Llego tarde al cine. Son poco más de las doce del mediodía y afuera un potente sol de prima-verano llama a la playa, al sudor y las malas compañías, o, en todo caso, por falta de un cercano mar Mediterráneo, a un asiento cómodo en una terraza urbana cerca del río, con algún diario cualquiera para enterarse de cómo sigue el mundo y una bebida fría y sin alcohol servida en vaso grande, jamás a las oscuridades de una sala de cine y a una copia deficiente, infectada de ruidos y decoloraciones (la única, según me enteraré a la salida) de una película sobre la revolución mexicana de la que no tengo más información que el nombre: La soldadera (1966).
La protagonista, Lázara (la Biblia está muy presente en esta Mostra), es Silvia Viridiana Pinal (¿alguien sabe de quién estoy hablando?), aunque aquí está convertida en un personaje secundario del Marat-Sade de Peter Weiss según aquel psicótico montaje del inglés Peter Brook, con imposible superposición de trajes y sombreros, de cananas, fusiles, pollos semivivos y varias bolsas al hombro, sobrecargadas de estatuillas, trapos y deshechos. Por allí anda también una (aún) joven Chabela Vargas: dura, masculina; personaje de pocas palabras y muchas violencias. La película, magnífica en muchos aspectos, fue dirigida por un para mí desconocido Bolaños, que no es ese escritor chileno muerto hace algún tiempo en Cataluña, sino un otro Bolaños mexicano, José, de quien sus actuales compatriotas saben poco y dicen nada.
Entro porque acabo de salir, y no es un chiste. En el mismo edificio, con pocos metros de distancia entre una y otra sala, CaixaForum ofrece una espléndida muestra de Mucha, el diseñador y cartelista más famoso del Art Nouveau europeo. Si hubiera podido ver esta exposición a mis porteños diecinueve o veinte años, hubiera caído de rodillas, ya que me apasionaba el trabajo de este hombre al que sólo conocía por las reproducciones que aparecían en algunos libros y revistas importados de USA y Europa, siempre demasiado caros para nuestros bolsillos rioplatenses. (Deberíamos agradecer al señor Taschen por haber hecho el arte mucho más accesible)
Durante mi corta visita a la exposición Mucha me detengo especialmente en sus fotografías de personajes como Paul Gauguin -su retrato tocando el piano en calzoncillos es sublime- o la responsable del Frente de Liberación Femenina de Turquia en 1930(¡!). La ceremonia de inauguración de la Muestra de Cine Latinoamericano de Cataluña se hace por primera vez en el recién estrenado edificio de la Llotja*, un espacio compuesto por otros muchos más pequeños, todos ellos unidos por enormes pasillos, galerías, distribuidores. Mi asiento está justo detrás de los de Guillermo Toledo y el galardonado Ernesto Alterio, amigo de amigos, un ser sorprendentemente cercano, tierno y cariñoso. Antes de ubicarme tengo que pasar por el photocall junto a Sergio Espada, director del Museo Buñuel de Calanda. No habrá preguntas y respuestas, solamente un rápido posado fotográfico. A mí me divierte el paseíllo en plan estrella; a él, un hombre a quien no suelen asustar ni el surrealismo desbocado de don Luis ni el ruido atronador de los tambores de su tierra en fiestas, no le gusta absolutamente nada pasearse, y posar, frente a las cámaras que nos retratan.
Marisa Berenson aparece por el Festival coronada de estrellas. Dulce en sus maneras, elegante en sus actitudes, precisa en el atuendo para cada ocasión, algunos cuentan que ha exigido que las sábanas y toallas que usará en el hotel se estrenen para ella y luego se destruyan. Cuando nos cruzamos por primera vez le digo ¡Hola! sin agregar Marisa. Me ha salido espontáneamente, como si estuviera saludando a una vecina de escalera. Ella no lo sabe, pero yo y todos mis amigos de la adolescencia la admirábamos desde la platea de nuestro inolvidable cine Roca. Su frágil presencia asoma en al menos tres películas de culto: Barry Lindon, Cabaret, La muerte en Venecia. Confiesa 63 años. Podría decir 50 y para los que no conocen su historial sonaría creíble. La acompaña un señor rubio, alto y simpático que trabaja como doble de Clint Eastwood. Hombres y mujeres opinan que "está más bueno que el pan", ensombreciendo la presencia del hasta ahora modelo Joel West, el último Cristo cinematográfico, hijo de María Berenson, en ese indescriptible biopic litúrgico llamado El discípulo. En una escena de La soldadera, Lázara, una joven mujer de clase media convertida a su pesar en guerrillera, asiste conmovida, junto a un puñado de revolucionarios armados, a una función de cine al aire libre. Lo que al principio resultará jocoso y unos segundos después hipnótico, subyugador, terminará con el proyectista muerto y la pantalla "aterrada" por el mandamás de aquella compañía de desheredados sin rumbo, que no admite se escamotee ni un segundo de atención a su persona.
Lázara, que alguna vez tuvo una casa familiar y siempre ha soñado con poseer una propia, se acerca hasta el lienzo que hacía las veces de pantalla, lo recoge del suelo y busca entre sus pliegues esas imágenes que hasta un momento antes tenían movimiento y vida. No hay nada allí, por supuesto. Los seres que habitaban aquel rectángulo de luz se han desvanecido en el aire. La pobre mujer desconoce la mágica ilusión del cine tanto como la combustible fragilidad del celuloide, similar a la de su, nuestra, propia existencia.
*Proyecto y obra de Francine Houben - Mecanoo, Holanda.
[image: The Future is Ancestral]The Future is Ancestral
Collaborating with Rosa Chávez and Gabriela Luz to connect with ancestral
futures through poetry an...
Hace 10 horas
37 comentarios:
Ayyyy! Dante! ¡qué lindo leerte! Gracias desde Buenos Aires en esta tarde gris de lluvia fina y tenaz.
Beso
luz
Luz:
apenas puedo ocuparme del blog. Voy haciendo notas en una libreta y hoy he decidido empezar a colgarlas. El viernes-sábado termina la Mostra y vuelvo a mi ritmo habitual, más normalizado.
Aquí ha vuelto el invierno: llovizna y hace frío, como allí.
Besos y gracias
Sí, yo reconocí enseguida a Silvia Pinal, aunque no la hubieras llamado Viridiana, la recordaba sobre todo en la escena final de los tres jugando al tute, que Buñuel puso gracias a la censura... Es buena cosa ver cine, "mucho cine vamos a necesitar para soportar todo esto" dijo una vez, more or less, Félix de Azúa, con toda la razón
Isabel:
me encanta la frase.
Parece que es así, aunque creo que yo lo hago desde siempre, que nunca encontré la realidad más cordial e interesante que lo que me contaban las películas o los libros.
Vuelvo el sábado, si el cine me lo permite.
Estás muy feliz y requetecontento en el festival de cine. Me alegro mucho.
Es cierto que la existencia frágil y mágica, como el cine y todo lo que lo rodea.
¡Cuantas historias en películas, pasan en un festival de cine! El ambiente, la gente,... Marisa Berenson y su acompañante bien puesto, yo firmaba ahora para estar como ella a los 63 años.Guapísima. Y alternar unas palaras con Hector Alterio, Guillermo del toro... y Viridiana ""a hurtadillas diré, Buñuel y Caterinne Deneuve...¿me resbalé?"...
Sigue disfrutando y escribiendo tu cuaderno de bitácora,
Te dejo un abrazo muy sereno, silencioso y canela con un beso que lo acompaña,
Naia
Caramba, Dante, cómo alternas...
Marisa Berenson me encanta.
Naia,
estimada, no resbalas en Buñuel pero si en la Deneuve, que trabajaba en otras obras del director (Belle de jour y Tristana).
No puedo detenerme mucho, pero agradezco el beso, la canela y sobre todo los buenos y reiterados deseos.
Lansky:
se hace lo que humanamente se puede...ya que las estrellas de verdad no son de este planeta.
Bien la Berenson, aunque algo caprichosa.
Hombre, la Pinal...
Ya veo que lo de las fotos se te da mejor que a ¿Javier? Espada. Cualquier día te vemos en 35 mm.
Disfruta mucho de la Mostra.
Abrazos.
Uyyy...me duele el pompis!! bien... no Deneuve, y si Silvia Pinal, la cual, mencionas y yo caso omiso y terca con la Deneuve.. no Hector y sí, Ernesto. Me quedé con el padre y no con el hijo. Viridiana, no la he visto, pero si mantengo un cierto recuerdo de imágenes de haberlas visto en algún sitio, que probablemente estoy mezclando como una batidora. Gracias amigo por tu paciencia y sentido del humor, con esta hiper novata del celuloide.
¡la última! ¿en la foto estás tú con Ernesto ? Si es así, Guapísimos los dos..
Muchos Besos, Disfruta
Naia
Con qué ternura narras esa escena de la peli mexicana en el último párrafo de tu entrada. con qué ternura, joder.
Ays qué envidia!!!
Creo que sana pero envidia, no obstante, jeje.
Disfruta y nosotros que lo leamos.
Besos, Dante.
Muy bueno, como todo lo que tocas (escribes), acabo de escuchar y ver a Kelvin Spacey en el Teatro Palacio Valdés de Avilés. Es el rey, por su talento, trajo su experiencia londinense de Old Vic a Avilés, habló a jóvenes adolescentes y a mayores, como yo, que nos quedamos boquiabiertos por su talento. Tuvo la humildad de afirmar que la estatuilla del Oscar, ganada en 1996, la tiene "junto a la batidora" en su cocina, me imagino. Muy bueno todo, Dante,lo tuyo y lo de Spacey. Saludos.
Ernesto, Tipazo , lo conozco y he estado en su casa de Madrid, mejor amigo de mi mejor amigo varon, con el que acabo de volver hace dos horas de ,,, Barcelona
Son excelsas tus crónicas y excelsos son tus apuntes desde LLeida, porque dejas entrever tantas historias en un momento que a veces me dejas sin palabras, y eso, tenlo por seguro, es un trabajo harto difícil.
Un abrazo para ti y otro para la "terra ferma" donde anidan muchos de mis recuerdos infantiles y juveniles.
Alfred39:
lo de los 35 mm lo dudo, pero no me parece una idea desagradable...soy un cazador de experiencias diversas, es mi forma particular de aventurar(me)
Disfruto, gracias. UN ABRAZO
Naia:
no te tomo examen, ni falta que hace, aunque te reomiendo Viridiana, una gran película.
Ernesto, si, y yo, el de bigote por ahora...Un abrazo
Raúl,
Margot,
gracias por dos. Os contesto como puedo, entre una peli y otra, una charla y otra, una comida y otra.
Disfruto, me enternezco y vuelvo a disfrutar, consciente de que el mundo parec caerse a pedazos...
Abrazos, también por dos
Marypop,
¡qué desencuentro brutal! como en el tango
Ernesto se iba a Tailandia por varios días. Un tipo tierno.
Frank:
vaya visita de lujo!
Gracias por los elogios. Me turban y halagan al mismo tiempo.
Una suerte tenerte por aquí.
PIDO DISCULPAS POR LOS ERRORES: ESCRIBO DESDE UNA MÁQUINA AJENA Y CON POCO TIEMPO.
Alma,
tú me dejas mudo a mí, que, te aseguro, tampoco es fácil...
Beso tu tierra que me recibe tan cariñosamente por tercer año consecutivo.
Deberías ver como cambia, crece, se travestiza. Abrazos
Te leo y disfruto como viendo una película. Una crónica cinematográfica impecable. La volveré a leer mañana, descansado.
FRANK,
gracias...yo te visitaré apenas pueda
Querido Dante:magnífica en todo esta estupenda crónica.
He disfrutado leyéndola.
Estás hecho todo un reportero.
Ah,gracias por tu generosidad.
Saludicos.
Carmen:
intento transmitir lo que veo, vivo, pienso, al mismo tiempo que pienso en lo que veo y vivo.
Un abrazo
Llego un poquito tarde a leer el post, ya que hoy estarás volviendo (te salvaste de mi consejo de ídishe mame para que tomes mucho líquido)
Me encanta tu crónica, me encanta el modo apasionado que tenés de mostrarnos ese mundo, y me encanta que disfrutes (o hayas disfrutado) de esta semana "de película"
El acompañante de la Berenson, diez puntos!
Un abrazo cariñoso.
Uy, ya pasaste las 140.000!!
Hay que empezar a pensar en el premio para el visitante 150.000...
Marina por dos:
acabo de llegar, Ave por medio, un lujo de transporte, casi mejor que la teleportación ya que llegas entero..
Tomé mucho líquido... aunque allí sólo se ve cine, se come a cada rato, se habla hasta por los codos y te llevan en coche de un lado a otro...caminaba siempre que podía, pero estoy seguro de que volví más gordito.
Un abrazo para tod@s y gracias por recordarme el contador.
Yo llego ahora pero nunca tarde, que leerte es siempre una fiesta. Preciosas pinceladas de tus vivencias en el festival que nos hacen sobrevolarlo como sentados en una alfombra mágica.
Me alegro que lo hayas disfrutado. Me encantan las fotos (ya vi todo, recuperé mi laptop arreglada :)
Besos y abrazo fuerte.
Siempre me ha parecido Alterio un tipo majo, qué bien se lo pasa señor Cacho!
un saludo
Diana,
Qualunque:
queridos, gracias por las visitas y los comentarios...me pondré en órbita apenas pueda.
Necesito acomodar mis huesos en casa, poner en orden lo que me rodea y luego me dedicaré al blog...
abrazos
Hace rato que no pasaba por aca y me pregunto ahora por que... si disfruto tanto leyendote. Siempre me pasa lo mismo, no quiero que termine el texto :-)
Un abrazo
Lilian de Baltimore
Así que estabas en la "Mostra". Pues sí, aunque no tengamos tantos añitos como la Berenson (ni al señor rubio) muchos conocimos a la Silvia Pinal de Buñuel. Parece muy interesante esa película y me ha gustado mucho tu crónica.
¡Ah! y a mí no me sorprende que Ernesto Alterio sea cercano y cariñoso. Muchas veces son cualidades de los que son o pueden llegar a ser grandes de verdad.
Un abrazote, Dante.
Un placer leerte. Corro raudo a buscar en Google ese retrato de que hablas de Gaughin en calzoncilos.
Lilian:
es una pregunta que no puedo contestar, lo siento.
Sabes sin embargo que me alegra tu visita.
Un abrazo
Bel M:
tienes razón en lo que dices en cuanto a la grandeza de los seres. Los más pequeños son los más soberbios...¿o será exactamente al revés?
Un abrazo
Miguel:
si no lo encuentras me lo dices y lo cuelgo en la página. Ahora tengo el catálogo.
Gracias por lo demás.
Quienes tenemos ya cierta edad y hemos convivido desde la infancia con Televisión Española, hemos visto más de un ciclo de Buñuel y conocemos a la excelsa señora Pinal. Graacias a la tele, que no se nos olvide.
Qué bonita la foto con Alterio.
Noemí:
la tevé, tampoco yo abjuro de ella...depende de nuestra elección y yo elegí tan bien como tú un millón de veces. Mal que les pese a los monstruos del "nuevo periodismo amarillo".
Gracias
Un abrazo
Ya no se puede contar mejor. Casi es como haber estado allí.
La foto es un regalo que se agradece, al igual que tus palabras sobre Estrella, mi gata.
Gracias de todo corazón,
Marta
Marta:
gracias. La otra noche me quedé muy amargado después de leer lo de tu gata y ver la foto, tan cruda, tan real.
Aunque dudes y no sirva en principio de consuelo, empieza otra historia con otr@ gat@: ellos nos necesitan.
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