Hace dos días un diario recordaba la muerte, el suicidio en realidad, de la cantante y compositora chilena Violeta Parra. 45 años pasaron ya desde que la autora de
Gracias a la vida decidiera poner fin a su existencia por, suponemos, absoluta falta de esperanzas.
Mujer huracanada, amante de las pasiones fuertes, acabó con las suyas descerrajándose la cabeza de un tiro. Posiblemente no encontró mejor manera de detener sus pensamientos volcánicos: lava candente que podría haber destruído todo aquello que la rodeaba y alguna vez había proclamado amar cantando.
Sin embargo la periodista que firmaba la nota, y cuyo nombre preferí olvidar, no se detuvo en suposiciones, dando por sentado que el principal detonante, y nunca mejor dicho, lo que la llevó a tomar esa decisión sin retorno, fue su amor desgraciado por un hombre suizo quince años menor que ella.
Inventemos a partir de nuestros prejuicios. Da igual. Nadie podrá preguntarle nunca a la Parra la razón de su muerte y aunque pudiera darla igual dudaríamos de ella, porque, ¿se puede ser tan contradictoria como para alegrarse porque el amor la ha devuelto a los 17 años y poco después maldecir hasta el mismo vocablo que nombra al sentimiento "por toda su hipocresía"?
Tal vez esta orgullosa Violeta era demasiado vivaz para un mundo mustio, alelado, que prefiere seguir los patrones que le dictan, los caminos que le señalan, las normas que le imponen. Quizás era demasiado sensible como para soportar sin herirse hasta el desangre final, la mediocridad, el engaño, las falsas buenas maneras. Posiblemente estuviera demasiado enamorada de la juventud como para aceptar sin más el paso imparable de ese tiempo ajeno, que la había arrastrado desde la adolescencia a las puertas mismas de la senectud sin piedad ni previo aviso.
Esta mujer de nombre vegetal, aromático, dulzón, estaba por cumplir cincuenta años. Ya ha pasado casi el mismo tiempo desde que decidió poner punto final a su destino.
¿Habrá perdido mucho?
14 comentarios:
Leí también la reseña del aniversario necrológico.Yo a Violeta la conocí ya muerta (pero muerta reciente), en su último LP que tenían mis padres. Andaría por mis doce años. En los cuarenta años que para mí han pasado no he dejado de escuchar sus canciones y, respondiendo a tu pregunta final, para mí no ha perdido nada.
Para mí, nunca va a ver nada como "Gracias a la vida" cantado por la Negra Sosa... No importa cuçanto tiempo pase.
Ay, la prensa siempre montando folletines en lugar de informar. Como aquello de Ford en su "Liberty Valance": "cuando la leyenda supera a la realidad, imprime la leyenda". Y ninguna época menos adecuada para las leyendas que ésta nuestra.
Abrazos
Miroslav:
más viejo que tú, creo que hasta la oí cantar en directo...una potencia de la naturaleza que no quiso siquiera que esta decidiera su final.
un abrazo
Fede:
quizás la versión de la Sosa sea más perfecta musicalmente, más cuidada, aunque a mi me gusta mucho el despojamiento primario de su compositora cuando la interpreta, a fuerza de guitarrita y desgarro. Bienvenido.
Hay algo infalible a la hora de querer desprestigiar a alguien: airear sus asuntos de alcoba. Como nadie puede saber qué ocurre realmente en las alcobas, en los corazones, en los genitales, es fácil hablar y además es ése un territorio que la imaginación considera escabroso. Y qué caro, sino imposible, resulta limpiar esas manchas.
Un abrazo
39 Alfredos:
creo que debéis ser tantos dada la proliferación de notas, posts, críticas y presentaciones.
Y además tienes tiempo para visitarme, todo un detalle.
Será que al contrario de estos señores de la prensa chismosa, no pierdes tiempo en detalles íntimos.
Un abrazo, y 39
Atman:
puedo imaginar la vida de estos sujetos, dedicados a revolver, a escarbar las basuras ajenas. Seres tristes sin nada valioso que ocultar, viviendo de lo que creen miseria, y para ellos es fortuna, ajena.
Supongo que un círculo del infierno les pertenece.
"Maldigo los estatutos del tiempo con sus bochornos" Perdió todo y nada al mismo tiempo, es una gran ironía la muerte, la que sobreviene o la que provocamos. ¿No será que siempre la estamos provocando de diferentes maneras y con distintos resultados?
Aunque musicalmente siempre me pareció mejor la versión de Mercedes Sosa, la de Violeta es tan desgarrada que parece agradecerle a la vida para poder morir en paz.
Idea:
provocarla? Es probable que lo hagamos, consciente o incoscientemente, aunque la muy cabrona actúa por su cuenta, es inexorable y sabe que desde nada más nacer ese bocado que somos le pertenece...
Coincido en tu opinión sobre las dos versiones. Es como un tango por Pavarotti y el mismo por Julio Sosa. Un abrazo de reencuentro.
Había escuchado sus canciones pero estaba totalmente en of respecto a su vida.Triste tener que llegar a eso...Como dicen por ahí arriba,vida de leyenda
Una canción suya que me encanta es,Volver a los 17.Tenía nombre de preciosa flor y apellido de vid.
Saludicos
Carmen:
poco después de esa alegría adolescente maldeciría el vocablo amor...una mujer guerrera que perdió y ganó muchas batallas.
Vivió lo suyo.
Un abracico demi parte
hermosa tu nota y hermosos los adjetivos con los que tratas de dar una forma a sus pensamientos, a lo que era ella y su identidad. Vi una película chilena sobre ella, no sé si la has visto, me gustó y no me gustó, no sabría cómo definirla, buenas actuaciones, pero no estoy segura de haber sido la espectadora de una buena película o de qué.
En fin, me gustaría leer alguna biografía seria sobre ella, siempre me interesó mucho.
Gracias, de nuevo, por la nota.
Tarántula:
gracias a ti, por supuesto, por leerla y comentar.
No vi la película, aunque la nombraban cuando se cumplió este aniversario.
Un abrazo, y dos.
Creo que deberías ver la película. No puedo negarte que me quedé pensando en ella después de haberla visto, lo cual tiene su mérito. Creo que se llama "Y violeta se fue a los cielos". La vi en la aereolínea LANCHILE en un vuelo Madrid Alemania, se hizo corto el viaje, la fotografía es hermosa y te transporta sin que te des cuenta al Chile profundo, el Chile de Violeta Parra que también es un Chile idealizado impregnado con el tiempo por la desesperanza de la desilución.Si alguna vez la miras, coméntame qué te ha parecido, yo finalmente solo puedo decirte que para recordarla después de 5 meses, debo darle la justicia de calificarla como una película original, interesante y, después de todo, hermosa.
Tal vez tan desconcertante como la Violeta misma.
Saludos.
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