregunto...
Besikis!!!!!

Belnu dijo...

Toda la razón, Sigourney, me alegro de que estemos de acuerdo! No sé por qué no se decide y les hace una propuesta de unir varios libros y también los poemas nuevos en unas Completas de 2008. Vamos a ver... Por cierto, mientras esperamos la lluvia, también y cumpliré años, así que este post es una especie de regalo...

Dante Bertini dijo...

zbelnu: no será el único regalo, espero...un hermoso mes: también mi amada Bette Davis cumplía en abril, y mi gran amigo de la adolescencia, Carlos, y...me voy a dormir, que mañana empieza la fiesta.
De los poemas no me atrevo a opinar, pero me gustaría.

Gise: si hablas del libro de Durrel, "Tierra de murmullos", está en PDF en la dirección que puse allí, lo puedes bajar, aunque Alianza lo tiene en edición de bolsillo. En Argentina cuesta 8 pesos.

Besos a todos: me voy a Lleida.

el objeto a dijo...

con esas alitas te fuiste a Lleida con las estrellas,
con esas alitas yo también sobrevuelo estas semanas difíciles,

te echo de menos,
va.

Ava G. dijo...

esa foto... hermosa, mágica ...

buen ojo, cacho!

Anónimo dijo...

Recuerdos de abril, retazos de tu historia y de las vidas que han quedado en ti, a veces es necesario viajar en la nostalgia agridulce del pasado, no deja tan mal sabor...

Saludos...

Anónimo dijo...

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