miércoles, abril 20, 2011

Vacaciones: ¡Triunfa el Prison Style!


Altafulla Playa. Una mujer de unos cincuenta años da de comer a los gatos callejeros mientras sus dos pequeños perros observan la escena sin inmutarse. Yo suelo hacer lo mismo que ella siempre que puedo, así que me cuesta muy poco solidarizarme y casi nada entablar una larga charla sobre el tema.
"Lo hago a escondidas", me dice mientras vacía una lata de comida con olor a pescado sobre unas piedras planas. "El alcalde ha pasado circulares en las que prohíbe, bajo amenaza de multa, alimentar a los gatos de las calle. A la gente que vive aquí les molestan estos animales... Como casi todo en realidad: los árboles porque ensucian con sus hojas, las plantas porque necesitan riego y los pájaros porque, según dicen, cantan a deshoras."
Sin embargo no son gatos los que abandonan todo tipo de deshecho sobre las playas cercanas ni aves las que descargan escombros y objetos duchampianos en medio de los pocos espacios verdes que no han sucumbido todavía a ese ansioso afán constructor que sólo una crisis generalizada, global, parece haber calmado.
"Lujo Total, Alto Standing, Paradisíaca Ubicación, Impecables Acabados..." Se vende, se vende, ¿se vende?
Donde hubo pinos, genistas, ágaves y olivos, hoy podemos encontrar plazas duras y edificios horrendos. Por todos lados impera el novísimo estilo carcelario. Pisos inspirados en la Modelo barcelonesa: barrotes y puertas de seguridad, vallas y muros de cemento color gris cemento.
Sing-Sing Homes, Alcatraz Apartments, Prison Brick Houses.


¿Para qué diseñar espacios verdes si la baldosa se puede limpiar con un lampazo y el brillo posterior siempre resulta higiénico? Y si esta razón no fuera suficiente, donde no hay árboles tampoco hay hojas sobre el suelo ni pájaros en las ramas. Con un solo gesto constructor se solucionan dos molestias habitualmente presentes en la desordenada, caótica, poco domesticada naturaleza.
Estúpidos, ciegos, depredadores, bárbaros, los humanos descubren un lugar de ensueño y poco después ¿deciden? transformarlo en el sórdido decorado de sus habituales pesadillas nocturnas.
Angurrientos Adanes atontados, desorientadas y ambiciosas Evas, seguimos devorando sin descanso la tan tentadora como insustancial manzana de oro que nos hace perder una y otra vez el terrenal Paraíso que heredamos.


¿Demasiada acidez? ¿Un exceso de mala leche? Pensarán que me lo he pasado mal durante mis cortas vacaciones prepascuales. No ha sido así en absoluto. Puedo asegurarlo. Además de una mirada atenta para todo aquello que no me gusta, tengo también buenos y divertidos amigos y algo de ese mundo interior que aconsejaban no perder nunca de vista mis maestros y profesores. Y cuando la decepción es mucha y el horror se hace insostenible, procuro dirigir la atención hacia los maravillosos restos, agónicos aunque todavía existentes, de esa cercana, variopinta, sorprendente naturaleza a punto de extinguirse.

15 comentarios:

carmen dijo...

Tu sensibilidad te deja ver y disfrutar de lo bello que te rodea.Los sensibles sufrimos más pero también disfrutamos de cualquier atisbo de belleza por pequeño que este sea.Una pena como degradan el paisaje con semejante mobiliario.
Saludicos a ti y a Federico.

Marina Judith Landau dijo...

Aquí también está prohibido (y la multa es altísima( alimentar a los gatitos de la calle. Pero cuando llego todas las mañanas a "mis esquinas" allí están mis muchachos esperando. Y por suerte somos muchas las que nos ocupamos, siempre tienen platitos con comida y agua.
Terrible lo que el hombre puede hacer con la naturaleza, terrible lo agresivo y destructor que puede ser el ser humano. Sabés que te comprendo y comparto tu mirada.
Siempre hay belleza para seguir alimentando el alma y en eso hay que focalizar. La belleza que quede, la belleza de los corazones.
Te dejo un abrazo grandote.

pepa mas gisbert dijo...

Paradojas de nuestra vida actual, nos encanta vivir en cemento para disfrutar de la naturaleza.

Lukas Rybensen dijo...

Coincido plenamente, la típica hipocresía humana, de una higiene artificial. Despreciando la mugre "natural" se crean Babeles de basura.

Respondiendo al mensaje de mi blog: tomate el tiempo que necesites, bastante ya con que la leas.

Abrazos varios.

Dante Bertini dijo...

Carmen,
Marina,
Alma,
Luc:
gracias por la visita y el comentario.
Paso unos días en Altafulla con muy mala conexión, lo siento.
Los leo y me satisface vuestras visitas, pero poco puedo hacer en estos momentos.
Besos!!!

Diana H. dijo...

Cada vez que ando por mi pueblo miro con nostalgia los jardines del frente de mi barrio, o lo que apenas se divisa de ellos, tras los barrotes. Y me acuerdo de mis aventuras infantiles entre sus plantas, donde jugábamos a perdernos en la selva o a misiones secretas entre los pasillos y canteros floridos. "Otro mundo", digo, y siento que que empiezo a hablar como lo hacía mi abuela.
Socorro!!!
Besitos, Dante.

Miroslav Panciutti dijo...

Me ha gustado lo de "prisión style" y coincido en que puede que sea uno de los movimiento os arquitectónicos contemporáneos. Consuela que entre tanta fealdad sepas encontrar belleza y armonía. Yo, en cambio, paseando por el Véneto, y a pesar de las masas de turistas (de las cuales formo parte) estoy hartándome de belleza arquitectónica, urbana y paisajista.

Dante Bertini dijo...

Diana:
todo tiempo pasado fue mejor?
Y si fuera realmente así en muchos aspectos?
Somos demasiados y la sociedad colmena en medio de un paisaje desierto me gusta cada día menos.
Besos
Ya volví, en medio de rayos y truenos. Una delicia.

Dante Bertini dijo...

Miroslav:
te has colado por atrás, con perdón.
Escribías al mismo tiempo que yo...Entiendo que hasta la belleza fatiga, por eso vivo en un lugar como el que vivo y nunca me casaré con un Mr o una Miss de calendario...
Un abrazo desde las góndolas...de supermercado.

Nonime dijo...

Hola megustaria intercambiar links, tengo 500 visitas al dia.. espero que le interese

contacte por mi gmail porfavor ! Un Saludo

Anónimo dijo...

La sociedad colmena y acà los barrios cerrados, cercados, donde los niños no tienen contacto con la realidad, porque en algunos las escuelas estàn dentro del mismo barrio, donde existe el verde porque es producto de algo fabricado por el hombre para adornar, no porque sea algo que brotò de la tierra naturalmente.
Asì estamos cada vez màs aislados, tratando de tener el menor contacto con el pròjimo.
Yo quiero vivir en el medio del campo, campo de verdad, con una vaca, los pajaros y levantarme a la mañana y sentir ese olor tan especial o en un lugar con playa donde sienta el olor del mar.
El cemento me canso la existencia.

saludos, muy buen blog y mejores pensamientos.

39escalones dijo...

Comparto tu indignación al cien por cien, mi querido Dante. Y lo peor es que el mal ejemplo cunde y no se detiene ante nada, con mar o sin él.
Por cierto, estos días he andado por tu tierra (la catalana, digo). Esperaba cruzarme contigo cámara en mano retratando vergüenzas y anhelos de la vida, pero ya habrá ocasión.
Abrazos.

Dante Bertini dijo...

Niko:
no me dices que tienes, o tenéis, unas decenas de blogs, ¡vaya energía!
Creo que me conformo con mis pocos lectores amigos...o enemigos.

Dante Bertini dijo...

Vacaciones en Roma:
bella elección la de tu nombre, tan romántica como nostálgica.
Yo quisiera tener tan claros como tú mis deseos, te lo aseguro, pero llega un momento en que necesito la ciudad con toda su compleja y caótica presencia.
La creo necesaria, me gusta, pero no creo necesario que todo el planeta sea una única e igualada, globalizada, gran ciudad. Prefiero la diversidad y, sobre todo, que dejemos espacios a otras especies que embellecen y dan vida a los nuestros.
Muchas Gracias, pasaré a visitarte.
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Alfredo:
me encanta esa visión de mí como un artefacto omnipresente armado de una cámara. Te aseguro que soy bastante menos visible y nada ubicuo.
Si hubieras dicho "estoy" hubiera acudido a tu encuentro (bolero).
Que te hayan tratado bien y que vuelvas. ¿O tendremos que encontrarnos en Buenos Aires?
Un abrazo