¿Es que acaso estoy repipititiéndodome? Dos noche seguidas, viernes y sábado, fui al mismo cine -el Alexandra, único con coronita incorporada- a ver dos películas sobre cantantes famosos. Me habían gustado casi todas las historias anteriores de Gus Van Sant, así que parecía interesante ver que había hecho el re-creador de Psicosis con los últimos días (Last days) en la vida de Kurt Cobain, el líder de Nirvana y marido de la, más que avasallante, atropelladora Courtney Love.
Me aburrí hasta la inquietud, la desesperación, el hartazgo y el sueño más profundo (¡buena idea para mi amiga Isabel que no puede aparcar su insomnio!), todo ello por ese orden y en sólo una hora y media de espectación. Digo bien, "espectación", porque durante los noventa minutos de película -para ser justos habría que descontarle unos diez de cabezadas- me mantuve espectante, ansioso por ver en qué momento aparecía el genio de Van Sant dándome una buena excusa para tragarme el pesadísimo, indigerible resto. ¿Es válido retratar el vacío mostrando durante hora y media un agujero sin fondo? Supongo que sí, pero también es válido que los espectadores se duerman o se llenen hasta los mismísimos celuloides de mal humor y decidan que nunca más, y al cielo pongo por testigo, gastarán un montoncito de euros en Disgust Van Sant. Que un kilo de cerezas de primera calidad cuesta casi lo mismo y suele producir un inmenso caudal de endorfinas. Decididamente no puedo aguantarlo. Soy de los que creen que hay otros mundos pero están en éste
Al día siguiente, como nadie tuvo a bien invitarme a alguna popular Revetlla de Sant Joan, esas donde los mozos del pueblo intercambian alegremente pan, mujeres y gabanes -¡con el calor que hace!- entre estruendo de petardos y descorches de cava barato, repetí cine mayestático o de coronita, peli de cantante y compañía de amigos. Del grunge punk saltamos a la chanson francesa, de Kurt Cobain a Edith Piaf, del reviente tonto, aburrido, sin motivo aparente, a una historia tan melodramática que ningún autor en su sano juicio se atrevería a inventarla. La vie en rose es una película entretenidísima, de esas que ya no se hacen. ¿De culto? Debería serlo, aunque más no fuera por la actuación de Marion Cotillard, magnífica, reencarnada Piaf, y por la banda sonora con la voz y las canciones del auténtico "gorrión de París". Durante las dos horas y media de esta película hay de todo, mezclado y al por mayor, como en la vidriera de los cambalaches. A cosas así se las suele llamar con cierto desprecio "biopics". Como no sé qué crítica le sacó El País, tal vez al elogiarla estoy tirando a la basura el poco prestigio que me queda(ba). Pero entiéndanme: anoche fue San Juan y no se me ocurrió quemar de una vez y para siempre esta maldita manía de decir lo que pienso.
Me aburrí hasta la inquietud, la desesperación, el hartazgo y el sueño más profundo (¡buena idea para mi amiga Isabel que no puede aparcar su insomnio!), todo ello por ese orden y en sólo una hora y media de espectación. Digo bien, "espectación", porque durante los noventa minutos de película -para ser justos habría que descontarle unos diez de cabezadas- me mantuve espectante, ansioso por ver en qué momento aparecía el genio de Van Sant dándome una buena excusa para tragarme el pesadísimo, indigerible resto. ¿Es válido retratar el vacío mostrando durante hora y media un agujero sin fondo? Supongo que sí, pero también es válido que los espectadores se duerman o se llenen hasta los mismísimos celuloides de mal humor y decidan que nunca más, y al cielo pongo por testigo, gastarán un montoncito de euros en Disgust Van Sant. Que un kilo de cerezas de primera calidad cuesta casi lo mismo y suele producir un inmenso caudal de endorfinas. Decididamente no puedo aguantarlo. Soy de los que creen que hay otros mundos pero están en éste
Al día siguiente, como nadie tuvo a bien invitarme a alguna popular Revetlla de Sant Joan, esas donde los mozos del pueblo intercambian alegremente pan, mujeres y gabanes -¡con el calor que hace!- entre estruendo de petardos y descorches de cava barato, repetí cine mayestático o de coronita, peli de cantante y compañía de amigos. Del grunge punk saltamos a la chanson francesa, de Kurt Cobain a Edith Piaf, del reviente tonto, aburrido, sin motivo aparente, a una historia tan melodramática que ningún autor en su sano juicio se atrevería a inventarla. La vie en rose es una película entretenidísima, de esas que ya no se hacen. ¿De culto? Debería serlo, aunque más no fuera por la actuación de Marion Cotillard, magnífica, reencarnada Piaf, y por la banda sonora con la voz y las canciones del auténtico "gorrión de París". Durante las dos horas y media de esta película hay de todo, mezclado y al por mayor, como en la vidriera de los cambalaches. A cosas así se las suele llamar con cierto desprecio "biopics". Como no sé qué crítica le sacó El País, tal vez al elogiarla estoy tirando a la basura el poco prestigio que me queda(ba). Pero entiéndanme: anoche fue San Juan y no se me ocurrió quemar de una vez y para siempre esta maldita manía de decir lo que pienso.
Posdata: en "Last days" hay una imagen casi final que de tanta molestia como me produjo preferí olvidarla. Una vez muerto el Kurt-y no creo estar develando que el asesino fue el mayordomo- el alma se desprende, desnudita, del cadáver yacente, y, con decisión y sin mirar atrás, trepa una escalera hacia...¿el más allá?Decididamente no puedo aguantarlo. Soy de los que creen que hay otros mundos, pero están en éste.
photo : santa edith de los pajaritos retratada por ¿Brassai?
28 comentarios:
Será poco pero todavía te queda algo (de prestigio) que a mi... :-)
tal vez estoy hablando de auto-prestigio, una nueva forma de la tan mentada baja estima.
Que bueno, acabo de hablar por teléfono con una amiga común. Me ha llamado mientras escribía el comentario anterior. No sé porqué pero intuía que os conocíais.
Que pequeña que es esta ciudad.
si es la (flor de) lis de las prendas interiores, sí la conozco.
Definitivamente me quedo con "el gorrión de París"
¿Y desde cuándo nada que diga el País le puede quitar prestigio a alguien como tú?
me encantó disgust van sant, jaaaa! ahora que lo sé, me compro las cerezas!
Efectivamente es la flor de los Valois.
Gracias por el libro!!!!!! Ahora lo imprimo y esta noche lo leo :)
El lunes va mejorando?
¡cayetana me quiere!
només: que lo disfrutes, yo sigo con mi bloody day...
munie: cualquier fruta sería menos indigesta que este disgust...
Y yo, aquí, con un frío intenso, esperando la próxima de Gus van Sant... ahora dejaré la ansiedad de lado, y la veré igual, pero sin tanta prisa.
Piaf, como venga, vale la pena.
liliana: por este lado, calor y decepción...casi no puedo creerlo.
Será por lo poco que te conozco y la ingenuidad que me caracteriza, que voy a darte más credibilidad que a Antonio Gasset y tomo nota en mi lista negra de la primera, y de la segunda en mi lista de posibilidades.
Al menos el Alexandra es cómodo y en caso de película-ladrillo hacen un café buenísimo en su bar.
qué responsabilidad! y si me equivoco?
y si resulta que ese día estaba con los cables cruzados?
y si no te gustan las pelis clásicas y la del gust te parece maravillosa -a mi me había gustado hasta su remake de psicosis-?
acabo de cruzarme con una parisina que me ha dicho que le encantó last days y me dio como ejemplo de buen hacer la escena más pesada de todas...
Que pena que no te haya llevado "Last Days". Para mi es una maravilla, que logra con muy poquito argumento mostrar lo sublimo de la vida. Lo pequeño y lo grande de la vida humana. Claro, a mi no me interesa en absoluto la vida de estrellitas de rock, y que se suicida Kurt Cobain me parece tan significante que si fuera el vecino de algún colega de trabajo. Pero justamente, de allí viene la perversidad inteligente de Van Sant: no sirve de elegía por ningún Cristo vuelto al mundo con guitarra, pero tampoco esta desvinculado de lo vulgar ni de sus "people".
Van Sant me parece obtener la misma profundidad que Larry Clark, a partir de pelis muy trabajadas por la superficie sin nunca ser artificiales.
Ambos son moralistas, de forma muy fina, y comparten una inquietud hacia los seres vacíos y reactivos, los adolescentes, los mutantes de una sociedad decadente.
Me pareció muy justa la torpeza de "Last Days" y el mutismo de su protagonista. Los non-actos y la no-presencia de estos jóvenes sin pensamiento se desarrollan de manera implacable hasta esta cancioncita que se escucha muy cercana pero se ve cantada de bastante lejos.
Es ésta distancia que me encanta en todas las pelis de Van Sant: se escucha el alma de la gente, más allá de la capa superficial de la psicología stanislavskiana americana. Es como sentir el aura de la gente.
Eso realmente me parece un milagro cuando sucede al cine; lo encuentro más a menudo en las artes plásticas, o al teatro. Es como enterarse del misterio íntimo de gente que nos permanece absolutamente desconocida, pero cuyo silencio vuelve a ser nuestra respiración propia.
Sentí el mismo estupor frente a su otra peli, “Gerry”, también muy contemplativa hasta un punto final siniestro. Este estupor tiene que ver con el afrontarse a la Verdad. Es como un evento místico, en un mundo sin Dios. ¿Que nos queda de voluntad, de libro árbitro y de moral, una vez entendido que estamos sobreviviendo a nuestra propia muerte?
La peli de mismo argumento que “Eso es ritmo”, pero neoyorquina y más acogedora que la que me describiste, es “Mad Hot Ballroom”: http://www.undeuxtroisdansez.com/ o http://www.paramountvantage.com/madhot/index-site.html
Un abrazo,
Me siento muy feliz haberte conocido esta noche
(¡¿Pero como te atreves a suprimir comentarios de tus lectores?!)
En pos,los comentarios los pueden suprimir también los comentaristas y este ha sido el caso de los dos desaparecidos más arriba.
en pos: lo de las supresiones te lo explica muy claramente nomesploraria, que fue el autor, supongo, de ellas, y con todo su derecho.
y en cuanto a esta peli, sólo digo que no me interesa nada ese personaje y que siempre prefiero no aburrirme, además, ¿volvemos a creer en las almas que se desprenden de los desgraciados cuerpos y suben finalmente libres al cielo? ¿justificamos con el más allá todo el dolor del más acá?
también me gustó conocerte... y trataré de hacerme con ese film.
Pues como no he visto ninguna de las dos no puedo decirte lo que pienso yo...
Lo que sí sé es que la noche de San Juan tampoco quemé esa manía... jeje.
Un besote
margot: somos mucho más que dos!!!
Cachodepan y En pos... a ambos me atrevo a invitarlos a publicar en mi blog. Escriben hermoso... Me gusta cómo justifican sus gustos. Gus van Sant es de mis preferidos. Me da un poco de dolor que su última peli no alcance el nivel deseado (para Cacho), pero me encanta cómo la defiende En pos...
La invitación está hecha. Mi mail, el perfil de mi blog.
Un abrazo a ambos desde Baires.
gracias Liliana por la invitación; "joya", que no taxi, como diría un pariente joven que vive allí.
por la otra persona, en pos, la parisina, no puedo contestar.
OLvidé decírtelo... gracias por incluir en tu magnífico post (la exasperación del espectador expectante y frustrado te inspira aún más) una propuesta (ejem) contra mi insomnio...
no me atreví con la piaf, y ahora dudo, en cambio con lo que me gusta tavernier (aunque se equivoque, porque se equivoca!) me han entrado unas ganas de ver la de muerte en directo! se me están acumulando las pelis antiguas, citadas por usted... planeo una semana filmotecaria a toda prisa
¡Encantada de tu propuesta, Liliana! Ya te escribí al respecto por mail.
Por lo de las almas que se desprenden de los cuerpos... No sé que estas hablando, Cacho de Pan. Yo nunca me fijé en esto con esta peli de Van Sant. Yo hablaba del aura de un personaje, recreada por un actor frente a la cámara. Algo que tiene más que ver con una transfiguración humana a partir de elementos materiales (la distancia de la cámara, el grano de la película, el montaje sonoro) que de cualquiera tontería religiosa fuera del humano. Supongo que se me lo habían entendido. Hasta pronto, y felicidades por todos tus blogs tan bien escritos. El amigo que nos presentó la semana pasada los descrubrió ¡con tanta interés y alegría como yo!
creo no ser tan duro de cabeza como para entender muy bien lo que has dicho, pero pasa que después del descubrimiento del cadáver por parte del jardinero, Mr Cobain-Pitt, o su "alma", se desprende desnudo/a del cuerpo tendido y sube/trepa por una escala invisible...(?)
gracias por los elogios
eres una buena "contendiente"
Yo me limito a ver películas Bud Spencer y Tenrece Hill. Tortazos y puñetazos, no falla nunca.
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