hay quienes sueñan con paraísos y príncipes encorcelados y quienes sueñan con viajes a lugares exóticos en compañía de yates, aviones y coches de lujo, cargados a rebosar de turgentes bellezas internacionales... yo sueño con lugares horribles de los que me cuesta salir, habitados por gente indiferente que parece no verme ni oír mis pedidos de auxilio y otra aún más monstruosa que sólo pretende hacerme daño...
los que saben de esas cosas del alma aseguran que los sueños suelen ser compensatorios, por tanto me despreocupo, abrazo mi almohada más mullida y me introduzco de un salto en las profundas y oscuras aguas de morfeo.
mañana será otro hermoso día.
4 comentarios:
fue un otro hermoso día, viste?
Dormir es como una pequeña muerte. Lejos del bullicio y lo cotidiano.
te veo por primera vez
¡hola!
pasaré por aquí
Roxi
No hay nada como entregarse...entregarse a la oscuridad, tranquilidad o anguistia de un sueño. No hay que luchar contra ellos, hay que vivirlos tal cual.
Bello texto!
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