A veces me pregunto qué hubiera sido de mi, ¡Santa Terpsícore de las Bellas Danzas!, si no hubiese visto, en la casi absoluta soledad de una función de tarde, con mi exigua paga mensual y por propia e infantil decisión, "Cantando bajo la lluvia", el musical más célebre de la historia de Hollywood.
Suena a antigualla, lo se, pero ¿qué cosa suena a modernidad cuando uno ha pasado ciertas edades que, por ser delicados, socialmente correctos, acostumbramos llamar maduras?
En estos días de destape egipcio, cuando todos los bien pensantes pusieron sus bienintencionados pensamientos en una tierra que todavía brillaba -al menos para algunos tilingos como yo- gracias a los decadentes fastos áureos de Elizabeth Taylor -esa eterna niña prodigio que aún resiste los embates de tanto macho faraónico, de tanta vida mal-bien vivida, la misma desmesurada Cleopatra de bellos ojos color violeta, adornada hasta el exceso por un ya agónico Mankiewicz, y cortejada, y cortajeada, por el algo alcohólico y bastante malhumorado Richard Burton, tan enamoradizo y británico como ella- en estos días de multitudes en movimiento, digo, yo, cada vez más afecto a las individualidades, me enteré por unos recortes del periódico o por algún programa matinal de la radio -ahora, pasados varios días, resulta difícil precisarlo- de la muerte de María Schneider y Paul Getty (jr), dos seres mediáticos del siglo pasado, convertidos, por culpa de su propia historia, de sus dramáticos, casi trágicos avatares, en esfinges impávidas de su también ahora desértico entorno, en momias semiembalsamadas del Museo Universal de Antiguas Celebridades (MUAC!), imponente local con acceso restringido al gran público actual y por el que cada tanto se acerca la parca para darse unos banquetes de muerte.
Así como me pregunté en su momento por la real incidencia de aquel clásico musical estadounidense en mi vida, ¿qué hubiera sido de ellos -me pregunto ahora- sin aquel mafioso corte de oreja, sin aquella lubricante escena de la mantequilla -¿o era una más light margarina?- parisiense?
Porque, seamos sinceros: Paul y María o Getty y Schneider, agradables jovencitos, no parecían superdotados para la actuación pública, y si bien en el tránsito hacia la eternidad uno perdió un apéndice auditivo y la otra su castidad virtual, estas pérdidas físicas, cual ofrenda a vaya saber qué dioses oscuros, les otorgaron una fama que difícilmente hubieran obtenido de otra forma.
Cisnes blancos de la prensa, cisnes negros de la vida "real", María y Paul se fueron para siempre cuando lo que en ellos fue violenta irrupción de los tiempos venideros, se ha convertido en el pan habitual de cada uno de nuestros días sin olímpicos dios(es).
Alguien me dijo alguna vez, hace ya de esto un montón de tiempo, que los seres que donan su imagen al mundo son recompensados con una eternidad angélica. En este espacio neblinoso todo lo perdido se les restituye de la manera más gratificante y con sus debidas creces. Virtudes y bellezas desgastadas por las miradas y el tiempo recobran su lozanía juvenil, su castidad y su inocencia.
Tal vez se trate solamente de un deseo ancestral convertido en leyenda o de una publicidad auspiciada por cirujanos astutos y cosmetólogos avispados, aunque yo, tilingo al fin, amigo de cantar bajo las tormentas y bailar alegremente al ritmo de la lluvia, ahora mismo prefiero imaginarlos allí, recortados sobre un memorioso paisaje de sueño -lo más parecido a una virtual, idílica playa ibicenca- y con todos los atributos que la fama, ¡un puro cuento!, les quitó en su día.
14 comentarios:
Buen dia!!!! debo confesar que tuve que googlear a tus dos protagonistas... no tenia idea de quienes eran...Como siempre eres una caja de Pandora para mi incultura!!!!!
Menudas vidas las de ambos....
Gracias por desasnarme!!!!
Besote y que tengas un excelente fin de semana!!!!!! <3<3<3
Ops si soy la primera, jajajajaaj!!!!! los 3 < y los tres 3 en facebook forman corazones, y crei que aca tambein.... tres corazones para los tres!!!! o siguen siendo 4???
Gise:
eres la primera y por dos, como debe ser.
Por aquí, Federico mediante, somos cuatro, algunos menos peludos que otros.
Los he puesto más como homenaje a algunas memorias perdidas que a su verdadero interés para mí.
Fueron algo, pero en su momento ya pasado.
Besos
Cantando bajo la lluvía, es uno de mis musicales favoritos...Gene Kelly y Debbie Reynolds, fantásticos. Cleopatra, en ella una Liz Taylor y Richard Burton guapìsimos, Maria Schneider, me acuerdo de ella en el, Último tango en Paris" y alguna película que no recuerdo su nombre,Paul Getty no lo recuerdo, pero si conozco el nombre...Seres que mueren que se despiden de esta vida para pasar a la vida espiritual. Cuando mueren recodamos lo que fueron, lo que hicieron...Que en paz descansen....Yo me acabo de enterar por ti
Como siempre, es un placer leerte..
Un abrazo grandote para toda la tribu...
Naia
Naia:
son como rastros de un pasado, el mío, que pretende ser universal...
Compartimos con toda la humanidad algunos hechos trascendentes, pero otros se traspapelan, pierden importancia.
Estos iconos de mi otra juventud se merecían un recuerdo.
Te mando, mandamos, un abrazo.
Gracias!
Ay ,Cachito!,te leo en el Feis y luego me olvido de pasar por tu casa.También estoy en esa edad,no se si mal llamada madura y, claro, recuerdo todo lo que dices.Es cierto,los ojos de Liz son de un color, que nunca he visto en nadie más,violeta.Recuerdo a María y a Paul y sus historias.No soy muy amiga de musicales en el cine,pero Cantando Bajo la Lluvia,es otra historia.Ojalá estos cisnes que describes tan bien como blancos y negros,tengan una eternidad angélica.
Saludicos y,achuchones a Federico.
CARMEN,
con mayúsculas...
Hoy mismo acabo de enterarme que a Stalin le gustaban los musicales, cosa extraña en un hombre tan duro con bigotes tan espesos.
Los maduros sabemos muchas de esas otras cosas de ese otro tiempo: es nuestra revancha frente a la insoportable, por lo ajena, juventud.
Saludicos y achuchones también para ti.
No deberías haber puesto esa foto de María S.
Me parece poco respetuosa para alguien que recién se ha muerto.
Bue, a mí me parece genial que hayas puesto esa foto, ya que la identifica y no es falta de respeto en absoluto.
Hay cada gaucho en la pampa!! Ya me olvidé lo que iba a comentar, ja...
Me entero acá de la muerte de ambos, me pega cada vez peor cuando se muere gente joven, supongo que nops pasa a todos...
Fue un hito, íbamos a ver la película por esa escena. Es que en esa época era realmente algo atrevido...
Imagino que vos no podría haber sido otro que vos mismo, y que de un modo o de otro habrías pasado por las mismas experiencias, incluyendo las de espectador, quiero imaginar eso.
Te dejo un abrazo grandote, que tengas un fin de semana bellísimo.
Marina navegadora:
no suelo contestar anónimos, aún cuando en casos como este podría hasta arriesgar los nombres que ocultan.
Jóvenes ya no eran, no demasiado al menos. Ella se lamentaba de que Bertolucci le había marcado la vida, olvidando que su padre, el actor francés Daniel Gelin, seguramente lo había hecho más.
Él, tan desgraciado como para pasar más de la mitad de su vida en silla de ruedas, imposibilitado para casi todo, ¿a quién culparía? ¿A Dios o al destino?
La tristeza detrás del brillo. La vida sin más.
Gracias, como siempre.
Que toda tu, vuestra semana, sea maravillosa. Besos maullados.
Qué sexy estaba Maria Schneider en esa foto! A mí siempre me impresionó la historia de Paul Getty. Nuestra común amiga L. le conoció en Londres, ya sin oreja, dice que era un tipo muy raro, ¿pero quién no lo habría sido después de eso? Yo ya lo conté en el blog, leí su historia hace años en un Vanity Fair y me quedé impresionada de la ruindad familiar de esos hipermillonarios. En cuanto a Maria Sch., dejando aparte su belleza y charme cinematográfico, me molestó que se metiera tan brutalmente con Marlon en la prensa
Belnu:
supongo que esa foto es un "robado" de la época, cuando ella trataba de pasar desapercibida por los paparazzis...
No sólo se metió con Brando, también defenestró a Bertolucci tratándolo, casi casi, de perverso corruptor.
Todas las historias traumáticas personales son comprensibles, -Daniel Gelin, su padre, era, también según esta niña, un fiestero bisexual- pero ella llegó a los 50 parapetada tras una inocencia que ya debería haber perdido.
Getty Jr, una vida trágica, de pobre niño rico.
Y lo que me extraña es que no se haya dado más publicidad de sus muertes en esos programas de sensacionalismos dadas sus historias pasadas. Unas vidas trágicas ultimamente totalmente olvidadas, quizás mejor, porque se ha sido respetuoso con sus muertes.
"Cantando bajo la lluvia" creo que ahora mismo sería moderna.
Alma,
nadie quiere profundizar, aún equivocándose, en casi nada.
Reveer sus vidas podría ser interesante, pero se necesita todo el espacio para la Preysler o Belén Princesa.
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