Mucho antes de la Gran Noche Negra Argentina ( "el Proceso", ¿les suena?), en Buenos Aires se pusieron de moda entre alguna gente de los ambientes más modernos -más in, à la page- los bocadillos (sangüiches para los argentinos) que expendía un antiguo, nada diseñado ni pretencioso, local del bajo porteño.
Aparte de los componentes habituales de cualquier sandwich -jamón, queso, atún, mayonesa, etc- lo más notable de ellos era el pan que los contenía: ligero, con poca miga y de sabor muy suave, casi imperceptible. "Pan árabe", le decíamos. Mucho más tarde, ya en este continente, me enteré de que tenía un nombre menos generalizador, más preciso: pan de pita o, sencillamente, pita.
La primera vez que decidí probar aquellos manjares, me puse a hablar con la canosa y bella mujer que los preparaba. Me dijo que era sirio libanesa, y, con los ojos fijos en un escenario que yo desconocía, agregó: "Allí estuvo ubicado el paraíso terrenal".
Era evidente que ese paraíso ya no existía como tal.
Esta misma mañana, por la radio y mientras desayuno, me entero de que tres millones de sirios han emigrado de sus tierras, huyendo del terror bélico.
Esta misma mañana, por la radio y mientras desayuno, me entero de que tres millones de sirios han emigrado de sus tierras, huyendo del terror bélico.
El paraíso se ha convertido en un infierno.
Imagen: Detroit, teatro en ruinas.
Romain Meffre e Yves Marchand
Romain Meffre e Yves Marchand
2 comentarios:
Curiosamente yo tuve una experiencia similar en esas épocas, Marilu Marini me llevo a comer ese tipo de ("sanguiches")a un lugar en la calle 25 de mayo en el bajo y una señora la dueña nos dijo que ellos eran Sirios.
Seria el mismo lugar...?
En todo caso sigo las actualidades de ese pais y coincido contigo, se volvio un verdadero infierno.
Abrazo DR.
Daniel, no tengas dudas; ese es el lugar, el mismo.
No me atreví a poner la calle porq no la tenía segura, pero me sonaba a 25 de Mayo.
Ni siquiera había donde sentarse, según dice mi memoria. Rosita y todo el grupo Galería del Este eran muy afectos a ese local.
Abrazos
Todo bien?
Esta semana murió mi amigo Philippe, el suizo. 54 años, muy mal.
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