lunes, noviembre 10, 2008

El día después...

...solía levantarme tarde y con resaca. No necesariamente física, por supuesto. Había cumplido un año más, y el pescado, o la carne, seguía sin vender. Mi familia no era muy afecta a las fiestas de cumpleaños. Nunca sobraba el dinero y para seguir disfrutando de nuestra ajustada posición pequeño burguesa, se hacía necesario sacrificar unas cuantas cosas consideradas superfluas. Jorgito Abelleira, el único hijo de nuestros vecinos de la planta baja, apenas sabía escribir, dibujaba como el culo y no era ni la mitad de simpático que yo. Tampoco me ganaba en altura ni en belleza y eso de la inteligencia parecía no preocuparle demasiado. Sin embargo sus cumpleaños tenían siempre muchísimos más regalos que invitados. Era aquel un partido amistoso anual que siempre perdíamos los visitantes con un resultado humillante: Amigos dos, Regalos dieciocho. Un par de estos últimos los llevábamos Ricardito Arredondo y yo, el resto, los de verdad importantes, los ponían sus padres, que para algo eran los dueños de la mercería Yoly, la más surtida y transitada del barrio. Ricardito y yo, como buenos amigos íntimos que decíamos ser de Jorgito el mercero, odiábamos y necesitábamos su presencia a partes prácticamente idénticas. Entre otras cosas porque no había otro lugar mejor para jugar que aquella casa-trastienda siempre algo abandonada y caótica, llena de cajas con cierres de cremallera, con lanas, hilos y botones de todos los colores, con hebillas y plumas, con sobrecitos transparentes rebosando de lentejuelas, paillettes y ojales metálicos, un mundo, en fin, de cosas tan bonitas como, a juzgar por el éxito más que evidente del negocio, absolutamente necesarias. Allí, entre aquellas cajas polvorientas, debajo de una enorme mesa que nos dejaba a cubierto de las inquisitivas miradas adultas gracias a un largo mantel de hule verde estampado con estrellas y planetas de colores desvaídos, teníamos nuestras primeras experiencias de sexo grupal: mirar revistas de cine donde las estrellas mostraban sus hombros y canalillos en los estrenos y poco más que sus piernas y ombligos en las piscinas de sus mansiones. Adorables mujeres de cera con peinados impecables y sonrisas idénticas, tan planamente virtuales como nuestras ilusiones, eran las encargadas de introducirnos a ese mundo que tanto daño y placer iba a producirnos en un futuro de sentimientos más desgarradores, menos lúdicos, que, para algunos como yo, estaba muy cercano.
Hoy, un día después de otro cumpleaños, miro hacia atrás sin ira. Me imagino descubriéndonos en nuestros juegos prohibidos debajo de aquella mesa que oficiaba de guarida, presenciando desde la invisibilidad de la distancia los encuentros y desencuentros de esta relación triangular inocente y perversa. No hay resaca alguna junto a mí, sólo regalos.
La corriente de la vida me ha arrastrado hasta este lugar que ocupo, ha ido convirtiéndome en este hombre que escribe y se pregunta, aún hoy, aquí y ahora, en este mismo y placentero instante, qué sentido ha tenido todo esto.
El apasionado, radical Wilhelm Reich, no le otorgaba ninguno. Decía que la gracia de este juego siempre sorprendente no radica en llegar a la meta, sino simplemente en recorrer sus diferentes tramos con nuestro propio paso, con nuestro más íntimo y personal aliento.
Es lo que intento cada día.
Posdata: sobre la mesa, algunos regalos. Las flores y el sello con tampón rojo, de Isabel y Vanessa N.; el maravilloso libro con nuestra jerga argentina, de Laurafrú y Edgardo; el exquisito Dior de la misteriosa Sigourney; el CD y la carta de Dan y Giosafat; los "interiores" de Inés R.; el chaleco y la gorra de lana, del señor Bertini, y las chapas numeradas que distinguen los edificios de Buenos Aires y Rosario, un muy meditado regalo de Monsieur Chapuis que merecerá un post propio un día de estos. Posdata dos: mi amigo Héctor Zampaglione me manda como regalo esta foto. El día y yo lo agradecemos.

44 comentarios:

Darth Tater dijo...

Qué delicia, Cacho... por éso mis rondas tan frecuentes por aquí... ¡me encanta leerte!

Unknown dijo...

Feliz post cumpleaños, aunque estés resacoso.

Dante Bertini dijo...

Darth,
qué rapidez y precisión la tuya. Estas rondas sí son buenas, o al menos es lo que espero.


Fan:
de resacas, nada. De agradecimientos, todo.

Liliana Sáez dijo...

Querido Cacho, tanto tiempo sin pasar por aquí y justo lo hago el día después... ¡¡¡qué macana, che!!!
Te mando un abrazo muy fuerte y el deseo que sea un año genial para vos.
Me quedo a leerte.
Besos.

pepa mas gisbert dijo...

Hoy al despertarme he ido a ver a mi madre que aún dormía y le he besado la frente. No he podido darme mejor regalo en el día de hoy. Lo importante no es vivir el momento, si no darte cuenta de que lo estas viviendo.

Un saludo, estupenda crónica de los deseos de la niñez y de lo vivido ahora a plena conciencia.

Anónimo dijo...

Liliana:
nunca es tarde cuando la dicha es buena, decían mis mayores.
Gracias. Te visitaré.


Alma:
me alegra que pienses así.
Es una suerte tener alguien querido cerca.
Lo sé por propia experiencia en presencias y en ausentes.
Un abrazo

Nicolás dijo...

Entrañable relato, cacho.
Vos sabés que siempre que me paso por acá, se me viene a la cabeza el disco del flaco, Pan, jaja. Lindo disco.

Va abrazo, hombre.

jarta dijo...

(querría esconderme, vengo con retraso..., pero incluso así, entre paréntesis silenciosos, te deseo muchas felicidades en este año que recién estrenaste. Un beso)

Belnu dijo...

Me has hecho reír con Ricardito y sus muchos amigos de niño tonto. El hombre que escribe y que pregunta, bien! Feliz No-cumpleaños! Qué bonita la foto de los regalos escorpinianos...

Dante Bertini dijo...

nicolás,
pasas siempre pero comentas poco (reproche).
Y ahora me dejas ese misterio del Pan que tendré que resolver. Abrazo


antídoto,
no te escondas que igual te veo...
Gracias por el saludo y los deseos. Beso

Anónimo dijo...

Isabel,
bonitos son los regalos.
Me pregunto si mis vecinitos, tan jóvenes como yo, seguirán sobre esta tierra...
No se si les gustaría mi post.

Idea dijo...

Queridísimo Cacho, la gracia de este juego es jugarlo porque es el único que indefectiblemente lleva a vencidos y vencedores a la misma meta. Mientras jugamos, leerte es un paseo por las grandes avenidas de tu nostalgia que también es la nuestra. Un beso enorme

Κλεοπάτρα dijo...

Un relato exquisito y lleno de nostalgias.

¿La vida? Entelequia que transitamos.

(bah, eso creo)

Se agradece tu paso por mi blog.

Un gran salu2 señor :)

39escalones dijo...

Sólo ha pasado un día más, la forma de medirlo es la de menos.
Feliz resaca.
Saludos.

elita dijo...

Se respira gran calidez tras tu cumpleaños número no importa. Seguro lo disfrutaste entre recuerdos mezclados con presente.
Un besito

Mari Pops dijo...

Amplie la foto para chusmear los regalos. Las chapas con los numeros me encantaron. Es todo un detalle.

Ojala recordara cada dia esto de vivir lo mejor posible. A veces vuelvo a la almohada sin nada especial.

Profundamente creo en el "viaje de vivir.

Ademas, como soy timidamente existencialista, el uso de mi libertad , y el despojado mundo de los prejuicios en el que la ejercito, me obligan a elegir con mas cuidado. Confuso no?

Bah ".... se hace camino al andar."

Que lindo meter la mano en una caja profunda llenos de botoncitos de camisa...

Margot dijo...

Felicidades, cacho de pan!! por tu cumpleaños y tu intento de cada día, me gusta éste último...

Besos con velas (aromáticas a tomillo)

Dante Bertini dijo...

Idea: cómo anda usted?
cómo sus tierras uruguayas?
paso a verte y a leerte
besos, como siempre


Cleopatra: tu nombre me intimida, aunque si recuerdo que me llamo Dante me tranquilizo un poquito. Gracias

Fran Invernoz dijo...

Me ha encantado el remate final sobre el aliento, y lo asocio a lo que dicen los atletas ingleses, los corredores de la milla (1.609 metros) o los 1.500 metros que en la tres cuartas partes de la carrera, (alrededor de los 1.000 metros) llega un momento en que parece que vas a caer de rodillas por el gran esfuerzo, pero te llega el 'segundo aliento' (second wind) y te recuperas y arrancas con más fuerzas, unas fuerzas que no sabes de dónde salen, pero que te permiten continuar la carrera (o la vida) y no abandonar.

Anónimo dijo...

39 escalones,
Elita,
estoy bien, sin resaca alguna y con la felicidad de sentirme vivo a pesar de las alarmas terroríficas que llegan hasta nosotros como tsunamis desvastadores...
Estamos aquí y somos muchos. Estos cabrones no pueden salirse con la suya: El imperio de la tristeza.

Anónimo dijo...

Mary:
mi amigo Daniel M se hubiera muerto de un síncope frente a tu imagen de la mano entre los botones; le producían, cosa rara, pánico. Para gustos los botones, verdad?
Cuando cuente los de las chapas verás qué pedazo de detalle es...
No contabilices por día, consejo de diablo. Un abrazo

Carolina dijo...

Cacho: Al final el regalo lo recibí yo... Con este texto que es (de los de ud) de los que más me gustan. Mucha nostalgia para empezar la semana...


Besos

Anónimo dijo...

estimado y solitario Martí:
tu nombre de prócer también me intimida un poquito. Me lo merezco por Dante.
Espero que después del second wind venga el tercero, porque quizás el segundo ya me lo estoy gastando.
Te linkeo por aquí, vale?

Anónimo dijo...

Carolina,
es, pese a todo, una nostalgia llena de alegría: la de recordar personas y cosas que se habían quedado traspapeladas en oscuros rincones de la memoria. Algo las despierta y salen a la luz, deseosas de recuperar el espacio que les toca en tu historia.
un beso

Pilar M Clares dijo...

Vayan mis felicitaciones sobre la mesa, ya que paso en un día así. Y bueno, el tiempo entre las manos me viene bien, más que el vivido, no sé si te vale, en todo caso, un te dejo un trozo de ese pastel.

Besos, cumpleaños feliz

Mari Pops dijo...

Pregúntele a su amigo Daniel M. si
estos botones le gustan más

mas besos post cumple

Dante Bertini dijo...

Pilar,
gracias.
Allí quedará su regalo de palabras y el trozo de pastel.
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Mary Pop:
no puedo preguntárselo.
Se ha muerto hace un montón de años.
Yo pasaré a meter la mano apenas pueda. Con discreción, eso sí.
Chuick!

Anónimo dijo...

Culposo como te digo por email, te felicito horas después, pero realmente el regalito es tu texto como escribe otro seguidor tuyo.
JOLY, mama mía, a uno de almagro nombrarle la mercería que le robó horas esperándo el carrete de hilo que mi tía abuela Teté, una solterona francesa e irrepetible, me mandaba comprar, pero tenía su ventaja la amansadora pues nunca veía el vuelto que se quedaba en La Chuiquita de Almagro en forma de cucurucho de vaililla y chocolate.almagro

vulcano dijo...

Nunca es tarde cuando de felicitaciones se trata.
Me has traído nostalgia y también me has sacado una sonrisa de picardía porque tengo historias de infancia muy similares.
Yo te regalo una canción del grupo argentino-peruano-venezolano-chileno-uruguayo: sin lineas en el mapa que nos habla de las arrugas del a piel y corazón.

... para allá vamos todos.

(surcos en el corazón).

http://es.youtube.com/watch?v=EC8k5mQtdLA

Besos,

Vulcano.

Anónimo dijo...

Almagro, almagro de mi vida...
Qué te puedo contar que no sepas ya?
Se agradece el luminoso regalo en un día tan gris como el de hoy.
Un abrazo



Vulcano: te digo algo similar a lo que le digo a Héctor, amigo de la adolescencia, vecino de barrio porteño, en el comentario de aquí arriba: se agradece la música en un día tan melancólico como este.

Abrazos a ambos.

Beatriz dijo...

Dante,gracias por tu relato y tu conclusión al final del mismo. Sabes?... mi padre (y esto haz conseguido que lo recuerde esta mañana al leerte) sólo sacaba dos créditos durante el año. Uno para los juguetes (muy sencillos) de la noche de reyes, en la "Juguetería MP", y otro cuando comenzaban las clases para mis libros y útiles escolares, en la "Librería Peuser". Disfrutaba conmigo a pesar de la humildad.Y yo aprendí con él que las carencias no te impiden ser una buena persona. Y tú lo eres.Besos

Anónimo dijo...

Beatriz,
tengo puñados de ejemplos para corroborar lo que dices, entre ellos también mis padres.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hay un sinosí en tu escrito que me queda bastante oscuro.

nomesploraria dijo...

Odio a jorgito y a la Mercería Yoli

Carlos Lucero dijo...

me fui a tu mundo por un rato...jugué abajo de la mesa...
cada día estoy más viajero

Anónimo dijo...

Només, oye:
me vas a decir por qué?


Allá:
espero que sean viajes agradables y no tours al horror del otro lado del espejo.


saludos, abrazos, esas cosas...

nomesploraria dijo...

No

nomesploraria dijo...

ejem, bueno,
quizás

Ingles Entumecidas dijo...

Nunca me atrevo a comentar porque no sé qué decir y me abrumo

Dante Bertini dijo...

Només,
si estás esperando algún tipo de soborno para soltar tu palabra, olvídalo. La criiiiiiisis no me lo permite.


Ingles,
but not english,
aunque timidamente has dejado tu comment.

Gise =) dijo...

Felizpostcumplesinresaca!!!!!!! Sabes que me encanta leerte pero cuando habals de vos y sobre todo de tu vos pequeño me fascina!!!!! Los regalos bellisimos todos, pero el de J es de lo mas original!!! felicitalo de mi parte!!!!!
Espero la semana que viene podamso vernos y tomarnos algo en tu honor, sin alcohol no quiero que rompas tu dieta...
Besukones bombon!!!!!!!!! Sos el mejor y por eso recibis tantos mimos!!!!!!!!!!!!!!

entrenomadas dijo...

Si supieras la de tiempo que ando buscando una imagen como la que has subido hoy. Me fascina.

Felicidades Cacho de Pan y gracias por semejantes pedazos de posts que suben un día sí y otro también.

Un beso,

Marta

Anónimo dijo...

Marta:
sólo me queda decir ¡glup!, darte un beso y las gracias.