-Hay cosas que no se deben decir.
-Hay cosas que no se pueden decir.
-Hay cosas que es mejor no pensar.
Mis Reyes Magos particulares, ligeramente afectos a frases de este tipo, más tópicas que censoras, no eran especialmente pródigos. Probablemente no creían en la importancia de los regalos, y así como entre ellos no acostumbraban regalarse nunca nada, para el seis de enero condescendían en dejar alguna tontería sin importancia en mis zapatos, cumpliendo con ese trámite anual casi obligatorio. Una camisa blanca para usar con el uniforme escolar, un par de zapatillas deportivas de bajo costo o algún juego de mesa que también les interesaba a ellos, parecía suficiente despilfarro para conmemorar una fecha algo alejada de las verdaderas fiestas de fin de año, donde sí se gastaba un montón de dinero en pantagruélicas comidas rebosantes de invitados. Mientras tanto, Jorge, el único hijo de los dueños de la mercería "Yoli", un negocio exitoso al que nunca le faltaban clientes y estaba ubicado justo debajo de los balcones de mi casa, recibía todos los juguetes de los niños que, como yo, eran descendientes de una pareja de escépticos con nutrida familia.
Jorgito Abelleira y yo solíamos ser amigos. Casi podría decir que estábamos condenados a serlo. Entre otras muchas cosas menos mensurables, compartíamos ese trozo de calle peatonal al que los argentinos llamamos vereda y los españoles acera. Por aquellos años era habitual usarla para los encuentros de poco calado. Te reunías en la vereda para concertar citas posteriores, comentar alguna noticia poco trascendente o intercambiar revistas, cromos y figuritas. Además, en las aceras de nuestra calle, la interminable Avenida Rivadavia, había unos hermosos plátanos de descomunal tamaño que servían de apoyo para nuestros cuerpos jóvenes pero siempre algo cansados. Todavía recuerdo la áspera y al mismo tiempo cálida sensación de abrazarlos para medir la distancia que quedaba entre mis dedos estirados al máximo. Ni con otro niño de mi mismo tamaño hubiéramos cubierto aquel espacio. Para mi desgracia, aquellos árboles de corteza camuflada no pudieron verme adulto ni gozar de un abrazo completo. Los arrancaron de cuajo porque decían que las raíces levantaban las baldosas grises e irregulares de la acera. Cuando hicieron aquello yo todavía era un niño, sin embargo lloré maldiciendo a los responsables de ese crimen que dejaba mi amplio balcón sin resguardo, mi espalda sin apoyo, mi mano sin compactos y algodonosos proyectiles arrojadizos.
El mismo año de la tala asesina, y vaya a saber por qué extrañas razones, mis dos Reyes domésticos demostraron sus capacidades mágicas dejándome un regalo especial: una máquina proyectora de películas, tan tierna como precaria. Consistía en poco más que una vulgar lámpara incandescente envuelta por un símil de proyector profesional confeccionado en hojalata gris, delante del cual pasaban unas cintas de papel semitransparente impreso con dibujos de trazo grueso en blanco y negro. El movimiento de los personajes dependía de tu habilidad para dar vuelta a la manivela con suficiente velocidad y bastante cuidado, ya que cualquier presión excesiva rompía aquel delicado rollo de papel que oficiaba de película. Teniendo en cuenta todos los anteriores, resultaba un Regalo Realmente Regio. La para mí imponente caja del proyector Cinegraf, marca registrada, incluía dos películas: "Al que nace barrigón es al ñudo que lo fajen" y "Antes de abrir la boca, fíjate". Con los años descubrí el mensaje, en realidad los mensajes, ocultos en aquel regalo de apariencia inocente. Mis padres aceptaban la invariabilidad de mi condición de ser autónomo, una realidad seguramente alejada a la de sus fantasías prenatales, y al mismo tiempo me daban un consejo que años después, en mi casa de Ibiza, repetiría mi madre con mayor precisión:
-No es exactamente lo que decís...Nunca hay maldad en las cosas que decís. Pero a mucha gente le duele que se las digas. A veces sos demasiado directo, mi amor.
Del burro barrigón no dijo nada. Era un sobreentendido silencioso que tanto ella como mi padre supieron aceptar, en mayor o menor medida, con cariñosa resignación.
Hoy, mientras escribo esto, pienso que mi añorado Daniel Melgarejo no hubiera intentado descifrar los signos ocultos en el Regalo Regio de mis Reyes. Se hubiera puesto a dibujar más películas con sus propios personajes sin siquiera preguntarse nada.
Los seres humanos tenemos formas muy intrincadas de ser iguales.
[image: Moodboard: Mudpuppy]Moodboard: Mudpuppy
Returning to his hometown in a small nook of the Ozarks, director Cole
Borgstadt reconciles his identity ...
Hace 3 horas
29 comentarios:
Adoro tus historias plagadas de recuerdo!!!!! y la forma en que ironizas sobre algunos temas dificiles de tratar como los regalos que no recibimos y nos hubiera gustado, ni que hablar de las peliculas... tus padres eran vidente?? o solo presentían como serías??? tan directo y sin vueltas, tan transparente aunque a otro le moleste, porque en general es dificil que la verdad no moleste... o peor qu enos digan verdades que no queremos escuchar... Yo te digo que me alegra que no te hayan fajado y que más de una vez no te hayas fijado antes de abrir la boca, porque eso es lo que te hace autentico!!!!!
Y con respecto a lo de dibujar habrás empezado luego pero y lo bien que lo haces que???!!!!
Besotes cachito de bombon!!!!!
No te me derritas que quiero verte enterito eh!!!!! pasalo lindo en el refugio!!!!
A mí me trajeron los Reyes un Cine Exín.
Gisella: ellos no eran videntes; yo fui muy evidente desde muy pequeñito. Y también dibujo desde que tengo uso de razón, de allí el regalo que seguramente eligió mi padre, un italiano de Lucca, más perspicaz que mi madre, criolla y de pueblo. Él estaba aceptando, no se si a regañadientes, un hijo con diferencias. Era un hombre serio y algo parco, sin embargo dejó mucho dicho. varios besotes, y otros más.
Noemí: Cine Exín, el cine sin fin. El vuestro tenía eslogan.
Nos marcaron desde pequeños o supieron ver lo que había?
Disfrute muchisimo el recuento de esta parte de tu vida. Tambien yo le llamo "veredas" y pude visualizarte tratando de abrazar los platanos enormes; me entristeci con su tala. Gracias por escribir asi y compartirlo...
Un abrazo--
hay una cancíón de ahora" cuya letra dice que los reyes magos son el primer engaño que recibe el niño.. Por aquí teníamos un cine de juguete parecido al de la foto, con sus películas en rollos de papel, cinexin se llamaba, creo.
iluminaciones.
Lilian: yo los recuerdo hasta hoy y en mi libros de poemas "amorimás" (2006) hay un poema corto dedicado a ellos.
De cualquier manera, no es lo único que perdí. Gracias y un beso.
el primer engaño? no podría asegurarlo, iluminaciones. Tal vez nos engañan mucho antes, cuando dicen engendrarnos con/por amor.
Conozco el Cinexin: "el cine sin fin".
YO TENGO UNO DE ESOS!!!!!
Se llama Goldstar, y lo atesoro... es uno de los juguetes que sobrevivió al paso del tiempo y aún funciona...
Fantástico relato.
Esa nostalgia, nada ñoña que destila la historia, es encantadora. No sé yo si en una crítica literaria, por doméstica y pequeñita que sea, es demasiado ortodoxo utilizar el término "encantador", pero el caso es que me ha venido sugerido por el tono y la textura de lo que narras.
adriana, cuídalo como oro en polvo; supongo que no siguen haciéndose.
raúl: muchas gracias. Encantador me parece una palabra muy válida, descriptiva y... encantadora. También me gusta que hables de texturas. "Toca" también a mi otra profesión artística.
Qué bello este post, Cacho...
A mí los reyes magos me traían cosas que dejaban dentro de un zapato, en ul balcón enrejado lleno de palomas.
Me has traído recuerdos y me has delitado (as usual) con tus letras...
Un beso grande
"No hay maldad en lo que decís, sos demasiado directo, mi amor·
cómo me suena esa frase!!, además no hay nada qué hacer, jajaja, cierto?
Precioso y entrañable relato,una servidora también tiene ese chisme cinéfilo.
Saludos cordiales
Jazzy
me gusta el adjetivo REGIO.
lena: gracias; nosotros poníamos los dos con la ilusión de que uno no les fuera suficiente. En mi caso siempre sobraba uno. Un abrazo
Jazzy: imagínate un niño actual dando vueltas a una manivela ¡no lo podrían creer!
fan: tú eres regio, fanmakimaki, por eso te gusta. Abrazote
Qué buen juguete de cine y me encantan los carteles... Así que ya había talas asesinas por entonces? Él espíritu español arboricida fue inculcado en las Américas? Todo lo malo se pega...
En cuanto a esas frases malvadas, ejem, ¡el aguijón de Escorpio!
hola Bertini!
are you enjoyed your short vacation?
i have no vacation this summer...;)
have a cool days!
besos
"El regalo más barato del mundo" reza en la publicidad de tu Regalo Regio de tus Reyes...
Me pregunto si pagar un precio mayor te hubiera ocasionado mayor donación que la que, evidentemente, te hicieron tus viejos.
Una historia re cálida, me causó mucha ternura...
La avenida Rivadavia, con esos árboles que nunca ví...
Y bué, hiciste mucho más que tu amigo, justamente, porque los verdaderos recursos no son los regalos más caros, sino los más queridos del mundo.
Que buena historia!! me encanta cuando desempolvas tus recuerdos, con ese cuidado que pones sobre ellos.
Y mejor decir que callar, no crees? sí, sí crees...
Besote, Caho de Pan!
Rivadavia y qué? Yo vivía al 4400 de Rivadavia (Yatay)
:)
Besos (hermosa historia)
musa
Los seres humanos tenemos formas muy intrincadas de ser iguales.
En eso estriba la peculiaridad de cada uno, ser iguales gracias, o a pesar de, la complejidad de cada uno.
Dudo de las intenciones ocultas de los Reyes domésticos. Probablemente, la gran mayoría se mece con el marketing, sin fuerzas para combatirlo.
ME AGRADA LO DIRECTO DEL TEXTO.
LE ANIMO A CONTINUAR ESCRIBIENDO YPUBLIANDO DE TAL FORMA.
A SU VEZ LE INVITO A RETIRAR DE MI BLOG WWW.WALKTOHORIZONT.BLOGSPOT.COM UN OBSEQUIO, LA TARJETA ES POR FESTEJAR EL DÍA DEL AMIGO EN MI PAÍS ARGENTINA, Y DESEO LLEVAR TAL SALUDO A TODO EL MUNDO DE LOS BLOGS.
ASIMISMO LE INVITO A DELEITRSE A LS RECETAS DE LA ABUELA, PASAR POR PANCON SUSURROS Y DISFRUTAR DE LA HISTOIA DE MI ABUELA E INMIGRANTE, EN NEW ART UNA MUESTRA, Y UN ABRZO ESPECIAL EN CUERPOSANO Y ALMACALMA.
LE SALUDO Y UN FELIZ DÍA DEL AMIGO
MARIA DEL CRMEN
Mira tú por donde mis reyes fueron "iguales" a los tuyos y tuve maquinita de color verde a la que había que atizarle vueltecitas a la manivela para poder disfrutar de las 3 ó 4 peliculitas que tenía.
Lo recuerdo con verdadero placer.
Un saludo.
¡ Salud !
Hermoso relato. Muy bien construido.
Las convenciones sociales se cuelan por todos lados. "Microfísica del poder", sentenció Don Foucault.
No es fácil aprender a tener tacto, y menos cuando se es niño, etapa en que los matices apenas existen y los acontecimientos se viven con la intensidad del blanco y el negro, de lo sabroso y lo repugnante.
Me parece un bonito detalle que tus padres lo tuvieran contigo y acudieran al rodeo en vez de a la amonestación o reconvención directa. Hecho que, por lo demás, demuestra que te consideraban un niño inteligente y, en el fondo, capaz de aprender a ser sensible a los matices.
¡Un beso!
Qué buen post! Bueh, de qué me extraño viniendo de quien viene... tu mirada es sensacional... además de recuerdos trae reflexiones... cuántos mandatos nos han metido, no?. Pasé varias veces y no pude comentar, pero aquí estoy, pasada ya la gripe y los desperfectos técnicos. Beso y buen finde.
Le veo pelín dolorido, y lo peor es que me ha contagiado.
Ainss, recuerdos...
APRECIADOS TODOS (ME REPITO): estoy en una de mis cortas vacaciones intermitentes. Entro y salgo de casa sin mucha posibilidad de detenerme a contestarles. Tengo ordenador pero no conexión a internet, de allí que pueda colgar algún post cada tanto. Contestaré, sin duda, sobre todo cuando haya preguntas de por medio, mientras tanto un abrazo a:
Estnom, De Lirium, Juan 43, Antígona, Walter, María del Carmen, Antídoto, El nombre...
Tres musas: Rivadavia (3819), entre Salguero y Medrano, a pasos de Las Violetas.
Margot: yo elegí hablar, siempre. No sé vivir de otra manera.
Zbelnu: te has olvidado del poema que abre mi libro "amorimás"(2005), el mismo que leí en la fiesta del azufaifo, abriendo el acto. Era sobre la calle (avenida)de mi infancia.
Miho: Yes, I'm taking my holidays now...I have many pictures for you!
Besos y abrazos por doquier!!!
Gracias Cacho!!!
En mi casa, cuando yo era chica, los Reyes Magos eran los que traían coplas – Negrita Martina, de Daniel Viglietti – no por falta de recursos sino por falta de fe y aunque como buenos niños lo aceptábamos, no lo comprendíamos. Ahora, cuando nunca es tarde, tu regalo es un regalo de aquellos Reyes Magos que siguen trayendo palabras que resuenan como una canción.
Buenas vacaciones.
Idea: me gusta ser tu rey mago, mejor en minúsculas, fuera de época y lugar.
Cantar no se me da muy bien, ya me gustaría, de allí mi intento con las palabras.
Un abrazo; estaré unos días por Barcelona.
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