lunes, febrero 18, 2008

¡No quiero ser una estrella!

Desde muy pequeña, Amalita había repudiado los intentos de su madre por convertirla en una estrella de la danza. Odiaba con todo su corazón las zapatillas de media punta, y ni qué decir de las de punta, auténticos instrumentos de tortura para sus delicados pies. Aborrecía también las redecillas en el pelo, las mallas enterizas de tela sintética y los arrepollados tutús rosa que debía llevar en los Festivales Artísticos Integrados de Final de Curso -FAIFICUR, según el algo arbitrario anagrama del evento-, donde, indefectiblemente, a Amalita le tocaba bailar el pas de deux de "El Corsario" junto a su compañera de curso Miryam Esther Zarudiansky, disfrazada año tras año de niña pirata con pretensiones: raso rojo para la camisa deshilachada y el pañuelo anudado en la nuca, terciopelo verde cotorra para los pantalones de pescador bien pegados al cuerpo y un cinturón ancho de cuerina dorada para "hacer efecto". Por suerte para Amalita, una semana antes de empezar su cuarto año de curso, la profesora de Danzas Clásicas y Folklóricas, doña Bebita Lofiego de Seguí, decidió mudarse a otro barrio con más posibilidades en la zona alta de la ciudad, y a la madre de Amalita, Raquel Winocourt de López, le pareció que llevar a la niña hasta el nuevo estudio significaba demasiado esfuerzo y un incremento más que considerable en su ya muy abultada lista de gastos mensuales.
Fue así que Amalita abandonó la danza para siempre y se convirtió en Amalia López, estudiando sin demasiadas ganas las materias exigidas por el Liceo Nº 4 de la calle Rivadavia. Salió de alli convertida en maestra, pero como no había plazas disponibles para los colegios de la Capital y su madre jamás hubiera permitido que se mudara a Curuzú Cuatiá, Corrientes, donde le ofrecían la dirección de un parvulario para infantes de ambos sexos con problemas de integración social, ni siquiera tuvo necesidad de confesar que siempre había odiado a los niños conflictivos y se buscó un empleo como ayudante de peluquería en el Instituto de Belleza Integral Moona Lysa, enfrente mismo de su casa. Allí lavaba cabezas y barría suelos, intentaba convertirse en manicura y aplicaba cremas suavizantes y sprays fijadores a las clientas menos exigentes. No era un trabajo muy pesado. Tenía suficiente tiempo libre como para cambiar algunas palabras con la otras empleadas, generalmente eventuales, cruzarse hasta su casa para tomar un café recién hecho por su madre, o fumar un cigarrillo tras otro en la trastienda, mientras leía sin perderse ni una línea todas las revistas femeninas que la dueña de la peluquería compraba para entretener a la, según sus propias palabras: "distinguida clientela".
Amalia nunca se había parado a pensar si su vida era divertida o no lo era en absoluto, si aquel trabajo le gustaba de verdad o simplemente era una forma como cualquier otra de pagarse algunas necesidades, muy pocos caprichos y, con el plus de las propinas, poder ayudar a su madre, ya viuda, con algunos gastos de la casa. (continuará)
ilustra : la efímera estrella Karen Black en el cartel de Family Plot, último film de Hitchcock.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo comentar más que, estoy enganchada!!...en la vida rutinaria de Amalia, en su transcurrir des-apasionado...

A la espera de la continuación, te mando saludos y un abrazo...

el objeto a dijo...

a mi Lola me apuntó a ballet cuando era pequeña por miedo a que se me quedasen las piernas de palillo que, descubrió, abundaban en la familia paterna... pero a mi, a diferencia de Amalita, aquello me enganchó, las zapatillas de media y, sobretodo!! de punta, las medias rosas, las diademas, los finales de curso... a partir de ahí lo supe, mi vida no era aburrida, no podría serlo jamás! nació una estrella que brillaba sólo dentro mío, pero ese brillo sigue calentando todavía!

Amelita tomó sus decisiones, tomó un camino que aún no sabemos dónde la llevó... menos mal que continuará

Lilian dijo...

La historia que relatas me recuerda los estereotipos, discriminaciones y miedo al que diran con que vivimos ... especialmente en Latinoamerica y que nos limitan tanto. A proposito, me encanta Karen Black, ver: http://karenblackactress.blogspot.com/

Saludos!

Miroslav Panciutti dijo...

Ay, Amalita que va dejando que la vida le lleve sin, parece, poner otra cosa que indiferencia. Algo habrá de ocurrirle, imagino, que rompa esa monotonía. Intrigado me he quedado.

Anónimo dijo...

Genial, tus descripciones son de antología, espero la próxima entrega con un cigarrillo y un batido de ésos que me estoy tomando para aprimar, por cierto funcionan.

Unknown dijo...

Cómo se llamaba esa peli en Español? La del medium y el secuestro. Terrible, por cierto.

Dante Bertini dijo...

karen, miroslav, sigourney: espero no desilusionarlos con el desenlace...

fan: se llama "La trama", un título bastante híbrido...terrible quiere decir buena o malísima?

lilian: también yo fui fan de karen en su momento, pero desapareció en horrible películas de segunda, según creo. Iré a su página. gracias

vane: hummmm...lo que te decía en tu blog: los bailarines no lo dejamos nunca.

Ava G. dijo...

yo soy una frustrada bailarina! no sé por qué mis padres nunca me anotaron ... snif, snif!

besos, cacho de pan dorado!

Dante Bertini dijo...

Gracias "ava" por ese dorado que solo ven tus maravillosos ojos...besotes

39escalones dijo...

La verdad es que engancha. Gran idea la de ilustrarla con uno de los carteles de "Family plot", en especial con Karen Black.
Gracias por la referencia y la dererencia.
Saludos

Teresa Casanovas - letraperpleja dijo...

Y... si nunca se para a pensar, qué será de ella? pues parece que tan pegadita a esa madre empeñada en convertirla en estrella de la danza pero a la que arredran el movimiento y los desplazamientos.

Tal vez si en algún momento hubiera podido lucir el espléndido atuendo de Esther Zarudiansky, con esos pantalones terciopelo verde cotorra que ya los quisiera para mi, aunque sean de pirata con pretensiones. Tiene a una que sobrarle mucha prestancia para llevar con aire un arrepollado tutú rosa.

Amalita comienza repudiando pero se planta en seguida, y si algo la llevara a reencontrarse con esa niña que por lo menos tenía un no, un odio a algo?

No sé, yo la llevaría al psicoanalista a hacerse preguntas pero no parece que de momento tenga ganas ni grandes molestias.

En fín, espero su evolución con auténtica curiosidad.

Lucía dijo...

Muy bueno este relato, me deja pensando en lo gris y monótona que puede resultar la vida ¿o vas a sorprendernos con algún vicio oculto de Amalita?

Besos.

Belnu dijo...

Qué interesante se ha puesto la historia de Amalita! Es un culebrón? Se pueden sugerir desenlaces o quiebros? Me gusta la idea de un personaje que puede salir por peteneras, arrancarse por bulerías, con un destino completamente caprichoso y en manos del azar (o del azahar, como decía alguien que conocí, deliberadamente).

Dante Bertini dijo...

39escalones: usted se lo merece...

3A: no sé, no sé, me parece que amalia es alérgica a la introspección.

lucia: si yo te contara el final...(suspenso!!!) espero que no esperéis demasiado...vaya compromiso!

Zbelnu: azahar, azahar...el ambiguo y embrujador aroma del azahar, que diría algún novelero.

Gastón Martorelli dijo...

Cacho, sólo dos cosas para decir:
1. Gracias por hacerme ver el blog de María, la catalana (ya sabés la manía de los argentinos de poner sobrenombre a los españoles...vease gallega/o)
Realmente me gustó mucho y lo visitaré a menudo.

2. La moneda en la Argentina está devaluada, hay inflación y el euro y los verdes están por las nubes ¿Responde tu pregunta si estoy de vacaciones?
De todos modos, no me impide dormitar en los laureles del éxito jeje...

Cacho, el cariño de siempre
Gastón....

pd: espero respuesta

Dante Bertini dijo...

gastón: supuse que podían tener algún tipo de onda en común.
María es hija de una pareja de amigos, pintor él, psicoanalista ella...y no digo más.
Acá también se temen los tiempos venideros: el fantasma de la recesión, la crisis económica, el paro y unas elecciones cercanas bastante conflictivas.
No nos falta nada: terrorismo, nacionalismos enfrentados, mafias, violencia familiar, falta de ilusiones, consumo desbocado, sin sentido, y una sequía atroz en pleno invierno.
Por suerte queda la escritura, los dibujos, algunos buenos amigos y ¡la vida interior!
Además de mi gato Federico, un cielo. Un abrazo y no te pierdas.

Gise =) dijo...

Me engancho mucho Amalia y su vida, sobre todo recordando que desde los 8 a los 12 años como actividad extra escolar hice danzas en el colegio de monjas. Despúes de estudiar magisterio desde los 27 años trabajo en cosas que me permiten vivir, hoy uno de mis trabajos es en una peluquería. Entendés porque me enganchó la historia??? Espero ansiosa el final, más que nada por las coincidencias. Creo que somos muchos los que trabajamos para sobrevivir y pocos los que disfrutan realmente lo que hacen, vos sos uno de ellos por eso todo lo que haces transmite energía positiva!!!!!!!!!
Sino fijate en la hija de tu amiga que tiene parte de ti en su mesa de noche... que orgullo no???
Besotes!!!!

Raquel Barbieri dijo...

Me gustó mucho tu historia y me pregunto qué camino tomará Amalita finalmente... hay algo ahí que hace ruidito; tendremos que esperar.
Yo, encantada de que menciones "El corsario" y el colegio de José María Moreno y Rivadavia.

cariños míos y de Renata:)

PD: Coincido plenamente en que el dibujo, la pintura, la música, los amigos, las mascotas y principalmente nuestro mundo interior, son los que hacen que la vida sea plena (y que valga la pena)

La Gata Insomne dijo...

esperaré

Dante Bertini dijo...

gise: me siento de lo más comprometido, aunque ya sabemos aquello de que la ficción y la vida se copian mutuamente. beso

gata: espero que esperes; gracias y un beso.

raquel, renata: otro compromiso...no quisiera defraudarlas. una caricia cariñosa a esa renata de los ojos soñadores. abrazo.

nomesploraria dijo...

¿Podrías darme el teléfono del Instituto de Belleza Integral Moona Lysa? No es para mí, es para un amigo, que a mí no me hace falta.

Yo creo que es un sitio tan distinguido, Amalita será feiz. Sin duda.Podrá ver y admirar a gente elegante como yo.

Dante Bertini dijo...

només: imagínate el escándalo que se me puede armar!
llorarían por tenerte de cliente, (o a tu amigo: dime con quien andas y te diré cuán elegante eres) pero aún no ha llegado el unisex y sólo atienden damas, ya verás.

nomesploraria dijo...

Pues me has dado el disgusto de la semana. Con la vida que yo daría a un centro de belleza tan distinguido como ese.

Me encanta decirle a mi peluquero Maurice (se pronuncia Morís): tú mismo, improvisa, sorpréndeme. Es tan creativo que le dejo hacer. Viste los resultados.