domingo, junio 08, 2008

Rafa Garros

El deporte es competitivo, quién puede ponerlo en duda. Si dos tipos, o veintidós, o cuatro, se ponen frente a frente para disputarse algo es porque quieren, pueden, están obligados a competir. Lo extraño es que alguien como yo, muy poco dado a esos afanes, echado en el sofá para ver la final de un deporte que le gusta pero sin apasionamiento, termine gritando cualquier cosa para aliviar en algo la tensión producida por esa lucha en la que se enfrentan otros. Virtualmente además. Es que hoy a la tarde hasta me inventé un slogan del más puro estilo Boca contra River: "Rafa, macizo, reviéntalo a este suizo". Que me perdonen mi querido amigo Phillippe y toda su esplendorosa familia. He perdido los nervios y no fue por Federer, señor encantador donde los haya. Es que hubiera preferido que el director de la transmisión de Roland Garros se mostrara un poco menos parcial, olvidándose de esos planos supuestamente artísticos de las zapatillas deportivas sobre la tierra roja, y nos obsequiara más planos directos de Nadal: la mitad al menos de los que tuvo Federer. También que el público -entre los que alcancé a ver a un alicaído Guillermo Vilas, al casi inalterable director Roman Polansky y a la modiglianesca actriz Charlotte Gainsbourg, hija de Serge, el inolvidable compositor y cantante, y de su novia, pareja, mujer, la aún seductora Jane Birkin- fuera un poquito más cálido con quien había vencido en el torneo por cuarta vez consecutiva. Sobretodo porque Nadal ganó muy bien. Tan fácilmente como para que en un momento dado se lo viera dudar por esa victoria que no esperaba tan rápida ni avasalladora, frente a un tenista que quiere, respeta y al que no escatima elogios. Tal vez este resultado fuera de esperar. Federer, muy elegante, vestía de luto, mientras Nadal seguía impertérrito en su estilo lechuga. Quien de verde se viste, en mucho se tiene, dice un popular refrán aragonés.
Mientras me dirigía a la cocina para servirme otra ración de anacardos, me dió por pensar que todo en esta vida deja una enseñanza. Es mucho mejor no competir, sobre todo si lo que tienes en la mano no es una raqueta, sino un puñado de frutos secos, patatas fritas, un bocata -¿di cardinale?- o un vaso lleno de cualquier bebida fría, con o sin alcohol. Amén.

45 comentarios:

Gise =) dijo...

Cacho me mató tu slogan!!! es que a creativo no te gana nadie ehh!! y creo que ultimamente, despues de la peli de la Jodie quedaste con sed de venganza, hoy te tocó vengar a Nadal, que la verdad no es santo de mi devoción pero debo reconocer que el niño es un crack al tenis, hoy hable con un amigo par aque vinviera a la playa conmigo y me dijo no hoy a las tres tengo cita con el tenis, me llamo la atención viniendo de un rugbyer pero el deporte es lo que le gusta...
Espero que los anacardos no hayan tenido como objetivo ni la cabeza de J ni al pobre Federico...
Besikis domingueros con sabor a mate!!!!!

Dante Bertini dijo...

Gisella, gacela, no te quedes en vela... por lo de los anacardos, digo. Van destinados a mi estómago, no te preocupes. J y F me miran con asombro cuando me ven convertido en un forofo sin escrúpulos. Después pido disculpas.
Besos con sabor a Seven Up.

jarta dijo...

Inmersa en ocupaciones varias, confieso que no me he enterado de la victoria de Nadal hasta leer tu post. Que delicia vibrar por algo, tomar partido y apasionarse en un sofá, con anacardos, patatas fritas y bebida fría... Me hiciste sonreír.

Dante Bertini dijo...

un ANTÍDOTO para las (MIS) penas de amor primaverales...
me alegro: me gusta que la gente sonría conmigo.

Momo dijo...

Estoy convencido de poder hacer perder a los jugadores que sostengo (por empatia telepática negativa).

Nunca habia mirado un partido con Federar pero, hasta ahora, solo habia escuchado hablar de sus victorias y su invencibilidad.

Y, por una vez que enciendo la tele para verlo jugar, he aquí el resultado.

La derrota de Federar es culpa mia, no cave duda.

Ana Ivanovic tubo mas suerte porque no vì el partido asta el final.

;-p

Dante Bertini dijo...

momo, puedo entender lo que piensas, pero hay un detalle que no tienes en cuenta: no es la primera vez que Nadal gana a Federer y tampoco la primera que le gana la final de Roland Garros...y antes no estabas tú viéndolos, según dices.
Así que puedes dormir tranquilo, sin culpas.
Algunas veces se gana y otras se pierde. Si no sería muy aburrido.

Momo dijo...

Sí, pero nunca había sido dominado de una manera tan humillante.

Dormiré sin culpas, no te preocupes :-)

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Es muy curioso esto de tomar partido por algo. A mí, por ejemplo, el fútbol me soba. No me causa el menor interés. Pero hace unos días me hallé comiendo una pizza junto a un amigo en un conocidísimo restaurante de Mar del Plata en ocasión de que Boca disputara con el Fluminense de Brasil el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores. Nadie miraba a sus compañeros de mesa: todos los ojos clavados en las pantallas de la TV. El único testigo de este hipnotizamiento generalizado parecía ser yo. Me sonreí primero con desdén y luego comencé a despotricar contra la imbecilidad de la gente. Que cómo podía ser que adultos se entretuvieran con estas idioteces y cosas así. Boca ganaba 1 a 0, por lo que la charla con mi amigo no se veía demasiado interrumpida por demasiados gritos o signos de exaltación. Pero Fluminense empató.
La gente se comenzó a poner tensa y a comentar en voz alta cada jugada, haciendo que uno tuviera que ver qué pasaba necesariamente. Un gol más y el equipo de Ischia se quedaba afuera.
El segundo gol de los brasileños me hizo bajar la cabeza y me descubrí en uno de los espejos que cubren las paredes como uno más, lamentándome apasionado por ese gol que no fue, por la mala suerte de Palermo. Opinando sobre los cambios que no fueron y hablando mal del país vecino en general.
Los hechos son neutros, no dicen nada sino hasta que los significamos. Apasionarse por algo es darle valor, es crearlo. Desde el living de casa le damos sentido a las acciones de dos hombres que se pasan uno al otro un trozo de caucho hasta que uno de los dos lo pierde de vista y no llega a él. Es muy curioso esto de tomar partido por algo.

Lilian dijo...

Querido Dante,
Que placer leer este post tuyo... Envolverse totalmente en la abstraccion de un programa de television mientras se comen cosas deliciosas y al mismo tiempo se "lenguetean" las penas de amor primaverales parece todo un desafio y aun la forma en que lo cuentas suena maravilloso :)
Un gran abrazo!

Anónimo dijo...

y Amén has dicho!!!

Aunque confieso, que sin ser seguidora del tenis, de vez en cuando me veo atrapada por algún partido (usualmente una final), y la tensión es horrible, pero muy cierto lo de los enfoques...

Cuidate...

39escalones dijo...

Nadal y Federer van para pareja de hecho. A ambos les quedan varios años por delante, así que casi les podrían dar su propio torneo, o un programa de televisión.
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

39e: tienes razón, si creo que hasta ellos se están aburriendo.
El de ayer tuvo un fondo tristón, como de final de temporada. Es que tal vez sean conscientes de que están viviendo el fin de una época. Abrazo correspondido.

Karen: fui monaguillo, entre otras muchas cosas, así que el amén no me suena ajeno. Finalmente es como decir "Así sea", pero apocopado. Yo tampoco sigo el tenis. Me gusta el espectáculo y lo persigo con cierta devoción. beso... y me cuido, no te preocupes.

Dante Bertini dijo...

lilian: después de muchos años de general bonhomía, los lobos aúllan a las puertas de europa...después de haberse zampado casi todo el "tercer" mundo. No esta mal tomarse un descanso, imaginar que estamos en el mejor de los mundos, vivir por unos momentos esa felicidad doméstica a veces posible.

Dante Bertini dijo...

walter, no sabe cuánto me alegra verlo por aquí. Sé que para venir abandona sus sesudas disquisiciones filosóficas -lo digo como si fuera broma, pero con un fondo de absoluta seriedad- y eso me hace pensar que mis comentarios en su blog no le molestan. También yo suelo quedarme al margen de la algarabía general, pero consciente de que los que se divierten más son "ellos". Aunque, ¿quién quiere divertirse todo el tiempo con lo que hacen otros?
Si vemos un "partido" de cualquier cosa, sólo nos queda tomar "partido" o irnos a un lugar menos bullicioso, verdad? Generalmente opto por la segunda posibilidad, si bien ver en todo momento la vida como una pelotita de caucho disputada por dos tipos grandes con pantaloncito corto, se convierte en una particular forma de apostolado que sólo nos puede llevar a una no menos aburrida y arbitraria santidad.

Lucía dijo...

Cacho, tus crónicas son divertidísimas; no me importa haberme perdido el partido, prefiero leer lo que tú os cuentas, es mucho mejor.
Un abrazo.

nomesploraria dijo...

¿te dejaban tocar la campanilla? a mí no. No me gustaba ser monaguillo porque no soportaba el olor de los cirios tan cerca. La parafina, que no la cera, al apagarse suelta un pestazo insoportable.

Si rafa hubiese jugado con el gran Vilas podríamos decir: "Rafa, divino, meriéndate al argentino" o al revés, claro

Momo dijo...

Walter, me encanta tu texto y, en mi humilde opinión, es más que un comentario.

Me hicise pensar a Santo Agustino cuando habla de los juegos de circo.

Saludos

nomesploraria dijo...

Sobre tomar partido
Odio el boxeo pero soy capaz de imaginar el sufrimiento de alguien que toma partido por uno de los dos combatientes. Si Walter sufre sin quererlo por un gol en contra, pensad si en lugar de goles tu "equipo" recibe puñetazos. Como espectador, como pasión deportiva, no creo que haya nada más fuerte. Bueno sí, los duelos con pistolas o con espadas de verdad pero eso no lo echan por la tele ¿o sí?

Dante Bertini dijo...

lucía: otro piropo como ese y me derrito como un cacho de hielo sobre una sartén hirviendo. Me encanta contar cuentos. Debería haber sido abuela. Un beso

Momo: he dicho "amén" y el blog se me ha convertido en una sacristía.
Si vienen sin calvario incorporado, bienvenidos sean también los santos.

Momo dijo...

O:-)

Dante Bertini dijo...

estimado Només: cuando fui monaguillo toqué la campanilla, además de otras cosas, aunque no sé si debiera hacer esta confesión en un lugar público. Tal vez usted se convierta luego en el Bioy de este pobre Cacho y edite libros gordísimos deschavando mis más oscuras propensiones.
Yo era de aquellos monaguillos de otra época, con sotana roja y casulla blanca. Una vez atravesé medio Buenos Aires encabezando una procesión de Corpus Christi. Llevaba una canasta con flores en mis brazos. Se me cansaron tanto que juré colgar la sotana y no volver a usar nunca más falda larga.

Bambu dijo...

Esta bien eso de tirarse en el sofá con unos anacardos viendo como sudan los demás y si ya de paso les podemos meter un par de gritos tipo "esa era tuya!!" mejor, es una buena forma de desahogo ;-)

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Una duda: ¿Qué demonios es un anacardo?

Anónimo dijo...

Yo quiero una foto tuya vestido de monaguillo, el gran amor de mi vida fue un monaguillo, qué historia maravillosa, por eso me gusta tu bblog, despiertas
recuerdos olvidados, qué contradicción. Me encantan y divierten muchísimo los comentario de nomesploraria, le envío un beso.
Un anacardo es una especie de cacahuete muy, muy indigesto, especialmente por la noche.
Karo, qué ha sido de Grace Jones??
de nuevo invocaste al pasado.
Mi amor de siempre. Sigourney

Lilian dijo...

si... que son los anacardos? si quedo claro que son comestibles :)

Dante Bertini dijo...

bambú, de eso hablaba precisamente. A veces da un poco de corte pegar algún grito, pero cuando lo haces te quedas de lo más bien.

señor doti: si se lo pregunta al gran dios google, verá que hasta le brinda una imagen muy clara y en colores. Con sólo poner anacardo y apretar botón. Un vicio difícil de evitar.

Dante Bertini dijo...

lilian: no puedo creer que no hayan llegado a Baltimore. Si no los probó y cuida su figura, ni se acerque a ellos. Son deliciosamente adictivos!

dear sigourney: ya haré un post más largo con mi etapa managuillera. la divertirá. a només le gustará lo que le dice usted.
Temo que el blog se esté convirtiendo en una sacristía con oficina de contactos.

Grace Jones debe estar convertida en una señora madura algo más entrada en carnes (¿por qué "entrada" cuando en realidad debería ser "salida"?) que se pasea de incógnito por los barrios bajos de Amsterdam mientras toma notas para una novela de ambiente postnuclear. Ya no canta. Lo encuentra algo frívolo.

Belnu dijo...

Me encanta la descripción del público (ese alicaído Guillermo Vilas) y del partido... cuánta pasión de espectador agudo!

Dante Bertini dijo...

zbelnu: usted ya lo sabe; soy igual de apasionado con el cine y hasta con la gente que pasa por la calle.
A partir de ahora me definiré como "un espectador agudo".

elita dijo...

¡Me encantó Nadal! Me "enganché" al tenis hace poquito, y lo disfruto tanto como los anacardos, ¡¡que me pierden!!

Lucía dijo...

¡Ay, Cacho, no me llegó ninguna foto con tus letras! Vuelve a mandármela y la edito en un post.
ejerciciosespirituales2008(arroba)gmail.com
Gracias. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo soy mayor para los contactos, pero por si le intersa a alguien. Soy de la década de mis amigas Meryl y Glenn, mido 1,85, peso 60 kilos mi color de pelo es el del tinte que me endosan según la peli que me toca, tengo una dentadura maravillosa, los labios bastante finos y seguro que me habéis visto el la saga de Alien. Y tengo una gran debilidad estoy locamente enamorada de Cacho-Dante, lo adoro, lo amo pero desgraciadamente, él ama a otro. Sigourney

Dante Bertini dijo...

elita, cariño, también yo soy nuevo en la adicción al tenis...
de los anacardos mejor ni hablar; sólo de pensarlos...

lucía: no importa, de verdad; se habrá perdido en la red o yo lo habré enviado mal o tu detector de spams lo ha mandado a reciclaje...
En estos momentos no puedo ponerme a buscar la foto (la habré guardado?), pero lo haré. un beso

Dante Bertini dijo...

Sigourney: ccómo ha adelantado en sus conocimientos del castellano!
Una estrella de Hollywood me ama y yo aquí, enfrentado al ordenador desde una casa del eixample...Mi ego se infla como una pelota de fútbol y rebota contra las paredes de puro gozo.
Anque eso de develar mis más íntimos secretos...

nomesploraria dijo...

Sigourney, estoy celoso

Anónimo dijo...

¿Y yo qué?
¿Para mí no hay nada en el reparto?

el de Baires

Anónimo dijo...

¿No me digas que ahora te dedicas al deporte?

Anónimo dijo...

¿Qué cielo de chico, verdad?
un abrazo

Dante Bertini dijo...

Qué seguidilla de preguntas!!!
¿qué puedo decir?
Besotes a todos

Només: no se ponga así, hombre. Se puede compartir.

el nombre... dijo...

Me gustó tu crónica del partido.
No soy afecta al tenis (ni al fútbol, ni al basquet...), pero algunito del Rafa miro, de puro babosa que soy.

Besis

Raúl dijo...

Alguien dijo alguna vez, que la exaltación del circo (hoy, diríamos del deporte, en general) es la máxima expresión humana que puede llegar a darse, pues no hay nada más directo y rápido para unirnos a nuestros ancestros los simios, que los vivas y los vítores.
Igual se pasó, quien dijo ésto... ¿no?
Saludos.

Momo dijo...

santo agustino

Dante Bertini dijo...

elnombre: es que esos brazos titánicos y ese culito (o culazo)respingón, también son parte del espectáculo... con perdón


raúl alma: a veces hay que dejarse llevar por la emoción, es saludable. Sobre todo si no molestas a nadie y te libera de tensiones. No me molesta mi parte animal. No creo que sea la peor de los humanos. abrazo

momo: así sea.

Cayetana Altovoltaje dijo...

¡¡GRANDE GRACE JONES!! Gracias por el vídeo y por recordármela, me viene de perlas para ayudarme a pasar (mis también) cuitas veraniegas.
¿Es normal que encuentre a Federer MIL VECES MÁS atractivo que al nene Nadal? Es que es tan serio, tan compuesto, tan profesor de filosofía... buf le tiraba en la pista y lo ponía todo perdido de tierra :D

Dante Bertini dijo...

Cayetana: la diferencia estriba en que a uno habría que cambiarle los pañales y al otro plancharle las camisas, salvo que la señora gorda que dice ser su mujer deje de masticar chicles y se ponga a la labor.