Todo pasa y todo queda, tralalá-lalalá... Ya fui y ya estoy de vuelta. Ambos traslados los hice en taxi: cuando salíamos de casa empezaba a llover y la propulsión a moto nos hubiera hecho aterrizar en el evento municipal absolutamente empapados. Como suele suceder en estos casos, llegamos a Montjuic sin siquiera amagos de lluvia. Vestidos de negro casi riguroso -camisa blanca el que narra y verde desvaído la del señor Chapuis- fuimos recibidos a la entrada del palacete por una larga e incomprensible cola que, gracias a la intervención de unos jóvenes y amables porteros, no tuvimos necesidad de hacer. No había alcaldes ni herederos a la vista; tampoco control de explosivos. El día anterior, y por teléfono, me habían hablado de un aforo de 500 personas. Yo las multiplicaría al menos por tres, una buena parte de las cuales pertenecían a empresas y consulados de países extranjeros. Recorriendo los jardines se veían decenas de guardias de seguridad y azafatas vestidas de beige, más un incontable número de camareros y camareras eficientes, serviciales, simpáticos. Las fuentes de agua funcionaban sin retaceos y por todos los rincones emergían mesas rebosantes de comida, en su mayoría rodeadas de gente que, si bien no necesitaba llevarse a la boca ni una sola migaja más de nada, estaba dispuesta a devorar todo lo que pillara. El banquete transcurría en los jardines, pero los salones del palacete estaban abiertos de par en par.
No se podían tomar fotos dentro y un ejército de señores de traje y corbata -empeñados en hacerte sentir que de atreverte con un solo disparo te arrepentirías de por vida-, convivían, suficientemente crispados, atentos y apinganillados, con coloridos gobelinos y vitrales de gran tamaño, profusión de dorados, un sinfín de espejos de marco modernista y algunos cuadros de firmas muy cotizadas. Entre ellos pude reconocer una decena de dibujos de Casas y un óleo de Rusiñol, aunque me gustaron especialmente varias tablas de estilo flamenco que ya quisiera saber de quien(es) son. Las lámparas de caireles no parecen de muy buena calidad, y a las butacas, tapizadas también en gobelino, se las supone confortables, aunque no te imaginas en qué situación podrías sentarte en ellas. Hay muebles muy barrocos de maderas exóticas con incrustaciones de nácar, bronce y marfil, además de techos decorados por Dalí o algún discípulo suyo sin demasiados escrúpulos, sin embargo muchísima gente prefería aglomerarse alrededor de unas librerías vidriadas que exponían fotografías autografiadas de la familia real. También había músicos en vivo tocando música de muertos y una enorme tarta de espuma de chocolate y albaricoques dispuesta para los momentos finales del jolgorio. No llegué a probarla: mientras imitaba a muchos otros invitados y escapaba de los amontonamientos provocados por la lluvia que había decidido finalmente trepar hasta el Montjuic, la vi empapándose, abandonada, solitaria y final, en el borde de una gran mesa sin protección alguna, en mitad mismo del jardín. No visité los aseos, lo siento. No podré contarles absolutamente nada sobre ellos. En resumen: una fiesta pagana bastante bien servida donde se echaba a faltar un poquito de sex -appeal y un programador musical más audaz y ambicioso. Nadie, salvo yo, y muy tímidamente, se atrevió a bailar bajo la tan necesaria lluvia.
Posdata: Sábado noche. Mientras una parte de la beauty people barcelonesa asistía (supongo) al estreno de Vicky Cristina Woody Allen, yo acudía, nuevamente de riguroso negro vestido (esta vez por expreso pedido de la homenajeada), a una fiesta privada en casa de la psicoanalista Silvia H. DJ mediante, me divertí como un puerco joven en un cenagal sin pestes. Hubo bellas mujeres de edades variadas, bailarines desenfrenados de salsa, grupos de percusión afrobrasileña haciendo batucada, cantante de bolero con piano incorporado, trompetista de jazz, bailaora flamenca y profesionales del tango con cortes y quebradas. El hit musical de la noche fue sin duda el Matador de Los Fabulosos Cadillac. Un clásico. "Hoy comamos y bebamos que mañana ayunaremos..."
31 comentarios:
Lo dicho, el relato, una estupenda acuarela de paleta tierra y ocre, será sin dudarlo, la mejor fotografía que del evento hayan hecho.
Un beso grande
Estupendas fotos, y acertado comentario de esa falta de esprit tan del país, tan municipal...
Siguiendo el acariciad los detalles de Nabokov, procuro acercarme a todo el que baila bajo la lluvia. Si tiene cara de encantamiento, me fijo en lo que fuma. Es sólo curiosidad.
La verdad se necesitaba tu magnifica, detallada y objetiva cronica, menos mal que fusite...porque será esa furiosa hambruna que le da a la gente cuando la invitan a un evento???
Parece que la Merçe además de virgen es justa...por la lluvia digo =)
Besitos y me alegró mucho verte hoy!!!!!
PD: si hubiera sido en alguna otra ciudad del mundo quiza hasta hubieras podido bailar, pero acá...
hola Bertini!
have a happy sunday!
besos
sakato
Matador!!! Jajaja. Un tema que siempre me trae buenos recuerdos. Mis primeros bailes, en la primaria, y los "asaltos" no podían realizarse sin los Fabulosos Cadillacs.
Abrazo
Idea, Zbelnu: ustedes deberían ser mis editoras. un beso
nomecentro: acariciad los detalles, finísimo nabokov...
no había yerbas raras, ni en mí ni en mis alrededores (tengo un finísimo olfato), tan sólo la necesidad de divertirse un poco, viendo la que se nos viene encima.
gise: agradable encuentro, en ese increíble oasis(que dure)
El libro parece suculento. besito
miho!
I want the same for you!
besos and kisses
luc: pues por aquí pasó desapercibido en su momento (gracias a las editoras españolas) y ahora se ha convertido en un clásico...sigue siendo muy potente
"mary: era usted la atrapada entre los hierros de las verjas?
Imaginé una flor de magnolio. Lo lamento. Ahora entiendo por qué me silbaban los oídos."
Mucho "cacho de pan, cacho de pan" pero bien que me dejó clava' en la reja, flor de ...
Me han encantado las fotos, y tu crónica, desde que te conocí pensé que tú le dabas mucho horizonte y glamour a esta ciudad a la que como tú bien dices le suele faltar mucho sex-apeal, mucho apeal en general.
No sé si compraste el Vanity Fair Spain, pero estoy segura de que tú deberías escribir en él y que tus crónicas serían famosas y esperadas,
qué bien esa fiesta bailonga del sábado! assssucarrr!
Jajaja, ahora entiendo tu comentario en mi blog.
Por las fotos, desde luego, el marco parece incomparable, y soy de la opinión de que no hay que desaprovechar las oportunidades de escudriñar en sitios a los que, en circunstancias normales, no podríamos acceder. Lo de los canapés ya me da un poco igual :P
De todos modos, estoy segura de que me lo hubiera pasado mucho mejor en tu fiesta del sábado noche. No sé si se hablaría mucho de psicoanálisis en ella, pero, ¡menudo ambientazo!
Un beso bailando bajo la lluvia!
Va usted de fiesta en fiesta, está hecho un crápula, pero gracias a ello contamos con sus ilustradas crónicas.
La segunda suena mucho mejor, divertida y trepidante...
mary:viendo lo nerviosos que estaban algunos guardas de seguridad vestidos de paisano, no creo que sobrevolar aquellos jardines fuera una buena idea. Salvo que usted fuera tan pequeña como una paloma. La próxima vez la llevaré en su jaulita.
Vane: no tenía invitación abierta para la del sábado, pero fue toda una experiencia. Abrumado por mis pequeñas tareas cotidianas, todavía no compré el Vanity. Ya me gustaría fisgonear por uno y otro lado y luego escribir mis comentarios. Aunque ahora, con la crisis, tal vez tengamos menos fiesta.
Antígona: creo que era imposible hablar, así que imagina cómo se daba el tema psicoanálisis, tan propenso al medio tono.
Si en lugar de canapés digo croquetas y sandwiches de miga, también te da lo mismo? Eres una asceta. Besos sin paraguas
Bueno, bueno, que lujo madre mía!!
Eres una celebridad Cachito, como me hubiera gustado un baile bajo esa lluvia, pero mucho más, verte bailar bajo ella ante las miradas expectantes de estos catalanes, que mal me pese, somos unos sosos, bueno, todos menos yo :)
Besitos
Leidas tus dos crónicas de los dos eventos llego a una rápida conclusión (que de todas maneras ya tenía bastante clara), la música es para una fiesta imprescindible). Lo digo yo que es oir un reloj de cuco y me pongo a bailar.
En todo caso, estupendas crónicas ambas.
Un saludo
3A: tienes razón Tere, la segunda fue muy trepi-Dante.
Lokita: de celebridades nada, salvo que barcelona tenga unas mil quinientas...Creo que los famosos estaban con el Allen.
alma: recuerdo aquel rock de Bill Haley: Bailando al compás del reloj...Una gloria de mis años adolescentes.
Jaulita le voy a dar.
aunque no es tan mala idea...suelo escaparme :)))
mary: también existe la posibilidad de poner una cadena tan larga que parezca inexistente.
Pues vaya plan tuviste este fin de semana, del todo envidiable. Qué pena que no probaras esa tarta. Yo acabé con todos los mortales en la plaza Real.
Estupendas tus crónicas festivaleras, y más para quienes no acostumbramos a gozar de ellas.
Un abrazo.
elita: entre mis muchas manías cuento con la del terror a las aglomeraciones...y me pasa hasta en lugares abiertos. Si hubieras visto la cantidad de comida también te hubieras quedado sin probar la tarta. Empacho visual.
antídoto: gracias. Trato de acercarlas, de la misma manera que me gusta leer crónicas sobre lugares a los que no voy. Un abrazo
Ahora me viene con esto de protejer a la vaca macho , lease "toro", y a mi me deja colgada, despues me enjaula y ahora me quiere llevar encadenada
IMPRESIONANTE Cacho. Coherencia :))
Mary: hay que leer entre líneas...licencias poéticas las llaman algunos...
disculpe, apenas sé leer. Y ahora me gusta
Gracias Cachi
Usted tambien sepa leer entre líneas...algunos les llaman humor
besitos (la paloma)
Beuno veo que al emnos te has quitado las ganas de bailar que tenias el viernes!!!! si es lo que te dije te rodeas con la creme de la creme barcelonesa!!!!! a mi la de Matador me encnata, como no habla de mi barrio!!!!!! jajajaja!!
Besototes Cacho de bailarín!!!
mary: lo mío pretendía tener humor, aunque eso es algo tan personal que puede parecer lo contrario...sabés leer, sin duda...y también escribir, verdad?
Gise:es cierto que la letra es heavy, pero yo me quedo con el ritmo musical, fuertísimo, puro poder. Bailé hasta el derrumbe
total!
besitos y besototes
En el fondo no acabo de entender porque y para que era esa fiesta.
Imagino que se me nota que nunca pisé "alfombras rojas".
Abrazos.
¡ Salud !
Juan 43: esa fiesta es para celebrar la mercé y sirve en buena medida para hacer saber que, aunque a veces no lo parezca, tenemos una alcaldía.
¡Gran crónica!
A falta de alfombras, cómodas butacas, cuadros y dibujos modernistas... buenas son las plazas de alfombras de latas vacías, incómodos escalones e imágenes efímeras en el cielo...
gracias Juanlu
este botellón estuvo realmente bien
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