martes, agosto 18, 2009

ma mère l'oye y mi amiga la oca


Compuesta de cinco pequeñas piezas para piano sobre temas infantiles, Maurice Ravel escribió Ma mère l'oye para que la ejecutaran dos niños a los que profesaba admiración y afecto: Mimi y Jean Godebski, de seis y siete años.
Los que siguen este blog saben de mis vacaciones en el Motseny y de mi encuentro allí con la oca, o gansa, Sisí, llamada también Ven -Ven, gansa-, y a la que finalmente, motivado por su dulzura y comunicativa musicalidad, he rebautizado como Ocarina, el nombre de un pequeño instrumento de viento con remoto origen sudamericano.
¡Oh, carina!
Todo tiene un final, todo se acaba. Mi relación con Ocarina, a partir de hoy, dejará de ser cotidiana. Serán otros quienes le acerquen sus frescas hojas de lechuga y, supongo, será a esos otros a quienes ella dedique sus aleteos de felicidad, sus acercamientos cariñosos y sus suaves parloteos. De forma por demás inesperada, como suceden muchas de las cosas más importantes de nuestra vida, Ocarina ha llenado de alegre y cariñoso divertimento estos quince días de un pesado, tórrido agosto vacacional. Pensaré en mi amiga la oca más de una vez, estoy seguro, pero ahora, aún desde la cercanía física y afectiva, me pregunto:
¿Cómo podemos hacer daño a estos animales? (pulsar)
¿Cómo podemos hacer daño a los animales? (pulsar)
Después de tanto horror, si pulsáis aquí:
OCARINA
encontraréis un auténtico regalo.

Foto de B-Ch.

37 comentarios:

Belnu dijo...

Me encanta tu Ocarina, y gracias por el regalo musical. No sé si podré seguir comentando aquí o si tendré que cambiarme el nombre, pero de momento, quería decírtelo y ampliar tu interrogante, en vista del perverso plan municipal, que ya han empezado a ejecutar, ¿y cómo pueden cortar los árboles?

Marina Judith Landau dijo...

Ay, qué maravilla las coincidencias! Hasta recién estuve sin conexión y para no descontrolar estuve escuchando Martha Argerich. Ahora que volvió internet, llego a tu blog y me encuentro este exquisito obsequio. Lang Lang emociona profundo. Me conmueve su estilo de tocar, de dejarse llevar.
Qué dulce nombre, Ocarina, le va perfecto a esa gansa hermosa.
Es feo tener que despedirte de ella... Ojalá pronto puedas volver a verla.
No podemos hacer daño a los animales. Son otros los que pueden.
Que la ternura de Sisí Ven-ven gansa Ocarina se te quede adentro siempre. Te abrazo y te agradezco el post. Andaba necesitando buenas emociones, confirmar que existen seres sensibles y que la vida sigue siendo bella y tus palabras, la foto y el regalo me han hecho mucho bien.

Pablo Copola dijo...

Gracias por compartir esos momentos tan íntimos de confraternidad vital con otro ser vivo, tan sencillo, tan apaciguante como una oca que nos hace pequeños y felices copartícipes del deslumbrante y alucinante milagro de la vida.
Saludos
(Qué agradable regalo, y melodía)

Dante Bertini dijo...

Zbelnu,
Marina,
Moreiras:
gracias por vuestros comentarios. Estoy desocupando la casa, emprendiendo el retorno, así que todo es melancolía.
El regalo nos lo merecemos los que sabemos apreciarlo como tal.
Aunque no soy creyente, quisiera algún castigo divino, y no me importa el nombre de la divinidad que pueda ocuparse de ello, para los que destruyen seres vivos indefensos, sean estos animales, plantas o personas.
Un abrazo... y hasta la urbe desarbolada.

Unknown dijo...

Je je je, buen nombre.

Imagino que la respuesta es que si somos capaces de hacernos daño entre nosotros, no hay problema para hacerselo a cualquier ser vivo.

Dante Bertini dijo...

Fan:
gracias...

Se entiende como explicación, aunque no lo hace más justificable.

henohenomoheji dijo...

Feliz regreso, y bienvenido a la melancolía.

Dante Bertini dijo...

Heno:
gracias, usted lo ha dicho bien, aunque ella es mi casa desde siempre.

ana dijo...

Tiempo hecho de cosas sencillas, eso es el descanso. Noches que se paralizan ante el sonido de los niños, ante la brisa del aire nocturno tan esperado... notar que entre cosas si importancia, se van tejiedo los hilos invisibles hacia lo eterno. Siempre recordarás el verano al lado de la vivaracha Ocarina.

Todo tiene su final, pero quizá... quizá... no todo se acaba.

Saludos.

Lilian dijo...

Hermoso post! muy intimo... Estoy contigo, tambien pidiendole a alguna divinidad que castigue a los que hacen sufrir a los animales, a los niños, a los ancianos...
Un abrazo--

pepa mas gisbert dijo...

Comentario sin comentarios, un poema:
Amigo, hagámonos una confidencia
ahora que parece no nos observan los gastrónomos,
que montaña de huesos cubriendo los párpados del día!
no se te ocurra tocar el hígado de la oca,
las sagradas tripas del cerdo,
los ojos del pez extinto,
las cuencas vacías del tiempo.
Arrodíllate,
sólo arrodíllate
ante la muerte servida en vajilla de plata
y sé silencio como ellos
"serás uno de los nuestros"
te dirán entonces.
Aunque puede que nada de esto ocurra
y un buen día se fijen en tu talla
y te trituren el hígado,
y seas un bonito mártir
extendido en rebanadas.
Ciertamente el aire huele a comida hasta la náusea.


Julia Otxoa

Te abrazo

Raquel Barbieri dijo...

Dante,

Me encanta el vínculo que estableciste con Ocarina y que le hayas puesto ese nombre, que ella te haya endulzado las vacaciones con la inocencia tierna de los animalitos queridos, y gracias por la pieza de Ravel.
Todavía no me atreví a hacer click en los enlaces para ver cómo se puede dañar a los animales. Me hacen mal esas cosas.

Siempre te encontrarás Ocarinas en tu camino porque tu sensibilidad abre paso.

Beso y abrazo de Renata y Raquel :)

Dante Bertini dijo...

Ana,
Lilian,
Raquel y Renata:
parece que somos unos cuantos, aunque no demasiados, los que pensamos en la necesidad de preservar algo más que al hombre; que también del resto, lo que supuestamente, y visto siempre desde nuestra mirada egocéntrica, nos rodea. Es como si quisiéramos salvar nuestro camarote hundiendo la embarcación.
Un abrazo a todas, o aún mejor, cuatro abrazos bestiales.

Dante Bertini dijo...

Alma:
tu poema es todo un comentario y más. Maravilloso.
No lo conocía, gracias.
Y a Julia Otxoa por escribirlo.

Isabel Mercadé dijo...

Preciosa entrada y magnífico poema el de Julia Otxoa. Me han venido a la memoria, de pronto, retazos de cuentos, novelas... pero el que recuerdo más claramente es "Tobías Mindernickel", de Thomas Mann, sobre el maltrato a un perro. Deja casi sin respiración.
Que el regreso, a pesar de todo, te sea propicio.

el objeto a dijo...

Me encanta Ravel, qué bonita pieza, y me ha encantado ese dúo de cabellera blanca yojos rasgados,
parece que escucharlo refresca algo el verano.

Creo que quienes dañan a los animales están dañando lo más natural de ellos mismos y de los otros, necesitan dañar los lazos que nos unen, a nosotros mismos y al mundo, la razón es una falla interna, una herida que sangra, lo fuerte es que haya tanta gente cruel con los demás, con los animales y con el medio, si nos respetáramos y amáramos más a nosotros mismos,tendríamos más cuidado con los otros, con lo otro

Dante Bertini dijo...

Bel,
Vanessa:
ya estoy aquí, en el infierno urbano, sin Ocarina pero con Federico. Él, más directo que yo, intenta superar su melancolía durmiendo en un tiesto, soñando tal vez con los verdes campos del edén montnegrino.
Las verdaderas bestias se enseñorean de la tierra, hacen de la ciudad su reino.
Que los dioses no los perdonen.

Diana H. dijo...

Encontrar la belleza en la sencillez de un acto cotidiano, detenerse a apreciarla y agradecerla, de alguna manera. Tu entrada es una maravilla, pieza musical incluida.
Me sumo a Raquel, no soportaría ver lo que imagino que enlazaste y te juro que no lo necesito. Ojalá a alguien le sirva verlo, lamentablemente dudo de que causen efecto en los responsables del horror.
Qué enorme verdad esa de las cosas importantes e inesperadas. A mí me ha pasado sentirlas en mi interior como la confirmación de algo que a nivel inconsciente me aullaba desde antes. Es extraño y mágico que sea así.
Un beso.

Dante Bertini dijo...

Luzdeana:
no son imágenes crueles, tampoco yo las soporto; son narraciones no menos desagradables sobre la confección del paté de hígado de oca, un "refinamiento" francés que se paga caro y beneficia a unos personajes sin sensibilidad ni escrúpulos y deleita a otros con un especial sentido del gusto...
No hay magia ni sensibilidad en ellos, a lo sumo especulación y gula.

Un abrazo

Miroslav Panciutti dijo...

Me ha encantado la pieza musical. También tu relación con Ocarina. Sobre tus retóricas preguntas, sobran las respuestas. En el caso del Foie, que es delicioso, para qué habríamos de negarlo, el dilema se me plantea sin excusas. Quiero decir que, como no me gustan los toros, no tengo ningún problema en abogar por su supresión y nunca he admitido el argumento "artístico" de sus defensores. Obviamente, lo mismo habrá que defender respecto al foie, por más que haya de renunciar a esos sabores.

Poli dijo...

La liturgia de las despedidas...
ojalá uno no se tuviera que despedir de esos seres tan sencillos, sinceros a la hora de dar (o no) cariño {{porque yo tenía un pato, que no más poner un pie en el patio, venía cabeza al ras del piso, con las alas abiertas, diciéndome algo con su graznido, derecho a picarme los tobillos. jaja}}
Yo quise recibir tu regalo, pero la red laboral no me deja, su maldad es más mala cuando compruebo que si me deja linkear los otros dos link.
Yo también quisiera ese castigo!

Me pondré al tanto con tus últimas publicaciones, que he descuidado un poco. =)


Besos graznados de dos en dos.

Dante Bertini dijo...

Miroslav:
odio el paté, detesto el hígado, así que lo tengo más fácil que tú. Por otra parte no soy vegetariano, así que no puedo acusar demasiado.
Sé que no comería carnes si tuviera que matar para hacerlo, mucho menos cometería según qué atropellos sobre seres vivos.
Nuestro gobierto tripartito y progresista ha duplicado las corridas de toros. Vaya!

Dante Bertini dijo...

Poli:
encantadores tus graznidos, los escucho con admiración y deleite.
El regalo es de you tube, así que a lo mejor lo encuentras, google por medio, picando el nombre de la obra Ma mère l'oye o de la intérprete, la argentina Martha Argerich.
Un abrazo enorme

阪戸みほ Miho Sakato dijo...

lovely bertini! it looks you are relax and enjoy.

thanks many beautiful photos.
i love your photo very much:)

besos

Dante Bertini dijo...

Miho:
gracias, I remember you:
http://blog.pucp.edu.pe/item/37102

Carolina dijo...

Hermosa obra la de Ravel. Y ya que estamos en el tema, y aún más en contraposición al pequeño torero, un verdadero prodigio: http://www.youtube.com/watch?v=zqcmsFD_egw&feature=related

Dante Bertini dijo...

Carolina:
imposible entrar al link...me dice que hay errores que lo impiden.

malditas musas dijo...

Un amor de verano? mmmm...

Por cierto, esta pareja de pianistas es un regalo excelso... un orgasmo musical.

que te sea leve esta microinfernal Barcelona de 40º, dante.

Saludos!
musa

Anónimo dijo...

Por algo no me gustaba a mí el foie-gras.Probrecicos.
Ocarina ,preciosa.Lo de los novillos prefiero no comentar.Solo una cosa .Me parece una aberrrrrrrración.
Regalo de lujo.¡¡Que maravilla!! de pianistas.Ambos.
Seguro que Federico se adapta antes que tu a la situación no vacavional......
Asi son los no racionales.
Saludicos.

daniel rico dijo...

Podes cocinarla . Y despues te la comes acompañada de vino tinto, como hasen los cristianos con el hijo se su dios para que les traiga suerte.

Que comentario malo me salio, bueno, como dise el dicho helenico "de ves en cuando hasta homero duerme la siesta"

Saludos y suerte!

carmen dijo...

Ese anónimo soy io.Carmem.
Saludicos

Dante Bertini dijo...

Musa,
como era de esperar no me fue nada leve...trato de paliarlo con amigos...por lo menos sufrimos en compañía.
Un abrazo



Carmen
por dos:
a mí tampoco me gustó nunca.
Cuando amigos frenceses pretendieron vendérmelo acompañado de un exquisito sauternes, me tomé el vino y les dejé el foie.

Federico ya se había adaptado en el camino hasta casa. Su realidad es el presente.
Un brindis


Daniel Rico:
buena recomendación para algún Caníbal Lecter, no para mí, que ni siquiera tomo vino de ningún color.
Un saludo con alas desde Barcelona

Mafalda dijo...

...

Se terminaron tus vacaciones y veo que te la pasaste bien.
Ese amigo blanco ganó tu corazón.

Auchhh, me gusta mucho el pate, lo confieso con un hueco dobleteado en la barriga: de antojo y de remordimiento.

Leí el post previo, me haré de ese libro. Voy conociendo más de ti.

Saludos desde tierras aztecas.

Mafalda

Gise =) dijo...

El juego de la oca, ya empezo ia ia oh, es muy difvertido si si, es muy aburrido, no no no ia ia oh!!!
canciones de niños tu te acordaras de Ocarina y a mi me recordaste la cancion de niña... El regalo una delicia a los oidos!!!!
El primer link: no me gusta el foie gras...y ahora menos
El segundo: que lastima que desde pequeños crean que eso es diversión...
besukones cariño!!!!

Dante Bertini dijo...

Mafalda:
yo como vaca...aunque me parece que la crianza es menos cruel, siendo un mamífero como yo no le tengo demasiada piedad.
Tú y
Gisella
se habían quedado por aquí sin contestación: lo siento.
Coincidisteis con mi regreso de vacaciones, el calor terrible y la apatía total...
Besotes aztecas y porteños

Darth Tater dijo...

¡Pero qué hermosa foto! Hasta parece que te está tomando consejo doña Ocarina! Es una lástima que la hayas abandonado y que Federico no tenga ese talante alegre y consumidor de lechuga... Por cierto que a mí me encanta el foie gras pero estoy de acuerdo en su prohibición... No creo que en Francia lo hagan, pero al menos ahora en Mëxico está prohibida su venta y cuando vienes llegando de París automáticamente inspeccionan tus maletas y te confiscan cualquier jamón del diablo que le sea parecido.
p.d. ¿Ya escuchaste a tus paisandos de "pafédefuá"?
Llevo dos. Dame chance, Dante, me reinvindicaré próximamante, si me lo permites, con algún post referente a Hitchcock o a Borges o a Annie Leibowitz...
Un abrazo fresco desde un desordenado D.F....

Dante Bertini dijo...

RR:
me quedo con tu invitación para la ventana indiscreta, una de mis pelis favoritas...veré si algo algo con ella, aparte de nombrarla.
y Viva México!, si no permite semejante tortura. Desordenada pero no tortuosa.
Roxana, se pueden comer tantas otras cosas...
Beso sin paté