martes, junio 02, 2009

Dior, Ladies and Gentlemen


Un título sencillo, de esquizofrénica elegancia: Christian Dior y yo. Así tituló a sus memorias el modisto francés que logró hacer de su nombre un sinónimo de la Alta Costura. El ejemplar que tengo en casa me costó dos de las hoy minusvaloradas pesetas en una mesa de saldos de la calle Aribau. Tiene mi firma en la primera página y debajo de ella una fecha también manuscrita: noviembre de 1992. La edición -tapa dura entelada en verde con una sobrecubierta en blanco, amarillo y negro, ocupada en su casi totalidad por las manos de Dior dibujando uno de sus elegantes vestidos- es del año 1957. Se hace responsable la editorial Marfil de la ciudad de Alcoy, dejando constancia de que la traductora ha sido doña Juanita Espinós Orlando.
Al escribir estas páginas empleo una forma de expresarme que no es la mía. Lo hago con un poco de inquietud y sin la menor vanidad. ¡Vanidad! Ante esta palabra algunos podrían sentir la tentación de sonreír:
-Escribe usted un libro en el que no se habla sino de usted, de su casa y de su profesión, ¡y no quiere ser tachado de vanidoso!
Pongámonos de acuerdo. En este libro hablo de lo que entiendo. Aquellos a quienes no interese la costura y lo que ella representa no lo leerán. Los demás encontrarán natural que sea yo quien lo escriba. Lo presuntuoso en mi caso consistiría en hablar de otra cosa, figurándome que por haber triunfado como modisto sería interesante mi opinión sobre el arte abstracto o sobre la reforma de la Constitución.

¡Bravo, monsieur Dior! Jorge Luis Borges, ese reconocido escritor argentino enterrado en Ginebra (en el mismo pequeño cementerio donde están los restos del reformador Calvino y también las tumbas de una honorable familia Bertini, más el escultórico mausoleo de una solitaria señorita Chapuis*), solía quejarse de que por lo habitual sus entrevistadores le hacían preguntas sobre política para luego criticar acerbamente sus opiniones.
-Siempre les digo que no es un tema que domine, pero ellos insisten hasta que logran vencer mi resistencia, -solía quejarse el escritor.
"Periodismo de investigación" llaman a esta tarea inquisitorial algunos profesionales de la pregunta.


Entre todas las delicias que podemos encontrar en el libro de Dior, hay una que toca de forma directa al corazón:
Existe una categoría de mujeres que permanecen tiernamente fuera de la moda: son las que continúan vistiéndose como en los tiempos de su última felicidad. Pero esta extravagancia no se puede consentir sin pelos blancos sobre la sien.
No puedo asegurar que Carmen Dell'Orefice, chica de tapa del exquisito Fanzine 137 en su volumen número 1 de Ladies and Gentlemen, se permita semejante extravagancia. Con una carrera de más de medio siglo como modelo profesional de primera línea, es uno de los personajes que pueblan este nutrido volumen de tirada reducida y numerada (por mi casa deambula el 0958). Otros muchos, no menos talentosos, bellos y elegantes, -Art Hirschfeld, Alex Katz, Richard Avedon, Karen Graham, Barbra Streisand, Herb Ritts, Francesco Scavullo, Bob Colacello, Cecil Beaton- aparecen en imagen y/o en obra en esta publicación que muestra un particular cuidado en el diseño y la impresión, sin descuidar en ningún momento el interés de los abundantes textos.
Volvamos a Dior. Según él:
Todos tenemos una debilidad que constituye nuestra fuerza. Nos sostiene en el hastío de la vida diaria y da a nuestro éxito práctico su mejor justificación: haber ganado lo suficiente para satisfacerla.
No develaré cuáles eran sus debilidades porque, como es de suponer, este hombre de minuciosa complejidad tenía más de una, sin embargo puedo adelantar que compartíamos las más esenciales. Entre aquellas que podríamos llamar inocentes, guardo desde muy pequeño dos que me hacen especialmente feliz: pasear la mirada por revistas de lujo como Ladies and Gentlemen, leer las memorias de gente creativa y brillante como Christian Dior.
Encuentro que son formas divertidas, ligeras, de aprender a vivir.
(*En algún próximo post entraré en detalles.)


Photos: Dior con una de sus modelos en los años cincuenta, autor anónimo - Carmen Dell'Orefice en la London Fashion Week, England 2008, por Tim Whitby/Getty Images - Sobre un sillón, foto de Dante Bertini.

28 comentarios:

Unknown dijo...

Apartando el humor tan inteesante de las anecdotaas que has contado, ese mundo, el de las mujeres con cana vestidas del tiempo de la felicidad, me parece tan lejano y tan absurdo que no puedo tomarmelo muy en serio.

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Como siempre, Cacho, me has hecho interesar por cosas en las que no hubiera jamás posado la mirada. Iluminar terrenos oscuros y no explorados: cosas que hacen los verdaderos escritores.

La observación de Dior sobre el modo de vestir de las mujeres que añoran sus momentos de dicha me parece inapalable. Veo ahora confirmaciones por todas partes.

pepa mas gisbert dijo...

Como diría el propio Dior "La uniformidad es la madre del aburrimiento", y yo afirmo que leyéndote nunca me aburro, creas costura con tus letras con ligeras puntadas de pret à porter.

Un abrazo

Dante BER dijo...

Fan,
Walter:

opiniones tan opuestas solamente puede crearlas un pensamiento rico en posibilidades. Por eso digo que toca el corazón.

Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Alma: me encanta tu capacidad de dar al comentario un aire acorde con el post. Gracias por estar con tu alma en las cosas que hago.

Anónimo dijo...

En unas de sus entrevistas Christian Dior dijo " Las mujeres no llevan lo que les gusta. Les gusta lo que llevan" Leerte es un tiempo de glamour.
Pasaré de nuevo.

Nasledanou,

Fernando García Pañeda dijo...

Sin duda son formas divertidas de aprender a vivir, pero no creo que sean tan ligeras. O quizá para mí ligero y sustancioso son bastante antónimos.
Muy elegante post.
Y esperaremos a esos detalles sobre ese mausoleo.
Un saludo.

dante b. dijo...

Hatüey:
parece que Dior acuñaba frases aparentemente frívolas con pesadas cargas de profundidad.
Gracias por ésta que no conocía. Te espero.


Fernando:
Lo del mausoleo me/os lo he prometido, estoy obligado a hacerlo.
Ligero es para mí leve, sutil, suave, no necesariamente insustancial... pero sabes que en esto de las palabras no hay verdades rígidas. Todos hablamos distintas lenguas, aún con el mismo idioma.
Gracias por lo de elegante. Hablaba de gente y productos que lo son.

Abrazos para ambos.

Beatriz dijo...

Armonía en tu texto. Elegancia y distinción en el trabajo y en la filosofía de Dior.
Maravillosa dignidad la de aquellas mujeres que siguen queriéndose aún despues de su última felicidad y que continuan conservando su buen gusto. Disfrutando de su belleza hasta el fin.
Tuve la oportunidad de admirarla en mi abuela.Tenía la tristeza oculta en su alma. Pero se quiso siempre, elegante y con canas.
Buen post, toca el corazón-
Besitos elegantes

daniel rico dijo...

"Existe una categoría de mujeres que permanecen tiernamente fuera de la moda: son las que continúan vistiéndose como en los tiempos de su última felicidad."
esta frase me resulta de una delicada belleza, y por tanto, de verdad.

saludos cacho

Dante Bertini dijo...

Beatriz,
Daniel,
corroboráis lo que siempre decimos: para gustos los colores.
Algunos encontrarán una frivolidad ocuparse de estas cosas en medio de la crisis, el paro, las gripes, la inanidad general.
A mí me ayuda a resistirlas.

abrazos y gracias

el objeto a dijo...

qué bonito eso que dice de lo que realmente sería presuntuoso de su parte, y en cambio en el derecho de hablar humildemente de lo que uno sabe,

y ese apunte poético de quien se sigue vistieno como en los tiempos de la última felicidad,

yo he de reconocer que después de trabajar durante años con gente de la moda he llegado a respetar a los buenos y a olvidar a los malos,

bonito post

Gise =) dijo...

Hay con vos no puedo, no puedo dejar de admirar lo que dices o mejor dicho como lo dices, "más detalles"??? se puede decir más solo para hablar del lugar donde esta enterrado alguien??? mira si tuvieras que hacer un tipo de relación asi del Cementerio de la Chacarita??? no terminaras nunca, jijiji!!!!! Que logico suena lo que decia Dior no??? y que poco real a saber por lo que opinaba sobre el tema Borges...
Me gustó la definición de esa categoria de mujeres tiernemente fuera de moda...me dio mucha ternura...
Imagino tu casa como un lugar lleno de "delicatessen" editoriales donde en cada rincon hay una perlita o un ejemplar de una edición inedita o ya muy antigua....un lugar lleno de arte de todo tipo, eso si arte del bueno como es tu gusto!!!!!

Besitos bombon!!!!

Gise =) dijo...

Funcion de gala, que buena etiqueta para un post tan elegante!!!!

Dante Bertini dijo...

Vanessa:
por allí hay algún comentario ilustrando esa frase con historias cercanas. También yo he visto mujeres, y hombres, anclados en el vestuario de algún momento de sus vidas, aunque nunca lo había leído como él.
Gracias.


Gise por dos,
querida, a mí me parece o hay un ligero reproche en esto de: "imagino que tu casa..."
Subsanaré esa falta lo antes posible con un suculento té con scones en mi hogar...o ya hace demasiado calor para algo así?
Besos
Función de gala, sí. No te pierdes detalle.

Gise =) dijo...

COMO ME GUSTA TU NUEVO AVATAR!!!!!! esa sonrisa picaresca!!!!!! Juro por Dios y por todos los Santos que solo era un pensamiento, y para confesarme debo decir que al escribirlo pense por algo sera que el otro dia no subimos a cenar a tu casa.... TE Y SCONS????? para semejante agasajo de tu parte nunca hace calor!!!
Besukones cariño"!!!!!
(que catolico me salio este coment, jejeje)

Dante Bertini dijo...

Gise,
si, té y scons...
en mi casa no hay santos ni dioses, sólo príncipes de las mareas y reinas del chantecler...
besotes

Poli dijo...

camino de un trabajo a otro, hoy encargué tu libro, llega el viernes que viene. Larga la espera, aunque ideal para el finde.
Buenas noches,
Besos.

Dante Bertini dijo...

Poli:
gané un lector, espero no perder una amiga... besos

almanaque dijo...

Felicidades por la reedición. Comparto el interés por las biografías. Todo el mundo tiene algo que enseñar. A mí también me parece lírica la imagen de la mujer vestida como cuando era feliz. Me parece mucho más interesente y digno que cambiarse de atuendo al ritmo que marca el tambor del cómitre de turno.

Dante Bertini dijo...

Antonio,
estimado visitante: gracias.
La imagen de esa mujer me parece tan deliciosa y anacrónica como la poesía. También, para mí, tan imprescindible.

Un abrazo

Belnu dijo...

Me gusta mucho la foto y esas mujeres que se visten como en los tiempos de su última felicidad! Seré yo una de ellas? Muchas veces me descubro comprándome cosas porque me recuerdan a otras que tuve... Cambiaste el retrato y ahora eres aún más el Gato de Cheshire!

Dante Bertini dijo...

Zbelnu:
haces preguntas que solamente puedo contestar con un
miiiiiaauuuuuuuu...

Fogel dijo...

Es tal cual lo dice Walter, haces que revea mis conceptos sobre temas y personajes que sin tu particular mirada, me parecerían desprovistos de todo interes.

Un arte en si mismo, su forma de comentar el arte.

Abrazo

Dante Bertini dijo...

Fogel:
gracias.
No hay pretensión alguna de particularidad, ni siquiera de comentar el arte.
Intento contarme contándoles, y aprender de ello.
Un abrazo desde Barcelona

Felipe Sérvulo dijo...

Descubro tu blog y me congratulo. Volveré por aquí con gusto, la calidad no abunda en la blogosfera.

Dante Bertini dijo...

Felipe, estimado:
MUCHAS GRACIAS.
Creo que compartimos más de una afición artística, además de la misma asociación de escritores.
un abrazo.

henohenomoheji dijo...

Es un punto de vista de lo más cabal, que comparto plenamente. No sé por qué un escritor está obligado a tener una opinión "global", cosa que no se le permite a un fontanero, por ejemplo. Creo que el famoso y mal reputado exabrupto de Umbral "yo he venido a hablar de mi libro" era una ironía bien tirada sobre el tapete de los opinadores a sueldo, a quienes les preocupa sobretodo ubicarte (políticamente). Bien por Dior y su vanidad bien entendida

Saludos