viernes, junio 11, 2010

un ave de ida y vuelta (tres)



...paso una y otra vez frente al elefante acróbata de Barceló instalado en la explanada delantera del edificio de Caixa Forum: "Gentileza del autor" dice un pequeño cartel al costado de la elefantiásica pieza y yo me pregunto si quedará allí definitivamente, porque si fuera así, ¡qué regalo exquisito para la ciudad este enorme gesto, irónico y festivo, del inagotable mallorquín! Barcelona, tan pobre en esculturas de calidad, no ha logrado nada parecido de este artista supuestamente cercano, y el gato gordo de Botero, callejero al fin, desprovisto de dueño, deambula de un lado a otro sin encontrar un destino definitivo donde aposentarse.
Finalmente, el último día de mi viaje entré a ver esta exposición retrospectiva y, entre todas las obras expuestas, volví a elegir, ya que nadie iba a cobrarme por hacerlo, el gran lienzo con tomates cortados, y recortados, (ver foto) sobre un fondo al que podría llamar con total impunidad blanco, si no fuera porque recuerdo aquel texto de Borges donde lo matizaba, como Barceló, de acuerdo a sus mil variantes posibles.
A unos metros de allí La Fábrica exponía fotografías de Diane Arbus, otro viejo conocido mil veces frecuentado; de esos que ya no te sorprenden, pero a los que siempre alegra, aunque resulte paradójico por la incisiva crudeza de sus temas, volver a ver una vez más. Era consciente de otra paradoja: me estaba despediendo de la colorida, luminosa y libresca ciudad rebosante de primavera, con aquel cortejo de fantasmales presencias fotográficas.
Un momento antes había dejado mis trastos en la consigna de Atocha y gastaba mis últimas horas de Madrid por las cercanías de la estación, con la misma sensación de permisible despilfarro conque se gastan los últimos centavos de una moneda extranjera de imposible uso en nuestro lugar de origen.
Esa misma mañana, mientras desayunaba en la Plaza de la Plateria, rodeado de gorriones espabilados (¡piaf, piaf!) que roban de los platos apenas te descuidas, y de gente amable con caras humanas que repetían en plan slogan, desde sus negras camisetas impresas, un texto del Romeo y Julieta de Shakespeare -"Lo que el amor puede, el amor lo debe intentar"-, había recibido una recomendación pictórica y un florido consejo: "tendrías que acercarte hasta la rosaleda del Botánico, aquí enfrente mismo, girando a la izquierda".
Me gustan las rosas y tenía pensado dar un paseo hasta el Palacio de Cristal, así que, por supuesto, fui hasta ellas. Vi mariposas y mirlos, cuadrillas de muchachos silenciosos camuflados de hoja ocupándose de la jardinería, señoras charlando animadamente debajo de árboles majestuosos y sobre todo muchísimos gorriones (¡piaf, piaf!) dispuestos a no dejarme olvidar del espectáculo, ¡Piaf!, que había visto la tarde anterior.
Dejo para el final mi encuentro con la magia imprevisible del teatro, que en este caso estaría presente inclusive más allá del escenario -un despliegue de talento que quizás, por despiste o ignorancia, pasará desapercibido para el gran público de España-, una magia a la que podríamos poner muchos otros nombres, pero, se llame de la manera que nuestras creencias permitan o decidan llamarla, estuvo presente en todo lo que sucedió la tarde del domingo a partir de mi llegada al Nuevo Teatro Alcalá, un espacio cómodo, precioso, entrañable y con una ubicación realmente privilegiada.
Todo comenzó cuando acerqué los labios al cristal separador de la taquilla para pedir lo que deseaba:
-Una entrada, por favor...Elija usted una desde donde se vea bien, que no conozco el teatro... y que además no sea de las más caras...Vengo desde Barcelona.
El taquillero me mira sin decir una palabra y me alcanza un trozo de cartulina por debajo del cristal:
-Llévate ésta. Lo verás muy bien, te lo aseguro.
-¿Primera fila del anfiteatro? Arriba? ¿No será muy lejos?
Sonríe ahora, el boletero con gafas:
-Te aseguro que lo verás mucho mejor de lo que puedas imaginarte.
Cuando una hora después entrego la entrada en la puerta principal del teatro, el joven receptor me dice:
-Aguarde un momento aquí. Ahora vendrá una compañera para ubicarlo.
La compañera es joven, bella y muy simpática; ágil, a pesar de su muy notable embarazo.
-Buenas Tardes, señor. Tengo una oferta para hacerle. Si no le molesta lo puedo ubicar en platea. Hay algunos espacios libres.
Digo sí, por supuesto. Fila cinco, primer asiento del pasillo izquierdo. Una posición inmejorable.
El montaje es perfecto, un prodigio de ritmo, iluminación y puesta en escena. La visión de los entretelones vitales de la Piaf es discutible, aunque se entiende porque la autora, Pam Gems, es inglesa y el gorrión de París sigue siendo uno de los símbolos sagrados de la nación francesa, esa amistosa enemiga.
Todo el público aplaude en pie. Fin del espectáculo.
Cuando salgo al foyer la guapa embarazada me pregunta mi opinión sobre la obra:
-¿Y, le ha gustado?
Asiento con auténticas ganas y un segundo después, como Borges y Barceló, matizo. Hablamos un rato sobre los proyectos futuros de la compañía y entonces me entero que no montarán la obra en Barcelona: cuando acabe la temporada de Madrid piensan dejar de representarla. Elena Roger vuelve a Londres para otro montaje inglés, gran parte del elenco retorna a su ciudad de origen, Buenos Aires, y sólo dos o tres de los bailarines piensan tentar suerte en Europa.
Antes de despedirme, le digo:
-Gracias por todo...y que el niño o niña llegue con mucha felicidad.
-Es un niño, ya lo sé- me dice contenta-. Se va a llamar Dante.
Escalofrío, vellos tiesos como espinas, incredulidad, emoción, asombro.
Le paso una tarjeta de primavera-verano:
-Es que yo también me llamo Dante... Es inaudito!
Nos tocamos las manos para alejar cualquier sospecha de alucinación y después de contarnos emocionados algo más de nuestras vidas, decido dejarle un volumen de amorimás que llevaba en el bolso. En la primera página escribí, sin que me ella lo pidiera, una dedicatoria:
"A Damiana, pero sobre todo, y perdón por esto, al futuro Dante".
Un delicioso viaje este que hice por Madrid.
Habría que creer un poco más en la bondad de los extraños.

Fotos de Bertini: Arbus and me, Charla-Botánico, Barceló-tomates, RomeoJulieta, Roger-Piaf.

36 comentarios:

Anónimo dijo...

Es sencillamente preciosa esta entrada, pero sobre todo ese final imposible... a mí también se me han erizado los vellos al leer esa coincidencia...
Te leo siempre...

María desde Madrid

Dante Bertini dijo...

María de Madrid:
repites, repito, asi estamos seguros los dos de habernos leído.
Gracias por ese "preciosa" refiriéndote a la entrada.
Para mí fue una emoción muy fuerte. Creo que nunca tuve tan claro lo del escalofrío recorriendo mi espalda.
Una coincidencia asombrosa de verdad. Y muy emocionante.
Bienvenida!

Belnu dijo...

Qué buena tu historia madrileña! Me alegro de esa pequeña epifanía "dantesca"

Caruano dijo...

Querido Dante:
El año pasado -como el que va a tomar las aguas a un balnearío- fui a Madrid, a emocionarme. Era época de estío. Los ventiladores-aspersores de la terraza del Cículo de Bellas Artes mitigaron algo mis sofocos. Pero el calor y la emoción volvieron a zarandearme viendo las fotos en la exposición de Anie Leibouvitz, donde plasma lo últimos días de su compañera, Susan Sontag, entre otras fotos hermosas pero menos importantes.
También fotografié el elefante de Barceló y la escultura gigante de Lichtenstein en el Reina Sofía.

Este año no he podido visitar Madrid a mi aire.
Este año visito Madrid de tu mano, que noto como vibra.

la foto sepia no es Quim, diantres.
Hermoso el Botánico.
¡Qué bien huelen los tomates!
Emocionantes
Piaf
Damiana
y Dantes.

Dante Bertini dijo...

Isabel,
gracias.
Una parte de ese paseo contó con tu presencia: cálida, respetuosa, amable y siempre bien informada.

Dante Bertini dijo...

Caruano:
ahora visito yo ese Madrid que me perdí con pena y no a sabiendas, ya que la Leibovitz es una de mis fotógrafas favoritas, tanto en su perfil más glamouroso como en ese otro que retrata vidas y muertes descarnadamente.
No conocía los aspersores, una sorpresa agradablemente húmeda,
porque soy turista urbano en épocas de frío, una costumbre que arrastro de mis épocas de residente-trabajador en Ibiza, cuando veraneábamos siempre en épocas otoñales.
Gracias por el comentario, muchas gracias también por la compañía.

Beatriz dijo...

!Qué bonito viaje Dante¡.
Yo acabo de llegar de Sitges, en tren(siempre lo hago en coche), y no he encontrado toda esa poesía que siempre encuentras en tus viajes. Repleto de playeros, sombrillas de dos metros, mochilas, bocadillos envueltos en papel de plata que eran engullidos por hambrientas fauces y como es obvio nada olía a lavanda fresca-
En fin que me quedo releyendo tu texto para relajarme
Besitos

39escalones dijo...

Me encanta el colofón a esta nueva crónica brillante de tu periplo madrileño. Más que nunca en estos tiempos "hay que creer un poco más en la bondad de los extraños", sí señor.
Abrazos.

Dante Bertini dijo...

Beatriz:
mi llegada a Barcelona fue feliz pero ahora estoy con antibióticos y bastante pachucho. Pasas, que dicen por aquí, y nos dejan arrugaditos y maltrechos.
Espero estar bien en pocos días y volver a la carga. Viajar donde debo viajar hace un montón de tiempo.
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Alfredo:
la crisis general también se nota en mi blog, según parece.
Menguan las visitas y los comentarios y descontando a algunos fieles como tú, no parece que esto que cuento le interese a nadie. Habrá llegado la hora de bajar la cortina?
Te mando un abrazo

Beatriz dijo...

Dante, que te pongas bien, "que las pasas pasan" y tu puedes con ellas. Y no nos abandones, que los que se van acabarán volviendo( y si no ello se lo pierden) y los que no te dejamos nunca necesitamos de tus textos, por que nos informas, nos entretienes y hasta alguna veces te asomas con algún atrevimiento de ese niño-grande que hay en tí y que nos divierte
Recomendación: junto con el antibiótico una dosis de optimismo

Hoy mis comentarios llevan la filosofía de los super : "dos por uno". Tienes algunos días para devolvérmelos y si no pensaré que lo has tenido en cuenta
Un beso y "Tú puedes Dante"

Fernando García Pañeda dijo...

Delicioso de principio a fin, Dante.
Sobre todo con ese fin, entre onírico y literario.
Tocando el sol.
Un abrazo.

Dante Bertini dijo...

Beatriz:
gracias...tú eres de las incondicionales.
Me cuido, reposo y tomo los medicamentos.
Aburrido, desde ya, pero he visto cosas peores.
Tendría que haberme quedado en la capital? Tal vez...
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Fernando:
gracias sin parches, estimado amigo.
El sol quema, lo sabías?
Un abrazo radiante

Unknown dijo...

Estuve viendo los tomates el otro día. Que majos!! También me gustó la sala negra.

Diana H. dijo...

Un precioso paseo de primavera, un final de los que me gustan, se te puede pedir algo más? Sí, creo... por el comentario de Beatriz tendré que pedirte que te cuides mucho, gorrión argentino-barcelonés.
Besos y mimos curativos para ser tomados cada hora o cuando lo creas conveniente.

Dante Bertini dijo...

Fanma:
suculentos tomates para mi cacho de pan...
La sala negra y la roja: impactantes!
Colgaré alguna foto más.


Diana:
este gorrión está algo "aterido el plumón y el pico abierto", como en un viejo poema que recita siempre un amigo muy querido.
Por tanto todos los mimos le vienen bien, sobre todo si llegan cargados de buenos deseos.
El final es auténtico. Hasta una amiga psico lacaniana, poco afecta
a las magias, aceptó que este encuentro tenía bastante...
Un abrazo y gracias

/ dijo...

Me encanta como relataste tus impresiones de este viaje por Madrid.
Algunos lugares los conozco, otros no. A Elena Roger la ví aquí en Buenos Aires haciendo La Piaf, maravillosa! Se va a Londres a preparar su próximo trabajo: Passion.

Quería preguntarte algo: Siguiendo tu consejo de poner los nombres de los fotógrafos, sabés quién fue el que fotografió desnudo a Burt Lancaster? Las fotos las tengo, pero por más que busque no encuentro al autor.

Desde ya, muy agradecido!

BESOTES DANTE Y BUEN LUNES!

Naia Marlo dijo...

Creo en la bondad de la gente, en la causalidades.. cuando mostramos una cara abierta, féliz, generosa,amable, inteligente...nos encontramos con todas las buenas personas, cosas y situaciones que nos sorprenden por su autenticidad y sencillez.
Cuando utilizas la visión clara y camaleónica allí donde estás, vives totalmente los detalles del momento presente.
Impresionante el tronco de ese hermoso árbol, tentación para abrazarlo. Es una gozada abrazar un árbol... ¿lo has probado alguna vez?
Dante.. el Amor lo puede todo.
¡Otro Dante en el mundo! Bienvenido..
Un placer leerte,



Te dejo un abrazo silencioso aromatizado en aromas a rosas de todos los colores...

Naia

Ātman dijo...

Me he ausentado de los comentarios, pero no de seguir tus aventuras madrileñas. Ya desde el principio, una voz del televisor en el hotel, anuncia una premonición de ensoñación. Después los viandantes pasean con misiones secretas, nos hablan las vallas publicitarias, se hace lugar en la platea y los niños nonatos adoptan nombres imposibles… Pienso que existe una cierta predisposición íntima que hace surgir la magia a nuestro alrededor, que esa es tu feliz circunstancia, y que los que tenemos la suerte de seguirte, quedamos contagiados. Por cierto, ya tengo blog, pásate y coméntame, si lo deseas. Un saludo, y que te mejores.

mary poppins dijo...

que bonito Dante

Cuando quieras que le haga saber algo a Elena le mando un correo con tu comentario sobre Piaf o sobre lo que quieras

besos

Dante Bertini dijo...

Stanley:
sos el demonio hecho Marlon Brando!
Burt Lancaster es un ídolo para mí; el único hombre con cuerpo moderno, bien modelado, en las pantallas de cine durante décadas...
Encontré las fotos, magníficas, pero no el autor: supongo que alguno, anónimo, de revista sexy de la época. Por esos años no era muy lucido sacar fotos así, sobre todo de hombres.
Después de este comentario, muchos de mis seguidores y/o seguidoras, estarán esperando que las publiques, con o sin pie de autor.

Un abrazo y hasta la próxima.

Dante Bertini dijo...

Naia:
soy un abrazárboles, un acariciador de plantas, hojas, flores y animales...
A veces me miran con extrañeza, pero yo sigo así desde siempre; es muy saludable.
El botánico de Madrid es fantástico, tan bien cuidado como educativo. Dan ganas de vivir allí, te lo aseguro.
Gracias por visitar y gracias también por seguir mis recorridos.
Un abrazo cítrico aunque sin acidez.


Marypop:
aquí está mi blog y también lo que dije de ella y de su espectáculo...Encantado de que lo conozca. Estuve con sus compañeros a la salida y la vi irse, sin embargo no me pareció bien detenerla porque se la veía con prisa y ganas de marcharse a casa.
Un beso de gorrión

Dante Bertini dijo...

Átman:
eres bienvenido por aquí y ahora serás bien visitado.
Tus comentarios son los de alguien que se toma el tiempo de leer lo que escribo y eso es siempre un lujo sin precio.
Estoy algo boleado, que decimos en el sur, refiriéndonos, supongo, a los caballos o a cualquier otro animal tendido en el suelo, con las patas liadas por las cuerdas de una boleadoras.
Espero mejorar pronto, y lo deseo.

pepa mas gisbert dijo...

Es más raro encontrar una embarazada que va a llamar a su hijo Dante que la bondad de los extraños, fijate. ¿Como no vamos a creer pues en esa bondad?.

Un paseo estupendo por Madrid este que nos estás (¿y estarás?) haciendo disfrutar.

Gise =) dijo...

Que beuno disfrutaste de Elena Roger!!!! mi primo me dijo qu efuera a verla que esta fantastica, es amiga suya trabajaron en varios musicales juntos... mi hermana la fue a ver a Buenos Aires cuando estuvo quedo fascinada!!!!! yo ya sabia que no vendrian a Barcelona fue lo primero que le pregunte a mi primo cuando supe que venian a Madrid....
Se me erizaron los pelos de la nuca la vida te da sorpresas sorpresas te da la vida hay Dios!!!!!!!!

Besukones Dantescos!!!!!!!!!!

Dante Bertini dijo...

Alma:
el encuentro es extraño para mí. Hace años era imposible encontrar alguien con mi nombre, sobre todo en España. Supongo que es una casualidad; no lo es encontrarse con extraños bondadosos cuando pones buena voluntad de tu parte.

Creo que he terminado mi viaje con esta tercera parte. Ahora si: ya fue. Un abrazo



Gise:
una suerte haberla visto y una de las razones de mi viaje, sin duda.
Los chicos del elenco me dijeron que estaba previsto llegar a BArcelona pero finalmente desistieron. Una pena: era un espectáculo que podría haber funcionado muy bien aquí.
La historia con Damiana y su futuro Dante fue escalofriante y muy emotiva.
Todo un viaje.
Abrazos, muñeca. Nos vemos.

Raúl dijo...

Sonrío, y no por el tangencial homenaje. Sonrío, por el tono, por lo hermoso, por lo ventricular de esta entrada. Sólo sonrío.

Emma dijo...

Dante, he oído que estás malito. Cuídate mucho! Y que te mejores pronto.

Dante Bertini dijo...

Raúl:
sonríe, sonríe;
el mundo lo necesita!
Un abrazo, señor de los pies frescos.


Emma:
estoy en cuidarme mucho.
Espero la recompensa de mi salud por tanto sacrificio.
Gracias por los buenos deseos.

Hub dijo...

Estimado Dante,

Muchas gracias por visitar el Hub Madrid. ;-P ¡Espero que lo hayas disfrutado! Para nosotros fue un placer tenerte allí contándonos lo que haces y haciendo preguntas sobre el verdadero uso del espacio. El Hub Madrid es un espacio de trabajo en el corazón de Madrid para inspirarte, conectarte e impulsar tu idea, empresa u organización junto a otras personas que trabajan para crear un mundo mejor. Puedes leer más información en nuestra web y el documento que te adjunto en este correo.

/ dijo...

Muchísimas gracias por el hermoso comentario que me dejaste, sos muy generoso!

UN GRAN ABRAZO!

Margot dijo...

Ajá, sí, Dante, habría que confiar más... yo de hecho procuro hacerlo porque la experiencia me dicta que me acaban pasando cosas como las que cuentas.

Disfruté con Barceló hace un mes y con Arbus lo intentaré este sábado... y el Botánico es de mis paseos deliciosos, qué gracia me hacen estas coincidencias!

Besos madrileños y con mirlos, también gorriones.

Dante Bertini dijo...

Stanley:
no es generosidad.
Si yo fuera ella estaría más que contento. Las fotos son muy bellas, ella lo es, y el post todo un homenaje. Abrazos


Maegot:
soy de una tierra donde se dice que "la confianza mata", así que es todo un ejercicio imitar al desgraciado personaje de Tennessee Williams sin pensar que tendremos su mismo final.
Un abrazo agorrionado y botánico.

carmen dijo...

Como disfruto leyendo lo que escribes.
Eres un gran observador que sabe transmitir lo que ve con una maravillosa cercanía.
Magnífico final para una magnífica crónica.
Gracias,querido Dante.
Saludicos y que te mejores.
Y como dice una amiga Mexicana;apapachos a Federico.

Dante Bertini dijo...

Carmen:
cómo disfruto yo leyendo lo que me escribes tú.
No tengo un espejo veraz para que refleje lo que hago: siempre me lo muestra parcialmente e invertido.
Gracias, Carmen, por incentivar mi escritura.
Besos y maullidos para tí.