martes, mayo 25, 2010

perlas de la memoria


Es martes por la mañana. Digo Perla y aparece mi prima de Gauleguaychú tocando el piano como una desaforada.
Milongas, habitualmente tocaba milongas, aunque no le hacía ascos a las composiciones clásicas, sobre todo las que tenían pasajes donde podía lucir su brío, por lo general desmedido; tanto como para dejar la cubierta del teclado con evidentes, nada agradables rastros de sus uñas.
Mi prima Perla era hija de un militar retirado de infantería, tío político mío por parte de madre. Hombre rígido, patriotero, moralista, de cachetazo fácil y abundantes represiones para con su familia -numerosa, por supuesto-, todo el mundo lo respetaba o al menos le temía.
Supongo que Perla, mi prima, poseedora de un carácter parecido al de su padre, se desfogaba aporreando el piano a falta de algo mejor; quizás un objeto sin sonoridad, aunque con posibilidades de responder al ataque feroz de aquellas garras perladas de mi parienta con un auténtico festival de sangre, sudor y lágrimas.

Perla, mi prima, se parecía a Gloria Grahame. O tal vez fuera la Grahame la que resultaba identica a mi prima. Resulta harto difícil adjudicar a una u otra la invención de un estilo que las calles repetían con superficial entusiasmo. Cientos de mujeres del montón, con cuerpos y rostros que nada tenían que ver con los originales, los de Perla y Gloria, por supuesto, hacían acopio de postizos, rimmel, gruesas capas de pintalabios carmín (siempre algo excedido de sus límites) y abundancia de posturas de cadera quebrada, un pelín barriobajeras, sutilmente obscenas, en un intento estéril de copiar las almas -desesperadas, ardientes, sadomasoquistas- de Gloria y Perla, más propias de una guerrillera encarcelada que de un ama de casa mortalmente aburrida de sus tareas cotidianas o de una secretaria ejecutiva con escaso tiempo libre.
Como muchas de mis tías y primas casadas o solteras, Perla sufría de constantes dolores de cabeza que la obligaban a encerrarse en su dormitorio durante la siesta, con un paño de agua fría sobre la frente, las persianas bajas y la llave echada.
El piano lo tocaba por las tardes o muy temprano a la mañana, apenas levantarse. Costumbres adquiridas, junto a un mal humor casi constante, en su casa paterna de Entre Ríos, cuando su padre, maestro de música y director de una pequeña orquesta típica compuesta por todos sus hijos y dedicada a amenizar fiestas populares y conmemoraciones patrias, le enseñaba a solfear a fuerza de gritos, insultos y castañazos.
Perla era la auténtica perla de los Videla de Gualeguaychú. Nunca la ví sin maquillaje o con la corta cabellera rizada en desorden. Tampoco usó jamás pantalones, ni siquiera de pijama, y es la única mujer, lo juro, a la que vi caminar en pantuflas de entrecasa con displicente elegancia, como si tuviera puestas sandalias con altísimos tacones aguja y estuviera desplazándose entre las mesas ricamente decoradas de un cocktail mundano en un hotel de lujo.
Podría definir su estilo interpretativo como una versión algo más viril del Príncipe Kalender, un solista de piano de origen ignoto, presumiblemente italiano, de gran fama en Buenos Aires por aquella época. No se si Perla era consciente de aquel parecido, ya que las composiciones preferidas de mi prima no eran las del Príncipe, creadas especialmente para demostrar su maestría como ejecutante, sino los conciertos numerados para piano y orquesta de Rachmaninoff. Orquesta sinfónica nunca tuvo cerca, pobre Perla, pero eso no le resultaba ningún impedimento. Cada mañana abría la tapa superior del enorme combinado de mis padres y apilaba sobre el dispositivo que los dejaba caer, estruendosamente, de uno en uno, aquellos frágiles discos de pasta que a mí nunca me permitían tocar, para acompañar al concertista grabado como si estuvieran tocando a cuatro manos. Una delicia muy especial mi prima Perla. Jamás pude entender por qué, siendo como era un volcán soterrado al que podía suponerse una potencia sexual arrasadora, nunca nos enteramos de que tuviera a nadie a quien amar.
Tal vez fuera más astuta de lo que todos creíamos y sus constantes visitas al médico escondieran secretos pasionales, que la callada Perla, sensual y misteriosa como un preludio de Debussy, se llevó para siempre a la tumba.
Posdata: Ahora, nada más terminar de escribir este texto, me pregunto si en realidad mi prima Perla no se llamaba Dora.

Ilustra: fotos publicitarias de la actriz Gloria Grahame; en la segunda, la misma actriz caracterizada como mi prima Perla. Partitura del Príncipe Kalender.

34 comentarios:

Darth Tater dijo...

¡Encantadora perla sobre Perla, Cacho! Aunque no concibo un amanecer con Rachmaninoff...

pepa mas gisbert dijo...

Si la recuerdas como Perla ese era su nombre. Un nombre además ahora en desuso, al menos por aquí, y sin embargo, un nombre sonoro y con poderío, como a mi me gustan, corto y evocador.

Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Darth:
no era nunca al amanecer...mi prima, como yo, nunca madrugábamos...besos


Alma:
dudé al final y creo que la memoria jugó conmigo cambiándole el nombre.
Ahora será para siempre Perla.
Un nombre precioso, con alma, como tú dices.

Belnu dijo...

A mí me encantaba Gloria Grahame! Creo que me habría gustado tu prima Perla, con ese nombre y ese parecido!

Beatriz dijo...

Una verdadera "perla" tu texto. Poco a poco me vas presentando a tu familia. Pero siempre con esa manera tan tuya y excelente de contarnos historias que entretienen y que nos lleva a elucubrar teorías sobre lo real y lo imaginado (lo cual es de apreciar)
Ah, también los releo.-
Un abrazo

Diana H. dijo...

Mirá: no importa cómo se llamara. Es más, no importa siquiera si tocaba el piano o la flauta dulce. Así como acabás de dibujarla, esa es tu prima. Nadie podría dudar de la existencia de esa mujer tan tangible después de leerte. Lo que sí debe ser exacto es que era de Gualeguaychú, igual que mi papá ... ¿Viste que éramos familia, después de todo? ¡¡Te lo dije!! :))
Un abrazo fuerte, Dantito.

Dante Bertini dijo...

Bel:
no se si se hubieran llevado bien, demasiado voltaje encontrándose...
pero seguro que se hubiesen respetado: era un Leo.

Dante Bertini dijo...

Beatriz:
aunque no lo parezca también me los presento a mí...pienso en ellos a la distancia, física y temporal, todo un hallazgo a veces.
Gracias por leer y releer.
Un beso


Diana:
no me extraña nada lo de la familiaridad o parentezco...me seduce.
Y me alegra que mi (nuestra?) prima resulte real. Existió pero nunca antes había pensado en ella con palabras. Ahora la tengo yo también.
Creo que no conocería esas tierras entrerrianas ahora. Las ví por última vez con poco más de seis o siete años. Cuánto tiempo, cuánta vida...Abrazos luminosos

39escalones dijo...

Como buena Perla quizá ella fuera el tesoro escondido bajo la dura capa de Dora... O de Gloria. Un buen amigo está loco por Gloria Grahame. Corro ya a decirle que hoy la tiene por aquí.
Abrazos.

Dante Bertini dijo...

Alfredo:
buenísima aportación.
Dora, además, suena a dura...una Gloria de chica!

un abrazo

Emma dijo...

Una muchacha como eran las muchachas antes, llenas de misterio y sensualidad, de llanto ahogado contra la almohada. Por todo lo que cuentas me da en la nariz que era el padre el que sin duda tenía miedo de su hija Perla, no al revés.
Dante, cuéntanos mas cosas de tu familia y Buenos Aires! la historia del Prícipe pianista me ha encantado.

Naia Marlo dijo...

Hay mujeres que nacen para dejar una huella imperecedera en la existencia. Sea por su belleza, su inteligencia, por originalidad, su carácter, su talento... solo por ser auténticas, verdaderas y honradas consigo mismas, y admiración. Hay muchas mujeres Perla y Gloria Grahame repartidas por todo el planeta. En el pueblo en donde estoy viviendo ahora, es común dirijirte a las personas sean mujeres, hombres o niñ@s...dulcemente con la palabra Perla..ejemplo: ¡Perla!.. puedes traerme un vaso de la cocina....gracias, "Bombón" (otra palabra típica del pueblo)..
Sustituyen al nombre original. Tanto Perla como Gloria su belleza era de radiante presencia.

¡Perla! te dejo un abrazo y un beso impregnado con aroma a cerezas,
y achuchones a Fede...

Naia Perfume

daniel rico dijo...

Buenisimo Dante!
Este personaje parese exigirte que imagines acontecimientos secretos, es demaciado interesante como para aceptar que no se llevo sus misterios a la tumba.

Claro que tambien puede tratarse de una ESFINGE SIN SECRETOS, como la de Wilde.

Muy buena la caracterizacion del padre: "Hombre rígido, patriotero, moralista, de cachetazo fácil ...", como con toda buena descripcion, enseguida se le aparese a uno el recuerdo de alguien que calza en ella como un guante.

Un abrazo che!

Fernando García Pañeda dijo...

Al igual que me resulta curioso cómo algunos amamos la lectura cuando la tendríamos que aborrecer después de tantos años bajo un sistema educativo que parecía diseñado para odiar los libros, me resulta igual de chocante que la música se enseñara, como bien dices, "a fuerza de gritos, insultos y castañazos". Así me enseñaron a mí el solfeo y el piano, y sin embargo la música sigue siendo una fuerza que arrasa mis entrañas sin remedio.
Somos pura naturaleza irracional, mal que les pese a psicólogos y pedagogos.
Bien atesorada perla.

Lukas Rybensen dijo...

Me encantó el final. Ahora hay algo que es un misterio para mí:

"Como muchas de mis tías y primas casadas o solteras, Perla sufría de constantes dolores de cabeza que la obligaban a encerrarse en su dormitorio durante la siesta, con un paño de agua fría sobre la frente, las persianas bajas y la llave echada."

¿A qué se debía eso? ¿Los ciclos femeninos o el sufrimiento del genio o migrañas hereditarias?

Dante Bertini dijo...

Emma:
mi familia es muy amplia, como la de mi prima.
8 hermanas y un hermano por parte de madre; los italianos, paternos, eran menos y no los conocí. Van saliendo de a poco por razones ajenas a mi entendimiento. No los llamo, llegan...llegarán.

Naia:
me gusta tu pueblo, más parecido al mío original, donde todos somos cariños, amores, divinos, muñecos y queridos.
Perlas de Gloria, podríamos decir. Supongo que hay muchas. Lo espero. Yo conocí unas cuantas. Mujeres con aroma y esencia de verdad.
Federico y yo agradecemos y retribuímos...

Helena dijo...

Hola Dante,

Curiosa combinación de egos y voltajes,
Perla-Gloria, Gloria-Perla,,,
Pero dices bien cuando lo dices por aquí arriba...se hubieran respetado.
Un dato más a la historia
Gloria Grahame…era Sagitario
Estamos hablando de dos fuegos
Tu prima como personaje merece
más capítulos

Cariños

Raúl dijo...

Me encanta el tono (algo costumbrista, muy desenfadado) que has utilizado al confeccionar esta "perla", Dante. Me encanta.

Dante Bertini dijo...

Daniel:
debrías ser mi personal trainer literario, obligándome a seguir las historias que apenas esbozo.
Están allí, es verdad, pero mi destino es, hasta ahora, el del picaflor: un poquito de esta y a otra perla...

Luc:
como a mí me parecéis casi gemelos porque los conocí al mismo tiempo, los pongo juntos, que no apretados,y dejo a Fernando el corsario para después.
Lo que cuento lo veía con ojos de niño y nunca se me daban detalles que además no pedía.
Las mujeres de la casa recibían invisibles visitas muy molestas cada mes, pero además no estaban felices de su soltería o de su trabajo o de vaya a saber cuántas otras cosas...y se encerraban a dortmir la siesta. Una excusa supongo para no decir que tenían sueño y punto.


Fernando,
no se enfade, que a mí no me pegaban nunca y pocas veces me gritaban, pero eso porque tampoco se esforzaban en enseñarme nada, mucho menos música.
Los libros no abundaban por la casa, así que me aficioné a ellos por amor a las cubiertas, a los colores, a las ilustraciones. No se crea que Buenos Aires era el paraíso del niño bien educado.
Los psicoanalistas suponen que estamos gobernados por el inconsciente, que nunca explica nada.

Gracias y un abrazo para cada uno, o sea, tres

Dante Bertini dijo...

Shaun:
yo juraría que mi prima perla era Leo o Géminis, hasta creo habérselo oído decir, aunque la memoria nos tiende trampas como la del nombre. Cualquiera de los dos signos le sienta muy bien a su carácter fuerte y avasallador.
Creo que tu y Daniel tienen razón. He despertado un personaje fascinante, según parece. Era encantaDORAmente difícil de querer, esta Perla. Un abrazo


Raúl:
una alegría que esos pies tuyos se asomen por aquí en medio mismo de las presentaciones elefantiásicas.
Gracias. Me gustaría poder escribir con este desenfado siempre. Lo intento.

Fernando García Pañeda dijo...

Me alegro coincidir en la opinión sobre los psicoanalistas y el sobrevalorado subconsciente, Dante.

carmen dijo...

Me ha encantado esta historia de Perla Gloria,Gloria Perla.
Para perla ,lo que has escrito.

Saludicos.

Naia Marlo dijo...

Bona nit....comparto lo mismo que dice nuestro amigo Raúl Me encanta todo el relato, la descripción...en fin, me olvidé decirtelo.

Un besazo, bombón

Naia

Joy B. dijo...

Hola Dante, me encanta leerte. Lástima que no disponga de todo el tiempo del mundo para poder disfrutar de todo tu recién descubierto blog...

Por de pronto, me voy bebiendo a dulces y pequeños sorbos estas notas de perlas misteriosas y llenas de seducción...

Un cálido abrazo

Dante Bertini dijo...

Fernando:
no es lo único, aunque en esto debríamos detenernos largo rato.


Carmen:
un saludico y gracias
eres una gloria

Dante Bertini dijo...

Naia:
lo habías dicho tácitamente, pero
se agradece por segunda vez.
Cacho de pan y chocolate. Un beso


Joy:
bienvenida otra vez.
Te puedes tomar tu tiempo. Si no hay un colapso en la red, por aquí estará. Abrazos

Marina Judith Landau dijo...

Me ha encantado conocer a tu prima Perla a través de tu retrato tan completo y tan vivo.
Creo que prefiero conocerla de este modo, a haberla conocido personalmente.
Un personaje riquísimo, no me importa si se llamaba Dora... para mí ya es Perla.

Llegue a tu blog para decirte que Bruno ha posteado algo que quiero que leas, cuando tengas un tiempo.
Me encontré con este escrito sobre tu prima, que suerte que vine a avisarte del post de Bruno.
Es que yo había intentado leerlo desde el reader y me marcó que no existía la entrada en el blog (no entiendo por qué) y ahora llego y la veo publicada... cosas de blogger.

Qué bueno tener familia particular para retratarla, y qué bueno poder hacerlo como lo hacés vos.
Un abrazote.

Federico el grande dijo...

MIAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!
QUIÉN AGUANTA A DON BERTINI AHORA... rodeado de la crema de la intelectualidá!
Como todos y todas podrán ver, el guapo de la casa soy yo, el mismo que le dicta lo que escribe...prefiero el bajo perfil y que él se crea importante, así me compra las mejores comidas del mercado sin quejarse...

Gracias, Bruno Alexis, muchas gracias

dante Bertini dijo...

Marina:
no puedo dejar comentarios en tu post, no entiendo por qué...
Gracias a Bruno y a tí por el precioso homenaje a los gatunos escritores.
Un abrazo extensible

Caruano dijo...

¿Quién no ha tratado de imitar posturas (o imposturas)como las de Perla o Gloria?
¿Quién no se se asusta y estremece bajo las manos de los médicos?
Leo un montón de relatos tórridos tras las persianas bajadas en "sexta hora".
Qué buen texto

Abrazos.

Dante Bertini dijo...

Caruano:
quién no, verdad?
gracias...muchas gracias
y un fuerte abrazo

Sr. Bonilla dijo...

¿Cuántos pajotes cayeron a cuenta de tu prima, Bertinez?

Dante Bertini dijo...

Sr. Bonilla:
no ha acertado, lo siento.
El premio queda desierto.

Sr. Bonilla dijo...

Es normal que no haya "acertado", cuando le he preguntado el número a usted, Bertinez.

Que usted se toqueteaba pensando en esa "delicia muy especial", ese "volcán soterrado al que podia suponerse una potencia sexual arrasadora" es más que evidente.