martes, octubre 06, 2009

Sería un bólido el fenómeno celeste, dijo el periódico...


Debo confesar que el título de este post está robado del diario La Nación de Buenos Aires.
Lo encuentro simplemente ¡fenomenal! y además viene de perlas (!!!) para este texto que empieza sin rumbo fijo y con impredecible destino.
Temo que la salida infanto-juvenil del domingo pasado haya terminado de estropear mis abolladas neuronas. Y no puedo, ni debo, permitirme arrojar culpas al paisaje circun-Dante.
Me parece casi onírico, que no pesadillesco, caminar por un barrio despojado de historia, de edificios emblemáticos y monumentos de próceres; tal vez algo feito y desangelado, es verdad, pero innegablemente actual, ya que a cualquiera que en el siglo pasado se le hubiera ocurrido perpetrar un horror semejante al de ese parque de tuberías pintadas con esmalte color gris medio -sin intermediación plástica alguna, directamente extraído del bote- lo hubieran condenado de inmediato al ostracismo o al menos al exilio. Por suerte para nosotros, las plantas crecen a su aire apenas se lo permiten, cubriendo con desinteresada piedad la especulativa, arbitraria y desagradable acción de los presuntos paisajistas urbanos.
El encuentro fue a las siete de la tarde en la puerta de los multicines de Diagonal Mar.
Éramos cuatro, como los mosqueteros después de conocer a D'Artagnan. Tres y una, igual que en aquella película de la niña recién nacida y sus tres presuntos padres solterones.
Como programa habíamos elegido la versión doblada al castellano de una película futurista de Bruce Willis. Teníamos claro que al no tratarse de un filme de arte y ensayo, el doblaje no la estropearía demasiado. La voz de Ramón Langa es agradable y suena creíble, si bien a veces su pluriempleo nos confunde haciéndonos pensar que Willis y Kevin Cotsner han intercambiado sus caras de la misma manera en que lo hacían Travolta y Cage en Face/Off.
No es así, por supuesto, aunque los bisturíes planeen sobre la película como si de publicidades muy poco subliminales se tratara. Es que uno tiende a suponer que para rodar Surrogates (Los sustitutos), sus productores vaciaron gimnasios y clínicas de cirugía estética de todo Estados Unidos y sus alrededores. Músculos exuberantes, mejillas relucientes, nalgas y narices respingonas, melenas impecables, todo al por mayor; comprado a bulto, por docenas de docenas. Resulta difícil imaginar que pueda existir tanta perfección modelo Siglo XXI en todo el mundo, casi tanto como pensar que un específico canon de belleza pueda haber producido tal cantidad de frutos al mismo tiempo en un solo Estado de la Unión. Al lado de tanto colágeno impecable, la noble, carismática y bien cuidada madurez de Bruce Willis resulta insultante.
Para valorar este filme recurro a un comentario ajeno extraído de la red: "la encuentro bastante aceptable; cumple de sobra, de principio a fin, su misión como entretenimiento". Agrego además dos apuntes personales: ¿te deja con ganas de comentarla al salir del cine? No especialmente. ¿Te olvidas de ella casi de inmediato? Sí. Estoy casi seguro que después de este comentario comenzaré a olvidarla.
Como la diversión se agradece pero el cine puede ser otra cosa, pocos días después fuí a ver la última de Woody Allen: Si la cosa funciona (Whatever Works).
Tal vez baste con decir que es otra de sus bellas películas neoyorquinas, sobrada de emoción, ingenio, ironía, diálogos sustanciosos y gags de carcajada incontenible. Allen, instalado otra vez en esa Ciudad de los Milagros que quizás sea de verdad, por qué no vamos a creerle, su tan fotogénica y reconocible New York, nos habla nuevamente -aquí de forma directa, dirigiéndose al público que al menos esa noche llenaba la sala- de la importancia de todos esos imponderables que llamamos suerte, fatalidad, destino, y que para él dependen, aunque casi nunca lo explicite abiertamente, de la capacidad que tengamos de aferrarnos a nuestra existencia; de esa profunda convicción sobre que, más allá del libre albedrío que nos permitiría hacerlo, la vida tiene demasiada importancia para decidir acabar con ella, arrojándola en un momento de desesperanzada locura por cualquier ventana. De algo parecido trata Hotel New Hampshire, el libro de John Irving que dirigiera para el cine el siempre interesante Tony Richardson.

Para terminar vuelvo por un momento a Allen.
No es que su última película me haya gustado mucho. Solamente hubiera preferido quedarme a vivir allí mismo, dentro de ella.

46 comentarios:

Diana H. dijo...

Como un bólido, así son estos posteos tuyos.
Quién pudiera arrancar con "este texto que empieza sin rumbo fijo y con impredecible destino", y terminarlo con una reflexión que nos acerque tanto al sentido de la vida, así, aterrizándonos a nuestra silla directo desde el mundo de las movies.
Me quedo con todas las ganas de ver "Whatever works" ya mismo.
No están nada abolladas tus neuronas!
Un abrazo.

Dante Bertini dijo...

Luzdeana:
gracias. A veces tengo la sensación de querer decir algo -si no fuera así ni me sentaría a la máquina: odio lo de la página en blanco como fantasma del pánico- y al mismo tiempo el sentimiento ambiguo de no saber hacia donde estoy yendo y si tiene sentido hacerlo. Después de compartir necrológicas varias y posts tirando a depresivos, quería transmitir algo optimista. Esta película lo es, desesperadamente.
Gracias otra vez a Woody Allen.
Le debemos lo que filma.
Un abrazo, luminosa

Poli dijo...

Daaaaaaante!!!!
yo quiero tener alguna de mis neuronas con tu grado de abolladura!!! Alguna!!
jajaja
y poder escribir algún bólido de estos, como dice Luz.

Besos y mimos.

daniel rico dijo...

Exelente Cacho, como de costumbre.

Me gusta mucho como contrapones, sin juicios ni excesos, dos miradas diferentes sobre lo que el cine puede ser: entretenimiento o arte.

Yo creo que Holywood se ha transformado en una poderosa industria de entretener donde cada vez hay menos lugar para el arte. Lo peor de esto es que ha impuesto una estetica planetaria que influye sobre el cine de todos los paises.

Un abrazo.

PD: el derecho a la belleza es tambien un derecho humano.

Gise =) dijo...

Hay cariño pero si es que cuando como tu dices cominezas a escribir sin rumbo fijo tus post y tus escritos en genral son INMEJORABLES!!! me gustó lo de salida infanto-juvenil!!!! es genial el termino!!! que hay que hacer para tener las neuronas abolladas como las tuyas??? digo porque no veas...tienes una memoria de elefante como decia mi abuela!!!! Doy fe que te hubieras quedado a vivir en ella, en la comida del domingo todo te llevaba a la peli y me diste tantas ganas deverla que mañana seguro voy, para ver la segunda peli de Allen en mi vida, la primera un bodrio filmado en la Condal y esta en New York quiza la primera que vi conocia la city y no me gustó y solo pido salir de la segundatan feliz y entusiasmado como quedaste vos!!!!!
Es una lastima lo que hicieron como parque en el Diagonal Mar pero la naturaleza es sabia y las plantas lo han mejorado por completo!!!
Besukones y llegue 4 a comentar para que luego no me digas que te olvido, jejejeje!!!!!

Gise =) dijo...

La foto de Ramón Langa hace honor a su apellido (en lunfardo, claro) muy langa regando el jardín....

loco por el cine dijo...

Gise por dos:
sos muy astuta y rápida.
El Langa es tal cual; yo juraría que es un español de Almagro, regando el tiopa con la ragueman.
Gracias por los piropos, como siempre. Ya estoy de vuelta en Barcelona, ¡quevachaché!
Besos


Poli:
todas coincidiendo en los elogios y yo tan mimoso como siempre...
¡si hubiera tenido abuela!
Abrazos para dos


Daniel:
soy de los que creen que el arte sin entretenimiento no tiene mucho sentido. Arte de museo, sin pasión ni entrega. Prefiero a mi gato, todo belleza, o una caminata por alguna rambla arbolada, ya que el campo me cae un poco más lejos.
Un abrazo y gracias por pasar y leer

Gise =) dijo...

lo de devuelta en Barcelona, es porque ya saliste de la peli?? o te habias pirado a algun lado???

Dante Bertini dijo...

Gise:
pirándome estoy ahora.
Al club.
Solamente me fui de la película.
Ni W.Allen tiene un efecto tan duradero.

La Muniequera dijo...

Mmmmqué ganas de verla!

jnj dijo...

Este lunes, día del espectador en Blanes (en Lloret de Mar no tenemos cines, sic.), la cambié en el último instante frente a la taquilla por "El secreto de sus ojos" (¡guau!). El lunes que viene me sumerjo en N.Y.

Salu2.

Beatriz dijo...

Éste es el Dante que espero siempre, divertido, con una sutil ironía, y sobre todo tan lleno de buena información.
En cuanto acabe mi mudanza me voy disparada a ver la peli de Woody a ver si me ocurre lo mismo que a tí , "con ganas de quedarme dentro de ella " Me ha gustado esta última frase. Creo que es la sensación que nos queda cuando disfrutamos tanto con una buena película.
Un abrazo desde mis embalajes.

Dante Bertini dijo...

Muniequera...
baila tu danza hechicera...
(no venía al caso, pero me gustó)



Beatriz:
si tú supieras...
me es imposible verme el humor mientras escribo, así que a veces estoy saleroso y otras estoy nublado, como los días mismos.
¿Lo de los embalajes suena un poco erótico o esta primavera a destiempo está surtiendo extraños efectos sobre mí?
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

jnj:
no te equivocaste en absoluto; es más probable que aguante en cartelera la de Woody Allen, y la de Campanella es también una buena película (supongo que el ¡guau! es aprobatorio...aunque no me molestaría en absoluto tener un hombre lobo, o perro, entre mis comentaristas)
Me da una ligera envidia que tengas todo ese placer por delante.
Que la disfrutes...y me traigas algún recuerdo de Miss Liberty.
Abrazo.

Tänzerin dijo...

Pienso que Woody Allen nunca fue un muchachito en la escuela, y ahora de viejo tanto nos sorprende que parece muy joven su discurso. Joven por fresco, aunque maduro. La ironía y el cine sirven afortunadamente para sacudirnos la rutina de los hombros.

Noemí Pastor dijo...

Yo también he visto "Los sustitutos" y he escrito una gamberrada sobre ella. A ver si la publico mañana o pasado.
Y no sé por qué, pero tengo un mal pálpito con la de Allen. Y soy fan arrastrada suya. No sé.

39escalones dijo...

Los sustitutos me llevó a preguntarme qué hubiera podido ser de ella en manos de otro, porque me parece una buena idea mal ejecutada. La de Allen aún no la he visto, pero me invita a hacerme la misma pregunta. Por eso Allen sigue siendo Allen.
Un abrazo.

Dante Bertini dijo...

Tänzerin:
no sabes cuanto me sirvió la noche en que la vi y todo el día siguiente...
No sé si me quitó la rutina, pero fue como un plumero deshaciendo telarañas.

Dante Bertini dijo...

Noemí Pastor,
Alfredo 39:

"Los sustitutos" me entretuvo (y da para mucha gamberrada), si bien es cierto que la idea no parece satisfactoriamente tratada.
Tal vez le falta lo que le sobra a Allen: una mirada más personal sobre el asunto, un mayor riesgo.
Abrazos.

maría Laura G.P. dijo...

Vengo de otro blog y no tengo computadora para dejar mi dirección. Gracias por escribir lo que escribe y un beso desde mi tierra.

Dante Bertini dijo...

María Laura:
tengo como principio no contestar anónimos. El tuyo me parece que no lo es. Gracias.

pepa mas gisbert dijo...

De "Los sustitutos" voy a repetir un comentario que acabo de hacer en el blog de Josep, no es una película que volvería a ver pero entretiene y añado, el peluquín del clon de Willis, impagable, como dices, mucho mejor su versión natural.

En cuanto a Allen, en cuantito la vea, que no tardaré, vuelvo.

Un abrazo

alman-aquí dijo...

Bueno, Dante, aquí me tienes. Escribiría más comentarios, pero ¡hay siempre tantos! Me entra un síndrome muy mío, que es sentirme prescindible y vano. En cuanto a Allen, soy un gran admirador, aunque reconozco que entre sus muchísimas pelis las hay desde muy geniales hasta solo pasables. Vicky Victoria era de las últimas. Y es que los americanos (aunque se trate de Woody) no consiguen transmitir una idea de España creíble. (Recuerda la versión de Carmen con Glen Ford y Rita H. o el Por quién doblan... Y no digamos Fiesta)

Dante Bertini dijo...

Alma
de mi alma:
coincido contigo y coincidiremos, supongo, con nuestra opinión sobre la última obra, espléndida, de Allen.
Sabes que en argentina decíamos ¡qué tupé! frente a alguien que se creía más de lo que era.
Pues el de Bruce es verdaderamente una gran tupé.
Abrazos

Dante Bertini dijo...

Antonio:
coincido en tu valoración de las películas del susodicho, aunque ya me gustaría que las malas que veo habitualmente tuvieran el ingenio de las suyas.
Y tu opinión nunca es vana para mí.
Un abrazo

carmen dijo...

Me veré la nueva de Allen.Me encanta Allen.
Y si,yo también he sentido muchas veces esas ganas de meterme en una película suya y quedarme a vivir dentro de ella.
Saludicos. Ah,magnífico post.

JML dijo...

Allen se ha convertido en una presencia confiable, en un ritornello consolador, en una de esas constancias que están más allá del bien y el mal. Lo dices bien: las películas de Allen no son para verlas, son para quedarse a vivir en ellas. Yo ya he comprado mi parcelita (aunque todavía no he visto este Whatever Works)...
Saludos

Dante Bertini dijo...

Carmen:
muchas gracias; ya dejarás por aquí tu opinión sobre Allen, supongo.
Ayer una amiga me preguntaba en qué lugar exacto de la película querría quedarme a vivir. Fue difícil contestarle. Tal vez tú me lo digas. Cariños

Don Bertini dijo...

Henomeno:
antes de la muerte de Manuel Puig, esperaba sus novelas sin pensármelo. Me daba cuenta que era así porque cuando aparecía una nueva corría a comprarla muy contento y me la devoraba. ¡Era tan fácil de leer! Con W.A. me pasa algo parecido, pero se que mi corazón anda dando vueltas por sus filmes aunque yo me haga el distraído o lo olvide momentáneamente.
Con monsieur Resnais nunca sentí lo mismo.
Abrazo

Emma dijo...

Siempre he soñado con que la vida fuera comedia, comedia como la de Woody Allen, con la tragedia al borde de la ventana, haciendonos reir. Pero la vida no es comedia, y no lo es porque nadie quiere, con lo facil y lo divertido que puede ser!

Dante Bertini dijo...

Emma:
eres nueva por aquí o a mí me lo parece?
¡Bienvenida!
Creo que la anécdota del paraíso perdido puede darnos una idea de lo tontos que somos.
¡Mira que perderlo todo por una manzana!

Raquel Barbieri dijo...

Por extrañas razones de internet que la razón no entiende, aquí hubo un comentario de Raquel que junto a mi contestación desaparecieron del mapa virtual.

Raquel, lo siento.
Ya paso a verte.

Dante Bertini dijo...

Raquel B,
te decía que quizás pudieras cambiar ese tango en una milonga, siempre más ligeras, menos dramáticas.
Y te mandaba rrrrreconfortantes abrrrazos con erre para las dos erres.

Fernando García Pañeda dijo...

Me alegra ver cierta unanimidad en la ponderación de la última de mi bienamado gafotas entre las personas con opiniones que pesan lo suyo en mi mollera. Con qué ligereza de espíritu iré a verla...
Por otra parte, se aprecie o vitupere el doblaje de las películas, hay que reconocer que en España hay magníficos dobladores a los que nadie reconoce su labor (Ramón Langa es un claro ejemplo, además de buen actor); últimamente, en varias de las pocas películas que he visto en el cine ni se hacen figurar sus nombres al final de los títulos de crédito.

Mari Pops dijo...

la de Bruce Willis me parecio horrible Cachito
Aun no vi la de Allen
pero la de los robots es horrorosa, nome diga
MUACK

Bertini dijo...

Fernando:
el caso de Langa es de no creer, como si en este país sobraran los buenos actores maduros con físicos agradables. Lo ví por primera vez hace unos años en televisión y pensé ¿de dónde ha sacado doña Concha este tío? Era lo mejor del programa, sin duda, con un punto sexi-xual muy notable. Pues parece que no termina de prender masivamente. ¿Es mejor Resines?
A disfrutar con Allen, ya verás. Es para encenderle cirios.

Dante Bertini dijo...

Mary:
no pretendas más de lo que da... si te lo da a tí, por supuesto.
A mi me entretuvo lo suficiente como para no maldecir la hora en que me había metido en el cine. Al menos tiene una idea relativamente original detrás.
A ver si Allen tampoco te gusta!

carmen dijo...

Pues, Dante no lo dudes.En el momento que la vea te digo.
Saludicos.

carmen dijo...

Joer que frase tan mal estructurada me ha quedado.Esto de la puntuación ortográfica se me ha dado siempre fatal.
Repito.
Pues no lo dudes Dante,en el momento que la vea te digo.
Saludicos.

MGJuárez dijo...

Hola Dante. Siempre que puedo entro a leerte, desde face o directamente... No he visto ninguna de las dos películas que comentas en esta entrada. Bruce Willy, no me gusta en exceso. Le conocí como la mayoría en aquella serie de Luz de Luna, serie que me encantaba por su formato original, algo diferente a lo que en esos días se podía ver por la tele. Después ya no le he seguido la pista, solo me han llegado pelis algo violentas y musculosas que no son de mi gusto. Y eso sí, si este Sr. no supiera envejecer bien, era para "matarlo", con la fortuna que tiene bien puede permitírselo, ¿no?
Sobre Allen, a mi me gusta ese aire de cierta ligereza que le da a las cosas más profundas e importantes, aquellas que nos conmueven verdaderamente. Pero opino como ya dejado ya otro comentarista, que el cineasta norteamericano no ha sabido recoger un paisaje humano creíble en VCB. Me viene a la memoria en este instante una escena, donde los tres protagonistas, subidos en un vuelo se dirigen hacia otra ciudad. Aunque el avión sea de los de transporte rápido (¿un taxi aéreo?), me recordó, así tal cual, el avioncito del parque del Tibidabo; es que hasta tuve la sensación de que esa escena se hubiese rodado dentro de ese avión de juguete.
También quería comentar sobre el cartel con el cual nos has presentado el post. Me ha encantado ese dulce enfrentamiento entre esas dos generaciones. La mirada atenta y actual de la joven, y la expresividad del hombre, con sus manos abiertas, todo un mundo a ofrecer. Mucho mejor que el cartel que no dejo de ver cada vez que me acerco en el Trambaix a Barcelona. Una foto de frente, algo exagerada en tamaño y un titular “Si la cosa funciona”. Quizás soy una malpensada, pero es un título extraño, ¿a qué cosa se refiere? Las relaciones entre personas son ¿la cosa? ¿Un asunto? Viendo el cartel del país vecino, lo siento de veras, a mi entender este nuestro me parece grotesco.
Pero entiendo que lo mejor es ir a verla, así que mejor mañana que pasado.
Un abrazo,
Montse.

Implicada dijo...

Pasaba desde mi blog agradeciendo tu comentario :)
Esa gata hermosa se llama Clodis, a ver si luego veo una foto de tu gato.

Y a propósito de W. Allen, a mi me provoca siempre una sonrisa en medio de la tristeza,la tragedia, la nostalgía o melancolía. A veces sonrío con alegría y otras por pesar. Qué hayas disfrutado la película.

Dante Bertini dijo...

Carmen:
te había entendido muy bien a la primera. No soy la señorita Rottenmeier, no te preocupes. Además, tampoco los telegramas de otras épocas cuidaban demasiado la puntuación. Y ni hablar de los mensajes actuales por móvil.



Implicada:
a mi gato lo ves en mi face repetidas veces, aunque no se si andas por allí de tanto en tanto.
Se llama Federico y es muy guapo, ya verás.
La película la disfruté muchísimo, no sabes cuánto. Woody Allen mezcla muy bien los ingredientes de la vida. Es un genio, sin duda.
Que se repita la visita.

Dante Bertini dijo...

Montse:
la película de Allen en Barcelona no fue de las suyas más felices.
Una obra de encargo que lo habrá ayudado a solucionar problemitas económicos. Tiene mujeres e hijos varios que mantener. Toda ella era tan precaria como el avioncito de juguete en el viaje a Oviedo.
No puede hablar seriamente (aunque lo haga con ironía) de un lugar que casi no conoce.
A mí no me gusto nada, lo reconozco, pero dentro de su trayectoria inmensa se la puedo perdonar.
Yo también disfute en su momento con Luz de luna, una serie modélica, imaginativa y entretenida a rabiar.
A mí cada tanto me gustan los filmes de acción, y él, Bruce W, al margen de sus actuaciones me cae simpático.
Puse el cartel francés, nunca mejor dicho, porque de todos los que he visto es el que mejor sintetiza la pelicula.
Ya me dirás si te gusta.
Yo pienso repetir.
Un abrazo y hasta la próxima.

MGJuárez dijo...

Hola Dante, ¿qué tal? Ya vengo de ver la película de W. Allen. Me gustó, si, reí, asistí complacida a sus ya predecibles gags –buenos, certeros-, porque siguen siendo el agridulce aguijón para las cicatrices sociales.
Me gustó mucho la escena de cuando la joven Melanie confiesa su deseo de reconducir su vida experimentando, siendo un gusano más y poder metamorfosearse en ella misma. Con los demás ocurre igual. Más que encontrar la oportunidad o tener suerte, es encontrar el respeto del otro para que ocurra.
Al final, cada oveja con su pareja (vaya, un tópico). Lo de los tópicos me daba risa, había muchos tópicos en muchas escenas. Que por cierto, más que de cine, me parecían de teatro.

Un abrazo,
Montse.

Dante Bertini dijo...

MG:
veo que no te apasionó como a mí, que fui más desprevenido.
Yo no esperaba nada y encontré un montón de perlas y brillos, no por intelectuales y muy del espíritu Allen, menos frescos.
Es teatral, tienes razón. Probablemente haya sido eso, una obra para teatro o tevé, cuando la escribió, según parece hace más de 30 años.
A mí me gusta su capacidad para hacer, sin necesidad de grandes decorados y efectos especiales en plan Ágora y Harry Potter, o de elencos cañeros de seudos famosillos como los de algunas comedietas sin gracia que abundan por aquí, un entretenimiento lleno de sentido que nos hace pensar lo justo y divertirnos un montón. También está llena de tópicos, sin duda, ¿pero acaso la vida no resulta ser más tópica de lo que siempre imaginamos?
W.A., amante de Bergman, ha hecho una revisión de la deliciosa "Sonrisas de una noche de verano". Allí todos terminaban emparejados...y tan felices como aquí. Una mentira? Sí, probablemente, pero muy deliciosa.
Gracias por contar tu impresión. Es todo un detalle.
Un abrazo, estimada.

MGJuárez dijo...

Tienes razón, Dante. Quería encontrar algo mágico, aún así marché contenta, de verdad. Quizás sea que con W.A. me ocurre algo desde siempre, que quisiera responderle, no sé, decirle unas cuantas cosas.

Pero bueno, estas tu, que me permites decirlas, así que quien ha de agradecer soy yo.

Un gran abrazo,
Montse.