sábado, marzo 14, 2009

Barbaries

Un señor de edad avanzada y estatura media para un país habitado por gente de media estatura, con abundante pelo canoso y cara poco singular, ha decidido que la ducha del gimnasio que estaba ocupando ayer por la tarde el que esto escribe era la suya habitual.
-La he usado durante siete años-, dijo en catalán, aunque con tono de satisfecho jerarca de algún régimen dictatorial de otros tiempos no tan lejanos. Había varias otras vacías, pero él, acostumbrado a vaya a saber qué espacios mentales de dimensiones restringidas, quería precisamente aquella que estaba usando yo. Para hacer su supuesta propiedad más evidente, cogió mis toallas (2) y las puso en un colgador distinto, más alejado del que yo había usado y, por tanto, de mi alcance.
-¿Qué está haciendo?, le dije- No veo que ninguna de las duchas tenga nombre.
-Estoy acostumbrado a esta. Me gusta ducharme aquí. Será una cuestión de costumbre, pero es así.
Preferí callar. Cuando estamos desnudos en un lugar extraño nuestra vulnerabilidad crece, se hace mucho más notable. Terminé de ducharme mientras rememoraba con morbosa delectación la violenta escena del sauna en la película Promesas del Este*.
"Tomátelo con calma", decía mi otro yo, ese pelele domesticado."No sos Vigo Mortessen*, aunque en la vida real él también tome mate."
Poco después leía unas declaraciones de Fernando Meirelles, el director de Ciudad de Dios y A ciegas*, esta última basada en el Ensayo sobre la ceguera de José Saramago:
"La barbarie está aconteciendo hoy, pero no queremos verla. Ustedes y yo estamos hablando relajadamente porque hemos desayunado bien y tenemos la comida asegurada. Bastaría un simple incendio para que nos pisásemos unos a otros".
O una crisis, pienso yo. En realidad ni siquiera hace falta una crisis. Basta el anuncio de una crisis para que afloren los demonios habituales, y los seres pequeños, desgraciados poseedores de unos títulos de propiedad que sólo ellos avalan, se crean dueños de todas las duchas de todos los baños de todos los gimnasios.
Foto : autorretrato de Alastair Thain.

36 comentarios:

pepa mas gisbert dijo...

No hay que echarle la crisis ni al amago de crisis, prolifera ultimamente y no tan ultimamente, una mala educación rayana en la estupidez. No hay día que no tenga que pedirle a alguien que se levante del asiento del autobús destinado o reservado a los discapacitados o ancianos porque no ven o no quieren ver que un pobre abuelo con bastón no se sostiene bien con el traqueteo del autobus y no se atreve a pedirles que le cedan el asiento.
La mirada que me dirigen es digna del mejor guión de Alma Reville pero yo heroina urbana no me arredro e insisto siempre educadamente y con una voz que nunca levanta el tono. No sabes lo que se consigue manteniendo un tono de voz suave y sin alteraciones. Y como esta, podría contar un montón. Barbarie si y desconsideración.

Un beso bárbaro pero por lo enorme

pepa mas gisbert dijo...

Me he dejado entre echarle y la crisis, la palabra culpa, o sea que no hay que echarle la culpa a la crisis.

Aprovecho pues para un abrazo

Belnu dijo...

Caramba, entre el susto de la foto y la historia de la apropiación de la ducha me he quedado de piedra (cin bacilos de gripe incluidos). Y yo que estaba hablando de la envidia... Me alegro de que decidieras no emular la escena de Viggo Mortensen (me encantó esa película, aunque aun no me he repuesto de un gesto terrible que incluía, ay, ay)

Dante Bertini dijo...

Alma,
llego de ver Gran Torino, con el Clint en plan justiciero vengador de todos los que como nosotros estamos algo cansados de tanta estupidez grosera.
La crisis no es sólo económica, como puede verse por las calles de nuestra ciudad, y estoy convencido de que existe desde mucho antes que nuestros políticos decidieran ponerle nombre.
Un abrazo, y dos

Dante Bertini dijo...

Zbelnu,
palabra sanadora!!!
tal vez pueda abrir el chiringuito con otro nombre, al estilo Cacho de Remedio, aunque no estoy dispuesto a pasar por experiencias tan poco agradables para curar del susto a mis probables pacientes.

¿Qué gesto era ese?

Lucía dijo...

Hoy todo vale, Dante. Primero soy yo y luego lo que me dé la gana hacer, moleste o no a los demás. Que me quiero tirar un pedo en la cola del banco pues me lo tiro. Lo más grave es que nadie dice nada, que nadie llama la atención a esas personas. Estamos todos sumidos en un estado comatoso de apatía, pereza y cobardía. Y estoy de acuerdo contigo, las crisis (económicas o de otro tipo) son las que sacan lo peor de las sociedades: se agudiza la xenofobia, resurgen ideologías fascistas... Me estoy poniendo un poco agorera ¿no?.

Hablando de Clint, mira que no me gustan los coches, ni viajar en ellos, pero una vueltecita en ese Gran Torino a lo mejor sí la daba.

Besos.

Anónimo dijo...

Lucia,
de agorera nada: todo eso ya está aquí.
¡Gran Torino!
Fui a verla anoche y la comentaré apenas pueda...
Creo que no te la puedes perder. Puede ser el testamento, desgraciadamente, de este imbatible señor.
Besos

Lucía dijo...

¡Ya la vi! Clint está estupendo y el papel le viene que ni pintado, entre duro y tierno a la vez. Me chocó comprobar que el día que fui a verla, eran las 6 de la tarde, todos los que allí estaban tenían de 60 años para arriba, la más joven era yo. Debían de ser todos superfans de Clint, callados y concentrados, imagínate hasta que punto, que cuando a la chica le pasa lo que pasa se oyó en la sala un ¡ohh! de espanto generalizado. Vamos, que lo estabamos viviendo (yo me uní al ¡ohh!, por supuesto).

Cuando fui a ver The reader, eran todos parejas sobre 40 años. Tuve la desgracia de que se sentó delante de mi un tipo que no hacía más que reirse en las escenas de sexo, me dieron ganas de levantarme y decirle que fuera al médico.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Dante
Eso te pasa por ser un "cacho de pan"
Yo no se como hubiera reaccionado aunque admiro lo que hiciste. Mostrar clase, por ahi aprende. Lo dudo.

Vi Gran torino, me gusto sobre todo las ironias del principio y ver como pierde la paciencia. La senora mayor de al lado que le escupe me encanto

Dante Bertini dijo...

Lucía,
hace dos noches, en una reunión de amigos, estuve charlando con maestros y profesores de adolescentes: parece que sólo les interesa la violencia, ya sea en juegos, películas o, para aquellos que todavía pueden leer, relatos.
Es probable que los viejos sepan más por serlo que por diablos.
No ví The reader. Le temo a un producto creado para Winslet exclusivamente.


MaryP:
no se si fue por clase o por no meterme en historias que nunca terminan bien. Salió así.
GTorino: una joya todo el elenco de chinos, y las situaciones de Clint con ellos, impagables. Gocé viéndola.

Abrazos a ambas

Idea dijo...

Cacho, una anécdota/reflexión tan interesante como imprescindible con ese estilo tan tuyo que ya muchos quisiéramos tener. Un beso.

Anónimo dijo...

Idea,
como siempre, me dejas sin palabras, salvo una: gracias.

Miroslav Panciutti dijo...

Quiero pensar que más que a la barbarie que se nos va instalando, puede achacarse la escena que has vivido a la avanzada edad del caballero. En todo caso, es admirable tu franciscana mansedumbre; yo seguro que no habría reaccionado así.

Dante Bertini dijo...

Miroslav:
como dije antes, se hace lo que se puede...el señor era mayor y yo no soy Vigo Mortessen.

Lirium*Lilia dijo...

Yo creo que la prepotencia y la mala leche no tienen nada que ver con la crisis. Es que si así fuera, con las cosas que suceden aquí, saldríamos todos como Douglas en Un día de furia,y por suerte no es así.
Como dice Mary Popps sos realmente un Cacho de Pan, o un otro yo muy fuerte que te contiene. Lo digo porque el mío a veces falla y estallo.
No ví Promesas..., no ví Gran Torino..., no ví The reader y claro, ando "A ciegas" que tampoco la ví. Tiene razón una amiga: es hora de "desacovacharme".
Un beso.

Anónimo dijo...

Sobre "Gran Torino": la verdad es que este Clint crepuscular es impresionante. Quién lo iba a decir cuando hacía western en Almería. El mensaje que más me llegó es el de la soledad de un viejo ante los de su misma sangre y el cómo los más extraños pueden ser a veces los más cercanos.
Saludos.

39escalones dijo...

La gente anda un poco quemada por ahí. Hay un nivel de violencia latente que es preocupante. Andamos esperando una mecha, y ésta sí que puede ser la crisis.
Por cierto, esa escena de la sauna es brutal.
Saludos.

Margot dijo...

Es un ambiente grosero, de crispación, de provocación (cómo se puede interpretar de otra forma el argumento tan idiota que te dio ese tipo?) de una falta de respeto y un narcisismo-ombliguismo asentado en nuestras formas de hacer.

Pero lleva tiempo, Cacho de Pan, mucho antes de la crísis. Se llama infantilización progresiva y sus raíces son muchas y abarca mucho más que las formas sociales y la convivencia. Ese es sólo el reflejo. Lo que nos sorprende ver es como se asienta como si tal cosa entre nosotros. Al menos es lo que me sucede a mí, esa naturalidad en lo incorrecto. Me deja pasmada.

Un beso!

Anónimo dijo...

Deli:
la covacha es tu armadura, para todos los demás suele serlo también la ropa. Aprendí en mis años de nudismo que la desnudez nos desarma, nos fragiliza, al menos a los que no estamos acostumbrados desde siempre a ella. Si hubiéramos estado vestidos la cosa hubiera sido diferente, supongo. Siendo un club, una institución, las rabietas se pueden canalizar de otra forma. La pena es que esta actitud es menos inhabitual cada día. Si no ves cine es porque tendrás cosas mejores que hacer.
Beso.


Antonio:
si, también a mi me impresionó esa soledad de la vejez, a pesar de conocerla de cerca. Por vivir donde vivo, veo cada día viejos cuidados mimosamente por extranjeros, y aunque en estos casos se trate de contratos laborales, de servicios pagos, nunca veo algo ni siquiera similar de parte de los parientes de esos mismos viejos. Cría cuervos...
Un abrazo.

Dante Bertini dijo...

39E:
me has dejado pensando sobre la feminización del sauna...Aquí se dice así y en América lo masculinizamos. Aparecen las dos formas en el DRAE. Siendo un baño, no resulta más lógico hablar de "el sauna"?
Lo peor de esas mechas de la que tú hablas, es que, al menos aquí, hubo intereses e interesados muy concretos decididos a encenderlas.
Saludos.

Dante Bertini dijo...

Margot,
no se si lo llamaría infantilización o desculturización, pero por allí andan los tiros...
Llegué a un país que había decidido abrirse al mundo con ilusión y alegría y ahora me encuentro paso a paso con el ombliguismo más retrógrado disfrazado de progresía...
a pesar de todo, ¡Sobreviviremos!

Noemí Pastor dijo...

Las microbarbaries construyen La Barbarie. No quiero ser injusta ni cruel, pero el otro día también un señor mayor se me coló por todo el morro en la fila del cine. Y otro, en el supermercado. ¿O sería el mismo? ¿El mismo de tu gimnasio, quizás?

Anónimo dijo...

Noemí,
no creo que tenga taaaanta movilidad...
Comparto lo de las microbarbaries: tacita a tacita...

Gise =) dijo...

Yo no es que sea muy alta pero siempre escuche que los petisos son agrandados, creido, fanfas, sobrados...y todo esos tipo de calificativos que pueden usarse. Es evidente que el petiso, canoso, maleducado, ordinario y facha de tu compañero de ducha no es asi por la crisis o quiza si pero por su crisis de identidad y necesita sentirse encajonado siempre en el mismo espacio...ahora yo me pregunto si esa ducha no funciona se va del gym sudado??? que asco, petiso, malaleche y maloliente...buahhh!!!!!!
Cauntas pelis me faltan por ver...ayer mi vieja se empecino en ver VOLVER...y bueno a mi no me flipó pero la vieja es la vieja...
Besotes corazón!!!!!

Raquel Barbieri dijo...

El de la ducha no es otra cosa más que un pobre tipo.
Más allá de que lamento que sea una anécdota verdadera, está bueno el relato para hacer un corto cinematográfico o parte de una obra de teatro en donde el personaje principal (vos) vas chocándote con todo tipo de alienados sociales, como si existiera gente que quedó atrapada en una dimensión tan chota, que ganar por la fuerza una ducha les hace valer el día.

Un beso, Dante
y achuchón de Renata:)

Fogel dijo...

Es notable descubrir lo cerca que estamos de la barbarie, es verdad. Esto de imponer la fuerza a la razón viene en la sangre, por eso cuando algo nos indigna, no pensamos en reparar el daño causado, en primer medida, sino antes que nada la tanada se nos suve a la cabeza y lo único que nos consuela es repartir tanto daño como el que nos causaron a nosotros, o a nuestros seres queridos. Por eso los niños sufren tanto en el mundo de los adultos la prepotencia de estos y la "impotencia" de ellos, los más débiles, y por eso es bello y gracioso ver como un prepotente se resbala en las bañera...

Un super abrazo, Dante

Raúl dijo...

Suscribo tu reflexión, palabra por palabra. Además, el texto está muy bien escrito, con lo que me costaría un potosí disentir -en su caso- con su contenido.

Dante Bertini dijo...

Gisella:
tender una toalla de silencio, ya que los mantos no están de moda, es lo mejor en estos casos, pero yo soy de no guardarme las palabras y aún menos las rabietas por causas injustas...

Para mí, volver a Volver sería casi un castigo.


Raúl,
un piropo así me deja casi sin palabras para la contestación; salvo una: gracias.

Anónimo dijo...

Raquel,
recibo los achuchones de Renata con verdadero placer...
Un cortometraje seria lo suyo, aunque no sé si no preferiría poner la cámara y la intención en algo más positivo, en personajes más agradables.
Con su ducha se lo coma...
Un gran abrazo, estimada


Fogel:
lo del resbalón sería un buen final para la obra que propone Raquel, gracias.
Como verás, por lo que sea, yo he podido reprimir la tanada y comportarme como un cool gentleman inglés.
Otro abrazo para tí, Fogel

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

¿Leyó "No diga `sí` cuando quiere decir `no`" ?

Unknown dijo...

Que miedo de tio, si hace eso con una ducha pública, imaginatelo en el resto de las cosas de su via privada o laboral. Debe ser tremendo ser así.

Darth Tater dijo...

Sólo lástima se puede sentir por una persona así, y lo que nos queda es ser generosos y dejarle la ducha. Claro, se dice fácil aunque en mi caso particular no sé qué pasaría o qué haría yo. En todo caso es seguro que el corajito no me pasaba en una semana.
Por otro lado Cacho, coincido en que no tiene ésto nada que ver con la crisis económica mundial actual, aun cuando me queda la duda de cuál fue el punto de quiebre. ¿Desde cuándo somos así y por qué? Este nuevo milenio ha resultado muy poco esperanzador...

Dante Bertini dijo...

Walter,
no, pero en algún momento creo haberle recomendado "Cuando digo que no me siento culpable".



Fanma:
Prefiero no imaginarme nada más.
Tal vez tiene mucho amigos de su misma catadura que le ríen las gracias y consideran que esta ha sido una de ellas.

Anónimo dijo...

Darth Tater,
la otra posibilidad es terminar de ducharse tragando saliva -y junto a ella los insultos-, para después soltar la furia escribiendo un post como este...además de preguntar a la administración si me había topado con un dueño del gimnasio o con la estatua pedestre de Franco!
Y en cuanto al milenio, no hay que preocuparse demasiado, querida, el próximo nos resultará más descansado. Beso

el objeto a dijo...

no hace falta una crisis, el anuncio de ella basta para que aflore lo peor de muchos! yo estoy completamente de acuerdo,

y me ha encantado la evocación de esa brillante película de mafiosos del este, él al menos nos muestra que sí se puede vivir con coraje y salir (casi) indemne!

Anónimo dijo...

Vanessa:
Él, con mayúsculas, es mi casi compatriota, don Vigo Mortessen...
sale indemne de lo que le echen, hasta del capitán con el ala triste...