domingo, mayo 15, 2011

Paul Éluard, temblores y festejos


Hay otros mundos, pero están en este, escribió alguna vez el poeta francés Paul Éluard.
La frase sirvió para vender un número notable de cosas distintas, desde refinados perfumes franceses a estrafalarios circuitos turísticos, casas de "auténtico ensueño" o automóviles de impresionante lujo.
En estos días, conmovido por los temblores de Murcia, una catástrofe que como muchas otras de los últimos tiempos deja tras de sí amplísima destrucción y numerosos muertos, vuelvo a pensar en esta frase tan manoseada como irrebatible, porque en la calle, a escasos metros de donde escribo, un fondo sonoro de petardos, bocinas, gritos y estribillos cantados acompaña las celebraciones barcelonesas por la consecución de otra Liga Nacional de Fútbol.
Alegría y tristeza, placer y dolor, nacimiento y muerte. El reino de la dualidad no admite las tonalidades medias, parece olvidarse de ellas.
¿De esto se trata? ¿Esto era todo?



Conocí esta canción en la versión de Ornella Vanoni, cuando tuve la suerte -gracias, Carlos S.- de ver a la bella y sugestiva cantante italiana en su única actuación en el Club 676 de Buenos Aires, en alguna fecha más que pretérita del siglo pasado.
Durante años no pude reencontrarme con ella, a pesar de que preguntaba a cuanto italiano se cruzaba en mi camino si por casualidad la conocía, si podía darme datos más concretos sobre este particular himno al más virulento descreimiento. Yo en realidad no recordaba ni el nombre -no podría asegurar si alguna vez lo supe- pero cada cierto tiempo, frente a algún hecho particularmente emotivo volvía a recordar la anécdota que se contaba en ella y la emoción, entre angustiosa y satisfactoria, que había sentido al escucharla por primera y única vez.
A medida que pasaba el tiempo y no encontraba a nadie que conociera la evanescente canción, llegué a dudar de su existencia; tal vez fuera una invención de mi memoria abarrotada o algún desliz onírico-musical de mi silencioso, al mismo tiempo que infatigable, inconsciente.
Gracias a Google -sí, gracias otra vez, ya que es de bien nacido ser bien agradecido-, en estos días he podido reencontrar, ¡al fin!, la canción desaparecida y saber bastante más sobre ella. Entre otras menos importantes, de cotilleo sentimental, que los autores son Jerry Leiber y Mike Stoller, dos monstruos sagrados de la música popular estadounidense (ambos en plan laderos angélicos de un todavía joven Elvis Presley en la foto que abre este post).


Como cierre de una semana poética que pasó a hurtadillas, sin hacer temblar los muros de esta inconmovible Ciudad Condal, aquí les dejo la canción recuperada en tres sensibles, emocionantes versiones -dos de ellas en su inglés original-, además del texto en italiano, de fácil comprensión. También la posibilidad de que, como yo, entretenidos en buscar raíces y ramificaciones, autores e intérpretes, se mantengan alejados de todo tipo de tem(bl)ores.







Mi ricordo quand'ero una bambina
la nostra casa s'incendiò
Non ho mai dimenticato l'espressione
sul volto di mio padre
quando mi prese in braccio
e corse attraverso la casa che bruciava
e mi posò sul marciapiede
E io stavo lì,
tremando nel mio pigiama
e guardavo il mondo che bruciava
e quando tutto finì
io dissi a me stessa:

E' poi tutto qui? Un incendio?
E' poi tutto così?
E' poi tutto qui?
Perché se è così,
vabbè, lasciamo andare,
non vale la pena
di provare
s'è poi tutto qui

E quando avevo dodici anni
mio padre mi portò al circo
Il più grande spettacolo del mondo!
C'erano clowns, elefanti, orsi ballerini
e una signora bellissima in tutù rosa
che volteggiava sopra le nostre teste
E mentre stavo lì a guardarla
mi sentii come, come se qualcosa non quadrasse
non so bene cosa
E quando tutto finì io dissi a me stessa
E' tutto qui un circo?
E' poi tutto qui?
E' poi tutto qui?
Perché se è così,
vabbè, lasciamo andare,
non vale la pena
di provare
s'è poi tutto qui

E poi e poi m'innamorai
del ragazzo più meraviglioso del mondo
Camminavamo ore e ore lungo il fiume
gli occhi dentro gli occhi,
eravamo proprio cotti.
Ma un giorno lui mi lasciò
e io credetti di morire,
ma non morii.
E quando non morii,
io dissi a me stessa:
E' tutto qui, l'amore?
E' poi tutto qui?
E' poi tutto qui?
Perchè se è così,
vabbè, lasciamo andare.

Ah, io lo so cosa vi state dicendo:
Se è così che sente,
perché non la fa finita
per sempre?
Oh, no! Non io.
Non sono ancora pronta
per quest'altra delusione
Perché io so,
come so d'essere qui davanti a voi,
miei cari,
che quando verrà la mia ora,
io tirerò l'ultimo respiro,
io dirò a me stessa
E' poi tutto qui?
E' poi tutto qui?
Perché se è così,
vabbè, lasciamo andare,
non vale la pena
di provare
s'è poi tutto qui...

17 comentarios:

arati dijo...

No conocía esta canción, muchas gracias por el Regalo!

Dante Bertini dijo...

Arati,
verdad que es muy especial?
La recordé, con una sola audición, durante décadas.
Me alegra que lo veas como un regalo.
Un abrazo

carmen dijo...

San Google.A mi me pasa lo mismo, siempre encuentro lo que la melancolía me lleva a buscar.Me alegro de que encontraras esta estupenda canción y a su maravillosa intérprete.
Un gusto leerte.
Saludicos.

el tiempo del fuego dijo...

Dante,

Gracias por incluir la version en ingles porque en italiano me perdía la mitad.
Siempre healing my soul.
Besos

Dante Bertini dijo...

Carmen
de los saludicos:
gracias a ti por pasar y dejar rastro.
Me alegra que estos encuentros casuales en mi vida den felicidad también a otras personas.
Abracicos


Vanina:
me haces responsable de mucho pero no me asusta; por el contrario, me alegra.
La versión de estas rubias es impresionante, cada una en su estilo.
Besos

39escalones dijo...

Pues yo tampoco la conocía; puestos a temblar, que sea por una de éstas, con buena compañía, a poder ser.
Abrazos.

Dante Bertini dijo...

Alfredo:
ayer, mientras jugábamos con amigos a las cartas en mi casa, alguien comentó, divertido: "si se cae el techo ahora, no me importaría..."
Pues eso: que al menos nos encuentre bien acompañados.
Un abrazo

Gise =) dijo...

"Perché se è così,
vabbè, lasciamo andare,
non vale la pena
di provare
s'è poi tutto qui"
E bellisima la canzone, lei canta meravigliosamente!!! è se e cosí sopratutto quando uno vuole vivere felice!!!!!
Bellisimo post!!!! ti voglio tanto bene!!!!! bacione caro mio!!!!!

Dante Bertini dijo...

Gisella,
querida, yo he sido y todavía soy alguien que prefiere seguir probando a pesar de todo...no tenemos otra, salvo el silencio total...
Besotes y abrazos
Hablamos...

Liliana dijo...

Siempre es un placer leerte y escuchar tus propuestas musicales. Gracias.
Sé que no tiene que ver (o sí) con tu post, pero también sé que te alegrarás de saberlo. La calle Corrientes ha resucitado. Ha vuelto la gente a ir a los teatros, este fin de semana que pasó no se conseguía una entrada en las varias opciones que había. Corrientes se iluminó de nuevo, esta vez de sonrisas, palabras, gente caminando. Te lo debía, porque en algún viejo post te había hablado de lo desierta, lúgubre y peligrosa que se había puesto.
Un abrazote desde mi Buenos Aires querido.

Dante Bertini dijo...

LILIANA,
y es un placer para mí verte entre los comentaristas a mi blog.
Todo verdor perecerá, pero a veces toda oscuridad se convertirá en luz; sólo necesitamos el tiempo y la paciencia para la espera necesaria.
Cuando estuve allí, "Tatuaje" mediante, pude ver cómo la ciudad, una de mis ciudades, la primera, seguía siendo la Reina del Plata. Me alegra que conserve y renueve sus fastos.
Espero presenciarlo nuevamente, en vivo y en directo.
Un abrazo, y dos

Caruano dijo...

Algo hice mal y no se incrustó un comentario en el que contaba que Google se ha converido en nuestro baúl de los recuerdos; algo similar me ocurrió con un disco de la Vanoni en el que cantaba con Vinicius y Toquinho "La voglia, la pazzia, l´incoscienza...", un día teclee en google un tema del disco y lo encontré.
Me ha gustado mucho la portada de la autobiografía de Leiber and Stoller. Yla música, claro.
Un abbraccio.

Gabriel M dijo...

Tu búsqueda me hace recordar a las mías: ansiosos buceos por la web en busca de los aclamados temas. Particulamente éste, me remite a una busqueda que hice sobre esos dos icónicos compositores que escucho en las viejas voces del jazz, de Elvis y The Beatles!
Fabuloso el blog, mi querido.
Espero verte pronto en Barcelona o Buenos Aires.

Dante Bertini dijo...

Caruano:
creo que Google no es sólo un baúl de los recuerdos, aunque también lo sea, es sobre todo la biblioteca universal que soñaba Jorge Luis Borges, aunque él, ciego, no recuerdo que se la imaginara con imágenes en movimiento, con luz, color y música.
Recuerdo ese disco maravilloso de la Vanoni y a ella moviendo su cuerpo sensual dentro de un vestido de raso muy sugerente.
Esa portada es toda una declaración de principios, verdad?
Te mando un abrazo

Dante Bertini dijo...

Gabriel M
es Gabriel Es?
Doy por supuesto que si y me sorprendo. Creo que es tu primera visita o al menos es tu primer comentario aquí. Bienvenido. Como en la canción de Julio Iglesias: "algunos vienen y otros se van", aunque no sé si "la vida sigue igual".
Fíjate, yo no conocía a estos dos personajes tan pródigos, si bien muchas de sus canciones me suenan en la memoria de forma constante.
¿Barcelona o Buenos Aires? No podría responder con certeza, pero espero que ese reencuentro suceda pronto.
Días agitados por diversas razones, aún no pude pasearme por tu blog oriental. Ya te diré algo cuando lo haga.
Abrazos

pepa mas gisbert dijo...

Pues aquí me quedo un ratito, escuchando.

Dante Bertini dijo...

Alma:
te has dado un buen paseo.
Te mereces el descanso y la escucha.
Un abrazo.