sábado, agosto 23, 2008

Arquero Zen

Exactamente la mañana anterior, mientras se dirigía como cada día al trabajo, había leído en un diario gratuito que encontró en el asiento del autobús una nota divulgativa sobre los arqueros zen. "Estos chinos son bárbaros", pensó. En realidad quería decir(se) todo lo contrario, aunque la precisión lingüística fuera en este caso lo menos importante. Ni siquiera sabía con demasiada certeza si los tipos aquellos del arco eran verdaderos chinos de China o simplemente "japos", como los dueños de la tintorería "Tokyo Sur" de Rivadavia al 800. "Me parece que el de la foto tenía trenza", recordó. "No creo que en un país comunista los hombres puedan usar trenzas así como así". Tampoco le pareció necesario precisar la cuestión. Después de todo siempre se podía hablar de "orientales", sin especificar demasiado el país de procedencia de los tipos. Hasta podían ser "yorugas" y quedabas bien igual. Lo único que de verdad importaba era: "Ser flecha. Acertar en el centro de la diana sin siquiera proponérselo..." En la ya muy lejana mili, cuando hacían prácticas de tiro, él no acertaba nunca una. "¡Soldado Futano! ¡A pelar patatas!" Eso sí era un auténtico ¡corten! El todopoderoso Bruce Willis pasaba a ser una versión sombría de Arguiñano en un solo golpe de claqueta. La anécdota solía entristecerlo, pero ahora ni siquiera se detuvo en el recuerdo. Estaba realmente obsesionado, no podía apartar ni un segundo aquella nota periodística de su cabeza. "Los tipos estos, los chinos, nunca se preocupan por acertar el tiro. Disparan y chau. La flecha va solita a su destino. Al medio mismo de la diana." Apretó con el sobaco el bulto alargado que llevaba a un costado del cuerpo. Un verdadero acierto haberla comprado, a pesar de la poca confianza que había tenido siempre en su puntería. Ahora ya conocía el secreto del éxito, guardado celosamente por esos cretinos que siempre las acertaban todas. Ni largas horas de entrenamiento ni un don especial recibido como regalo de alguna imprecisa hada madrina. Se trataba de no pensar nunca en el blanco. Ser flecha, o, como en este caso preciso, convertirse en ese proyectil dispuesto a acabar con la vida del hijo de puta que había pretendido joderlo un día tras otro.
Como solía suceder cada mañana, sus compañeros de oficina prestaron poca atención al "nosdías" conque Blas Futano acompañó su llegada al tajo. Sin separar la vista de los ordenadores, las caras iluminadas por una misma luz de tintes grisáceos, todos respondieron con un sonido equivalente. También al unísono, como si hubieran estado conectados al mismo emisor de descargas eléctricas, los seis empleados de AirGus Corporation saltaron de sus asientos al oír los disparos cercanos. Blas, su compañero recién llegado, estaba de pie frente a la puerta abierta del Director General de la empresa y allí mismo se quedó largo rato, la mirada perdida en vaya a saber qué paisajes lejanos. Cuando se vió rodeado por varios policías uniformados no opuso ninguna resistencia para entregar el revólver que llevaba en las manos. El Director General no había sufrido ni un mínimo rasguño, por lo cual decidió no presentar cargos por intento de asesinato. Sí lo hizo por daños y perjuicios, ya que su ex empleado, el señor Futano, durante aquel lamentable ataque de enajenación mental transitoria había hecho añicos la lámpara de techo, un macetero de cerámica azul con una kentia de plástico y un bonito cenicero de plata y cristal de roca, obsequio del trust propietario de la empresa por sus buenos resultados económicos en el último ejercicio.
Moraleja: Antes de usar el producto, lea detenidamente las instrucciones.

18 comentarios:

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

¡CultivenZEN!

Idea dijo...

Cacho, genial, me reí con ganas y un buen rato. ¡qué mala puntería!!!
Beso grande y agradecido.

Ojaral dijo...

Unos destrozos imperdonables, la verdad. Hay que tener un respeto por las propiedades de la empresa, che.
Saludos.

Dante Bertini dijo...

Walter: para hacer lo que usted pretende es necesario acercarse más seguido al AlmaZen. Como demuestran las olimpíadas nuestras de cada día, más que preocuparse tanto hay que ocuparse más.

Idea: una sonrisa tuya es como una medalla de oro para mí. (Estoy muy olímpico, lo siento) Besotes!

Ojaral: más que a la empresa, hay que cuidarse a uno mismo. Y no desenfundar el arma si no es absolutamente necesario. Un saludo y bienvenido.

La Gata Insomne dijo...

??????????
creo que las neuronas se me quemaron
me quedé pegada viendo a la venezolana perder frente a las chinas y otras muchas más en esa especie de arco y flecha olímpicos que parece cualquier cosa menos eso

tengo una flecha que me partió el corazón,
por eso ando sin puntería

NoSurrender dijo...

Supongo que, después de despedir al Director General por fumar en el trabajo, despedirían también al jefe de seguridad del edificio, porque ¿cómo consiguió el Director General introducir un cenicero de ese tamaño en la oficina, cuando está tan prohibido fumar? Si Blas Futano no llega a alertar con sus disparos de la presencia de ese cenicero, quizás aún hoy siguiera allí delinquiendo ¿no?

Salud y suerte para el Empleado del Mes de AirGus Co.

Dante Bertini dijo...

Gata, ese, el del arco con alitas, no falla jamás. Siempre te rompe, para mal o bien, el corazón, y con este la cabeza, el sentido, el resto del cuerpo.
Que te mejores. O que tengas alguien que cuide tu convalescencia y lama tus heridas.

Dante Bertini dijo...

Nosurrender: ciertas prohibiciones no existen para según quiénes.
Ademas, la perversión campa por todas partes y así como venden cigarrillos esperando que no los compres porque lo dañan todo, también regalan ceniceros para que recuerdes lo pernicioso de fumar.
Le daré tus recuerdos al empleado del mes y a tí un abrazo a la distancia.

Antígona dijo...

Debe de ser que la filosofía zen vale sólo para las flechas, pero no para las pistolas, y al pobre Blas Futano se le escapó este relevante dato. Una pena que no se informara un poco más, caray.

Por no hablar de que, por más que pareciera tan fácil en aquel anuncio de Bruce Lee (Be water, my friend), no debe de ser tan fácil convertirse en lo que uno no es. Digo yo, vamos.

¡Un beso!

Dante Bertini dijo...

frente a una lectura tan precisa, Antígona, qué más puedo decir?
¡Otro para tí!

Darth Tater dijo...

Caramba, qué manera tan soez de parar en la cárcel: mira que te fichen por tu mala puntería. En cuanto al zen, me queda la duda, como dice Antígona, si las pistolas, tan ruidosas, se usan en oriente. Por lo demás, me encantó y me hizo sonreír su relato, Cacho.

Dante Bertini dijo...

darth: a veces estos cuentitos nacen de algún comentario oído al pasar. Los arqueros zen se preparan durante años para, quizás algún día, lograr lo que pretenden. El futano este se cree muy astuto y es, como mínimo, un ingenuo ignorante.
Gracias. Tenía que escaparme del desagradable clima de estos días, de la tristeza por lo sucedido en Madrid.

Lirium*Lilia dijo...

Humor... pero del negro, y porteño. Sin que lo describieras imaginé al protagonista. Me gustó porque imaginé la escena y vaya si dejó moraleja.
Imagino cómo estarán viviendo la tragedia de ese avión, es muy doloroso.
Respecto a los juegos olímpicos, si bien me dio alegría que Argentina ganara en fútbol mucha más me dio que ganara en ciclismo Curuchet, que es marplatense (aunque yo por elección) y ha hecho toda su carrera a pulmón, me parece más valorable porque sabemos que al fútbol lo bancan grandes capitales. Me fui del tema pero como no se le dio tanta importancia, por eso fueron dos las medallas de oro.
Un beso y sigo recorriendo hacia atrás.
Qué lindo está Fede en esa foto!

Gise =) dijo...

Pobre hombre terminar esposado por mala puntería!!! mira que la mujer se lo decía no mees la tapa del water y el nada seguía, podría haberse dado cuenta que con ver a un maestrozen no la mejoraría y nada va y compra un arma en lugar de deshacerse de su jefe ofreciendole un café de Macdonalds por ejemplo...en fin que al pobre Futano trabajar en una Corporate lo dejó sin Zentido...
Besototes guapo!!!!!!!!! Eres genialmente unico!!!!!!!!

Dante Bertini dijo...

Dlirium: uno no puede negar sus orígenes aunque a veces los ponga en duda. Me encanta tu paseo por mis blogs, puedo imaginarte. Me levanté a las seis de la mañana para ver ganar a los argentinos. Después dormí otro rato, más gratificado. Jugaron bien y muy limpiamente. A Curutchet lo ví en la entrega de medallas, aunque no sabía nada de él. Felicitaciones!


gise: vuelvo a agradecerte tu recomendación cinematográfica. También busqué el libro de la almohada, del que leí bastante pero nunca lo tuve en mis manos. Te llevaste el último, malísima. Supongo que estará en otra librerías. Besos zen, con puntería, y gracias.

Margot dijo...

Y el señor Futano no tuvo en cuenta el ángulo de unos ojos rasgados... lo mismo fue eso, pobre hombre!!

Me he reído de lo lindo, Cacho de pan...

Beso!

Dante Bertini dijo...

margot, buenísimo! no se me había ocurrido esa posibilidad. un beso

Mónica Sánchez Escuer dijo...

Muy divertido tu relato! Me he reído mucho. Y más con el comentario de Margot.
Saludos!