A veces recibo invitaciones:
"Queridos amigos.
Estáis invitados a celebrar el 111 aniversario del nacimiento de Luis Buñuel el próximo martes 22 de febrero.
Los actos tendrán lugar en el Centro Buñuel de Calanda a partir de las 10 de la mañana, en una jornada en la que además de recordar al cineasta aragonés, se hablará de Ecología, de Enseñanza, de Historia, de Cultura… en fin, se hablará de Cine."
A veces estas invitaciones se me traspapelan, porque, pero,
la vida sigue igual y nos trae un montón de sorpresas.
Casuales o no, algunas de esas sorpresas son tan intrascendentes como memorables. Desayunar mesa por medio con Sigourney Weaver -bastante menos estresada y llorosa que en la escena de
Alien Resurrection recogida por el documental de Zizek del que daba cuenta en el post anterior- puede ser una de ellas. La foto al pie -tomada con la distancia necesaria para no molestar el desayuno, por lo demás normal, de la aguerrida estrella- da borrosa cuenta de esa momentánea convivencia -podría decirse cohabitación- con la clonada Comandante Ripley.
La celebración de Buñuel era ayer, me he perdido la fiesta, pero hoy no es demasiado tarde para recordar a un hombre que me regaló imágenes, historias, diálogos y escenas inolvidables.
Además de un libro, su biografía, que está sin ninguna duda entre mis preferidos.
En la foto familiar -
de una familia en apariencia muy distinta a la de la obra de teatro que ví anoche en el teatro Borrás- don Luis está de pie y separado del resto...¿o es sólo mi mirada cinéfila la que destaca su presencia del conjunto?
11 comentarios:
Un buen recuerdo. ¿Y el 23 F?
Lástima, también yo recibí la invitación y tampoco pude ir. Podríamos habernos encontrado allí...
Como puedes imaginar, Buñuel para mí es algo especial. Me alegro verlo por aquí.
Abrazos.
Sigue disfrutando del buen cine, de las invitaciones y luego con tu peculiar manera de contarlas las disfrutaremos quienes te leemos.
Sigo itinerante y con muy poco tiempo para viajar en este mundo virtual.
Pero como podrás apreciar me acuerdo de los amigos.
Un abrazo a los dos-
Charlaremos cuando regrese.
Alfredo,
imagino que tú ya conoces también el lugar. Yo todavía no, aunque me han hablado muy bien de él.
De Buñuel poco se puede decir que ya no se haya dicho, para mal y para bien.
Viridiana y ese trío jugando a las cartas...
Beatriz,
cómo va todo?
Espero tu regreso y el relato de tus experiencias "como agua de mayo".
Llegarás con ella?
Un abrazo y gracias por tomarte unos minutos para la visita.
Los dos maestros ¿surrealistas? sentían predilección por las rubias despampanantes: Tippi Hedren (Hitchcock) Silvia Pinal y Catherine Deneuve (Buñuel). Y ambos eran grandes, aunque Hitchcock por partida doble. Un saludo.
Átman:
solamente puedo ratificar lo que dices...
y lo ratifico.
Un abrazo
Efectivamente en la foto se destaca, aunque da la impresión de soledad.
Alma:
el "hombrecito" de la casa...en medio de varias mujeres.
En la foto familiar, don Luis se separa del resto porque tiene una aureola lumínica detrás de sí. El fondo es oscuro, hay una niña que podría tener el mismo protagonismo que él, pero la luz aclara el fondo de Luis, no de la chica. Pienso que por eso destaca del grupo.
Sigo disfrutando leerte, Dante.
Un abrazo.
Liliana:
un comentario muy racional y preciso. Había visto con claridad el efecto de "iluminado" (¿photoshop o simple casualidad?), pero creo que aún sin él su posición en la foto sería destacada. Hay demasiada intención en esa carota.
Es bueno verte por aquí.
Te abrazo.
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