martes, noviembre 10, 2009

Soy el año que pasó, ¿acaso molesto?


Todo hace pensar que sí, que a todo el mundo le parezco un sujeto impresentable, que todos quieren olvidarse para siempre de mí como si fuera el escurridizo virus asesino de la gripe aviar.
Tanto mal hice? Tantos errores cometí? Tanto castigo merezco?
Lo digo porque el último de mis días, en lugar de hacerme un homenaje y entregarme una placa conmemorativa, me llevaron a ver una ópera polaca de Karol Szymanowsky: Rey Roger(1926), inspirada, según me dijeron, en el pensamiento de Friedrich Nietzsche. La música sonaba a gloria, el coro, como siempre en el Liceo, resultaba insuperable, y casi todas las primeras figuras tuvieron momentos de exquisita brillantez a pesar de verse obligadas a trotar por el escenario vestidas como drag queens barriobajeras, alguno con el cuerpo embadurnado de pintura plateada en la mejor tradición "disco gay ibicenca de los años ochenta", otros chorreando sangre acrílica sobre el impecable escenario blanco.
Durante todo el tercer acto yo no podía dejar de pensar en el personal de limpieza, encargado de poner la escenografía nuevamente en condiciones para la función siguiente:
-¿Alguien me puede explicar que han hecho estos pervertidos sobre el escenario? ¡Hace horas que le doy dale que te pego al Tenn con bioalcohol y no hay caso! ¡Sigo encontrando manchas rojas por todas partes!
Según parece, la crisis total, el calentamiento planetario, la extrema superpoblación, la globalización de la miseria y el terror a Bin Laden, dispararon la competencia -realmente feroz a partir del derrumbe del muro de Berlín- y alimentaron la posterior, y pacífica, invasión de artistas del Este.
La llegada de tanta espigada belleza soviética ya no permite que los divos de la ópera sean redondamente hermosos como lo fueron la Caballé o Pavarotti. Si uno de ellos se arrojara sobre las escaleras luminosas como lo hace el gimnástico barítono de este montaje, las astillas de metacrilato lechoso saltarían a la platea, formando gargantillas posmodernas alrededor del cuello de las algo aletargadas señoras de las primeras filas.
La historia, muy sencilla, basada en arquetipos que el director inglés David Pountney viste en el último acto con actitudes y atrezzo al más puro estilo Diágilev-Nijinsky, nos habla del enfrentamiento entre las fuerzas del orden, la religión, la moral, y el espíritu dionisíaco, que a juzgar por esta puesta, acarrea todas las desgracias imaginables, derramamiento de sangre incluído.
A pesar de nuestras diferencias, al final aplaudimos mucho, sobre todo a los atléticos cantantes y a los directores de la orquesta y del coro. Minutos después salíamos muy ufanos y en grupo al frío ventoso que inundaba las Ramblas.
Esperé alguna palabra de aliento frente a mi inminente partida, pero nadie decía nada amable hacia mis últimas horas, nadie se lamentaba de mi distanciamiento definitivo. Ni siquiera tuvieron la delicadeza de ocultarme la alegría que les producía mi partida.
Unos minutos antes de alejarme para nunca más volver, pude observar entristecido cómo preparaban los festejos para agasajar al nuevo tiempo: un ser iluso y anodino, sin siquiera historia ni recuerdos.

Ilustra: foto publicitaria de Rei Roger, Teatro del Liceo.

27 comentarios:

Poli dijo...

buuuuu! tanto, tanto!? por una mala obra?

Te quejabas del calor y tu silla, pero me parece que el otoño, inconscientemente, te afecta más.

Cachito que pasa? el otoño? la silla? el día después de tanto cariño?

No te juntes con gente que no lamenta tu partida.

(o no entendí nada? que suele suceder! jajaja)

Besos ♥ !!!!!

Dante Bertini dijo...

Poli:
el que habla no soy yo, o mejor dicho, el que habla por mi boca es un pedazo de mí, el del año ya pasado, negándose a ser despedido como un mal empleado.
Y la obra es buenísima musicalmente, todos los que actuaron lo son, pero parece que a muchos directores de escena, desesperados por el rating, les ha dado por hacer pavadas sin gracia ni talento.
Si no entendiste es que no lo conté bien...
Un abrazo, y dos

Beatriz dijo...

Se me ocurre una frase hecha "Tiempo que no has de volver, dejalo correr".
Sin embargo tu tiempo pasado no ha sido despedido y mucho menos como un mal empleado, sino que no sé por que razón festejamos lo que llega, el nuevo año, un nacimiento. Acaso no deberíamos celebrar las experiencias, lo ya vivido,el tiempo ya pasado, aquel que nos ha permitido educarnos, aprender, disfrutar, amar, el que nos ha ido llenado los días de experiencias. El tiempo aprovechado.
Me ha gustado mucho tu reflexión.
Un beso.
¡Enhorabuena por tus años ya vividos!

Poli dijo...

Cachito no sos vos soy yo!
y mi problema con la literalidad! pero de a poquito a poco intento cambiarlo.

Besos!

Raúl dijo...

Pues tu "yo del año pasado" se lo tiene bien merecido por... por... por ejemplo, por ser mucho peor que tu "yo del año en curso". Seguro.
Sonrío.

Dante Bertini dijo...

Beatriz:
estamos siempre mirando hacia el futuro o el pasado, mientras la vida es lo que nos está ocurriendo en este mismo momento.
Sin embargo olvidar el pasado es más triste que recordarlo con cierta lógica nostalgia.


Poli:
no discuto más,
la culpa es de internet!


Raúl:
sigue esperando el espejo?
El dueño era mi yo peor, el del año pasado.
No te lo mandará nunca.

Abrazos

Diana H. dijo...

Además de invitarme a espiar Rey Roger desde tu hombro, a modo del loro aquél que cruzaba la calle frente a tus ojos, esa crónica del año que pasó me ha piantado un lagrimón.
Como debe haberse quedado adentro tuyo de algún modo... ¿le das un beso de despedida de mi parte? Después de todo, durante su existencia fue que te descubrí. No voy a ser tan ingrata.
Buena semana, Dante!

Anónimo dijo...

Me encantó la imagen.

Beso grande.

Lirium*Lilia dijo...

Mmm... siento cercana esa quejita escorpiana... que finalmente no es queja, al final sos un incomprendido.
Me fascina como siempre tu forma de escribir.
En cuanto a la ópera no la conozco pero por la foto y lo que decís seguramente se trata de esas puestas "modernosas" que terminan siendo una melange atroz. Por lo menos rescataste cosas buenas, tantas veces me pasó que me quisieran vender vanguardia mal hecha y con cosas que uno ha visto 20 años atrás jajá.
Me mató el comentario imaginario de quien limpia el escenario jajá.
Un beso y buena vida, sobre todo presente.

Fernando García Pañeda dijo...

Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
qué yo no gocé jamás?


Un abrazo, Sr. Pasado :D

Lansky dijo...

No pretendo alardear de ello, es una constatación, probablemente lamentable, pero detesto la Ópera. Es decir, me gusta oír trozos, arias, nuca discos completosde Ópera, algo menos ver las poses engoladas de sus cantantes, pero el rollo ese de que es el espectáculo más completo en directo porque reúne música, teatro(malo por lo general), etc. no cuela. Creo que la mayoría de la gente que va a la Ópera es por darse pisto, por molar o porque son gilipollas, y luego hay algún raro auténticamente cautivado por tan demodé tinglado.

Marina Judith Landau dijo...

Ojalá tu viejo año hubiese disfrutado su despedida, tanto como he disfrutado yo tu texto. Al menos el espectáculo disparó en vos esto maravilloso. No es mérito del espectáculo sino de tu talento, claro.
Lo mejor aún no ha llegado, seguramente este año la pasará mucho mejor que el anterior y será despedido de mejor manera.
Un abracito.

carmen dijo...

Dante,lo mejor en estos casos de directores de escena "FRIKIS",es cerrar los ojos y escucar la música.
Como dicen por ahí arriba,no te juntes con gente que no lamenta tu partida.
Saludicos.

Dante Bertini dijo...

Luzdeana,
gracias, preciosa imagen.
Aquí se dice: es de bien nacido ser bien agradecido. Pues eso.
Un abrazo


Cafécortado:
Me alegro.
Ahí va otro...


Deli:
tengo visitas de MardelPlata, Luc de Filosofía de la ducha, así que estuve todo el día de aquí para allá, tratando de mostrarle la ciudad y hablando hasta por los codos.
Trato de sacar algo provechoso de la puesta porque realmente la parte musical era buena y la entrada es tan cara que mejor no sentir que has tirado el dinero a un cubo de basura.
Ahora me voy a desplomar.
Un cariñoso beso para toda las moradoras de la covacha!

Dante Bertini dijo...

Fernando:
finísimo, precioso.
Muchas gracias.

Lansky:
la música en directo si está bien ejecutada es preciosa. Lo demás son figuritas mejor o peor hechas y ahora, con las nuevas generaciones de cantantes, un poco más creíbles.
Pero entiendo también que te parezca un rollo. A mí me gana el espectáculo, que incluye el foyer, el público y los entreactos con alguna cosita de comer. Lujos burgueses en vías de extinción. Reconstrucciones de época.

Raquel Barbieri dijo...

Dante,

Yo, como directora de escena, a veces siento que se cometen algunas injusticias (con el trabajo que tenemos nosotros para no solamente elegir una estética y poner el nombre, sino tener que entrenar a los cantantes-actores)y después leer comentarios como el de Carmen, que dice que es mejor cerrar los ojos y escuchar la música... cuando la ópera no nace de la música sino del teatro griego al que se le agregó música: Drama en música y no música pura. Será que yo vivo desde el otro lado, pero entiendo que lo que para algunos es una puesta lograda sea para otros una porquería.

Lo que sucede también es que la ópera polaca y la checa tienen su propio lenguaje estético que no es el mismo de La Traviata, Manon Lescaut o Werther.

A veces, yo veo puestas que me parecen deplorables, pero más por lo trilladas y carentes de fineza que por osadas. Me espanta más el director de escena que no arriesga, que copia más de lo mismo que el que por lo menos se juega a que lo tilden de freak o de extremadamente extravagante.
Mirá que no estoy discutiendo; es que es mi campo de acción y me apasiono más que con otros temas. No sé cómo sería esta puesta que viste; a juzgar por lo leído, no te ha gustado.

Te mando un beso de parte de las dos erres :)

henohenomoheji dijo...

Yo no me preocuparía tanto por esa amarga despedida, entre el castigo, la indiferencia y la confusión. El fin y el principio se hermanan en el caos, y además, no todos tenemos el privilegio de contemplar nuestro final sobre un escenario operístico, con esa epifanía de sílfides polacas. A saber en qué escenario se representa su próximo final...
Saludos.

Dante Bertini dijo...

Marina:
gracias, como siempre...
Yo creo que sí es mérito en gran medida del espectáculo, aunque también de los amigos, que supieron arropar las últimas horas de este año mío que pasó.
El teatro, bueno o malo, siempre despierta emociones, imágenes, palabras. Besos


Carmen:
agradezco el consejo, pero decirme que cierre los ojos es como pretender que cierre la boca, un ejercicio muy difícil para este cacho de blogger.
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Raquel:
no me cabe la menor duda en cuanto a la especifidad de la ópera polaca, por eso causa un cierto desagrado que este señor inglés la convierta en un show televisivo más.
Entiendo la necesidad de riesgo, la búsqueda estética, pero aquí solamente vi la tontería, la necedad de un personaje, el director, que con enorme cantidad de medios y dinero a su alcance, decide travestir a los personajes como señoras inglesas para una fiesta de verano en Alicante, convirtiendo lo que debería haber sido una ópera autosacramental en un festival de fin de curso.
De cualquier manera, del teatro nunca sales igual a como has entrado, pero últimamente no veo nada auténtico, que me satisfaga.
Besos a las erres
Y está muy bien que te apasiones.

Dante Bertini dijo...

Heno-heno,
tampoco es tanta la preocupación; casi un juego literario, una ocurrencia que encontré divertida.
Mi año pasado pasó como cada minuto de nuestra vida, silenciosamente y al mismo tiempo cargado de palabras: las mías.
"El fin y el principio se hermana en el caos..."

Raquel Barbieri dijo...

Buen día Dante,

Comprendo perfectamente a lo que te referís: una puesta kitch en donde la obra quedó de lado para dar protagonismo a la estética del director sin preservar la esencia.
Un día tendríamos que ir a la ópera juntos.

Besos de las dos erres para vos y Federico :)

Yoni Bigud dijo...

Interesante figura la que eligió.

Si la gente celebra una partida está bien. Lo triste es que no la noten.

Un saludo.

Dante Bertini dijo...

Raquel:
Tal cual. Un pagado de sí bastante inculto y egocéntrico. Hay gente que se cree que una nacionalidad da derechos per se, haciéndolos dueños de la cultura.

Me gusta esa propuesta...
creo que sería mejor el después que el entretanto.
Besos a las erres


Yoni:
creo que eres nuevo/a por aquí.
Bienvenido.

Raquel Barbieri dijo...

Cuando llegue dicha ocasión, después de la ópera, tendríamos que comer y beber algo rico para acompañar la charla, en donde entre otros temas, hablaríamos del régisseur, para deducir si escenificó la obra en sí, o contó su propia vida.
Pero seguramente tendremos mejores temas para tratar... jajajaja

Abrazos de RR para DF :)

Dante Bertini dijo...

Raquel B:
esa noche comí unos bocadillos de jamón serrano y una sopa japonesa de lo más reconfortante.
No se si habría que repetir el menú o buscar otro más de acuerdo con la ópera polaca...¿goulash por ejemplo?

Abrazos de los FD para las RR

pepa mas gisbert dijo...

Si que habrás sido malo, si, (sonrío) si fue tu castigo tan cruel, pero piensa en el castigo de los interpretes, noche tras noche dando lo mejor de si embadurnados a saber en que. Pobres.

Un abrazo de se que disfrutas de todo (o casi)

Dante Bertini dijo...

Alma,
me intuyes: soy un gran disfrutador de todo, aún de aquello que no me gusta demasiado.
Y nunca soy malo, no creas a las malas lenguas. Abrazos